Rufete, Moreno, Mao y Chen: espada de Damocles
La masa social de Espanyol no le pasa ni una a sus gestores, especialmente al director deportivo, cuya salida pidieron el jueves. El pecado original, omnipresente.
"Venimos de dos a?os con un ambiente dif¨ªcil, y todo lo que no sea ganar un partido sabemos que trae consecuencias". La frase, realista y reveladora, la pronunci¨® Vicente Moreno este pasado jueves tras la derrota ante el Rayo Vallecano (0-1), minutos despu¨¦s de que la grada entonara al un¨ªsono el "Rufete, vete ya", y segundos antes de pedir disculpas por el mal partido y de admitir que ¡°es una pena, pero es as¨ª, y nuestra obligaci¨®n es colaborar con esa estabilidad ganando partidos¡±.
Clasificaci¨®n | PTS | PG | PE | PP |
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Pr¨®ximos partidos |
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Parece asumir el entrenador del Espanyol ¨Cquien ya hab¨ªa mostrado s¨ªntomas de agotamiento un d¨ªa antes al marcar distancias con un futuro en que tiene contrato en vigor¨C que el proyecto del club, o al menos su popularidad ante la masa social, pende de un hilo tan fino que se tambalea a la que sufre el equipo una derrota en el RCDE Stadium, aunque sea ante solo 11.873 espectadores. Es posible que no se ponga en valor la excepcional temporada en casa ¨Ccon 31 puntos de los 39 que obran en su poder en la clasificaci¨®n¨C, pero tambi¨¦n es muy probable que esos buenos n¨²meros hayan servido de salvavidas para una hoja de ruta con la que la afici¨®n cada vez comulga menos. La prueba es que el gol de Wu Lei ante el Celta no elimin¨® el plebiscito contra el director deportivo, en menor medida contra la directiva, simplemente lo aplaz¨® al siguiente encuentro en Cornell¨¤.
Ese examen continuo en las dos ¨²ltimas temporadas, esa espada de Damocles que se?alaba Moreno, no va tan dirigido a su gesti¨®n ¨Cque puede gustar m¨¢s o menos, provocar un sano debate estil¨ªstico o sobre jugadores utilizados, pero ha cumplido en ambos casos el objetivo y antes de tiempo¨C como a la mochila que portaban el club y sus seguidores cuando el entrenador aterriz¨®. ?l logr¨® que los futbolistas descargaran de sus hombros el insoportable peso del descenso, pero nadie en otras instancias de la entidad consigui¨® que ese pecado original, esa losa de la peor campa?a de la historia, cayera en el olvido, cuando menos a¨²n fuera perdonada.
Y ah¨ª es donde emerge, al m¨ªnimo contratiempo, la figura de Francisco Joaqu¨ªn P¨¦rez Rufete. Ni el ascenso, ni el acierto eventual en fichajes ¨Cpor ejemplo, a la hora de persuadir a Ra¨²l de Tom¨¢s, por mucho que se abonaran 20 millones fijos, ya que tambi¨¦n lo merodeaba el Sevilla¨C compensan para el grueso de aficionados el sonrojo de hace dos a?os. Justo o no, la disyuntiva actual, en que termina contrato pero Chen Yansheng puede ofrecerle la renovaci¨®n, todav¨ªa polariza m¨¢s las fobias.
Las capas de cebolla del presidente
Otra cosa es lo que Rufete decida, llegados al caso. O lo que finalmente determine Chen, poco amante de los cambios hasta que de repente sorprende con un volantazo, como ya ha demostrado en sobradas ocasiones con los hasta tres directores generales destituidos, el ¨²ltimo Jos¨¦ Mar¨ªa Dur¨¢n semanas atr¨¢s para dar el poder a Mao Ye Wu, quien este s¨¢bado hablar¨¢ en el 'stand' del club por Sant Jordi, con la ¨²nica misi¨®n de desvanecer dudas sobre el futuro. Un cambio de guion, su ascenso, que desde alg¨²n sector se interpret¨® como una victoria del director deportivo, y que en realidad descubre varias capas de la cebolla que aislaba al presidente de cualquier cr¨ªtica.
Porque el desgaste existe incluso para quien ha invertido m¨¢s de 200 millones en el Espanyol. Especialmente cuando, pasado el tiempo y trat¨¢ndose de un club de f¨²tbol y no de una f¨¢brica al uso, el saneamiento se da por sentado y se espera que el dinero, como se dice vulgarmente, vaya al campo. Un paso que Chen no acaba de dar, y que no se divisa tampoco a corto o medio plazo. Aunque, en realidad, muy poco se conoce de las intenciones del magnate chino. Otra de las causas de la erosi¨®n, del desarraigo, de una p¨¦rdida de conexi¨®n y de identidad que, m¨¢s all¨¢ de los resultados, es lo que dota de sentido a este sentimiento llamado f¨²tbol.