La ¨²ltima vez que el Espanyol le arruin¨® una fiesta al Madrid
La final de Copa de 1940, disputada en Madrid, se resolvi¨® en la pr¨®rroga para los pericos: "No hay motivos para que los madridistas hayan de mesarse los cabellos".
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Todo est¨¢ preparado en el Santiago Bernab¨¦u para celebrar una fiesta el s¨¢bado despu¨¦s del partido ante el Espanyol. El Real Madrid necesita sumar un punto para ser matem¨¢ticamente campe¨®n, y el equipo blanquiazul, que solo ha ganado un 4,25% de los partidos jugados como visitante ante el equipo blanco en esta competici¨®n y este curso es uno de los peores fuera de casa, no parece ser una extraordinaria oposici¨®n. Pero la historia ya ha deparado otros momentos en los que el Espanyol le ha arruinado al Real Madrid alguna fiesta, aunque en este caso en concreto sea solo aplazarla.
Hay que remontarse a junio de 1940, cuando el pa¨ªs a¨²n estaba recuper¨¢ndose de la Guerra Civil. El f¨²tbol retom¨® su actividad con una liga en la que el Espanyol acab¨® quinto pero perdi¨® una oportunidad hist¨®rica de campeonar a causa de un tr¨¢gico accidente despu¨¦s de un partido en Sevilla que le caus¨® a varios jugadores unas lesiones que le impidieron acabar el campeonato. Los blanquiazules iban l¨ªderes a falta de siete jornadas, pero perdieron cinco de los ¨²ltimos encuentros. El destino les deparar¨ªa la revancha en la Copa del Rey, donde pudo levantar un t¨ªtulo, a la postre el segundo de su historia en aquel instante.
La ficha de una final emocionante
Despu¨¦s de eliminar a Levante Gimn¨¤stico, Celta de Vigo, FC Barcelona y Valencia, los de Patricio Caicedo disputar¨ªan la final el ¨²ltimo d¨ªa de junio de 1940 en el estadio de Vallecas ante el Real Madrid entrenado por Paco Bru y liderado por Quincoces. Aunque no hab¨ªa sido el mejor a?o, los blancos eran favoritos por historia y por llegar tambi¨¦n invictos a la final. Jugaban adem¨¢s en casa, por lo que contar¨ªan con m¨¢s apoyo en las gradas. Pero la ilusi¨®n de un Espanyol que quer¨ªa reivindicarse marc¨® la diferencia.
"El viernes por la noche, yendo a Madrid, en el tren con don Genaro de la Riva (presidente) y su cu?ado Isamat, celebr¨¢bamos la verbena brindando por el Espa?ol consider¨¢ndole de antemano campe¨®n de Espa?a. No nos equivocamos en nuestro optimismo. Hay que resaltar una cosa. Tr¨ªas jug¨® en Madrid un partido enorme. Desvi¨® un bal¨®n a c¨®rner que era un gol inevitable. Zamora en sus tiempos no habr¨ªa mejorado aquella intervenci¨®n", resaltaba el cr¨®nica de Mundo Deportivo del 3 de junio de ese a?o el doctor Amig¨®.

El partido fue una batalla "caballerosa", seg¨²n las cr¨®nicas, en la que los dos equipos hicieron merecimientos para conseguir el triunfo pero finalmente cay¨® del lado del Espanyol en la pr¨®rroga. El partido tuvo un protagonista claro. Grabriel Jorge, centrocampista canario del Espanyol, internacional, que hab¨ªa luchado apenas un a?o antes en la batalla de Aranjuez y ese d¨ªa fue un general en el c¨¦sped. Marc¨® dos goles en el tiempo reglamentario y asisti¨® a Mas para que anotara el tanto determinante en el tiempo extra (2-3). "No hay motivos para que los madridistas hayan de mesarse los cabellos", explicaba el ABC del 2 de junio, despu¨¦s de constatar el magn¨ªfico equipo que ten¨ªa el Espanyol y brill¨® con luz.