El boquete en la defensa no cesa
El Legan¨¦s ha visto disparada le media de goles encajados en los ¨²ltimos cuatro partidos a raz¨®n de 2,5 tantos en contra por encuentro. No deja su meta a cero desde el 6 de marzo.
Al Legan¨¦s se le est¨¢ haciendo eterno el final de temporada. La felicidad de haber conseguido lo que en noviembre era el objetivo fundamental de la temporada, esto es, la salvaci¨®n virtual, ha instalado al equipo en una ins¨ªpida zona de nadie, sin objetivos por arriba, ni por abajo. Semejante limbo invita a una relajaci¨®n que ya ha dejado un reguero de decepciones. La de Las Palmas (4-2). La de Oviedo (1-0). La de M¨¢laga (0-3). Hipotermia competitiva que ha agigantado la porter¨ªa propia hasta convertirla en un agujero sin fondo. El boquete de goles recibidos en estas ¨²ltimas jornadas es enorme y lo peor de todo, parece que imposible de tapiar.
Desde que el Legan¨¦s gan¨® al Mirand¨¦s por 2-0 (¨²ltima porter¨ªa a cero de los pepineros, el 6 de marzo), no ha habido duelo en el que el Lega no haya encajado un gol. Cuentas que se han hecho especialmente abultadas precisamente tras la goleada en Las Palmas, el partido que marc¨® el inicio del fin de la racha invita del Lega (ocho duelos encadenaron sin perder) y tambi¨¦n el inicio de la percepci¨®n de decadencia blanquiazul, ¨¦sa que dibuja un panorama de s¨®lo tres puntos de los ¨²ltimos 12 en juego.
Una media de 2,5 goles por partido
En esos cuatro partidos (Las Palmas, Fuenlabrada, Oviedo y M¨¢laga) el Legan¨¦s ha encajado diez goles, esto es, dos tantos y medio por encuentro. Ampliando el horizonte a aquella ¨²ltima porter¨ªa a cero ante el Mirand¨¦s, las cuentas son de 12 goles recibidos en seis encuentros. A raz¨®n de dos tantos por partido. Tampoco es que ampliando la perspectiva mejore mucho la herida.
Facilidad para encajar que podr¨ªa haber dibujado un escenario m¨¢s funesto si cabe de no haber mediado la remontada ante el Fuenlabrada, ¨¦sa en la que los azulones llegaron a ponerse 0-2 en Butarque, y que el Legan¨¦s resolvi¨® con un arrebato de casta y talento que no se ve¨ªa en diez a?os. La ¨²ltima vez que el Lega resolvi¨® un 2-0 en contra para ganar un partido fue en 2012 ante el Rayo B en Segunda B. Una bendita anomal¨ªa que, con todo, no tap¨® los problemas defensivos del Lega.
El origen de los problemas
¡°Hemos recibido goles que¡¡± ya se quejaba entonces un Nafti, tras el 0-3 del M¨¢laga, volvi¨® a mostrarse preocupado por esta tendencia a desangrarse en su propia ¨¢rea. ¡°Llevamos muchos partidos sin porter¨ªa cero. Nuestro problema es dentro del ¨¢rea. El otro d¨ªa el Oviedo te llega una vez y te la enchufa. Tenemos que recuperar esa falta de agresividad. Hay que intervenir. Tengo que intervenir yo. En esos momentos soy yo el que tiene que meter esa intensidad¡±, afirm¨®.
De sus declaraciones se deriva que, aun coloc¨¢ndose en primera l¨ªnea de fuego como responsable, tambi¨¦n se?ala a los futbolistas y su falta de colmillo para resolver los ataques rivales. Raz¨®n no le falta. Alguno de esos diez goles encajados en estos ¨²ltimos cuatro partidos deja varios se?alados. Como Omeruo y los dos penaltis que cometi¨® contra el M¨¢laga. El que cometi¨® Ciss¨¦ en Las Palmas tambi¨¦n fue infantil. En Oviedo hubo problemas para encimar el centro que remat¨® Borja Bast¨®n sin que Gaku le molestar, ni Sergio se anticipara al remate.
No es la primera vez que al Legan¨¦s se le ven las costuras en defensa. El 4-0 en Burgos fue un compendio de graves errores que acabaron dibujando un Legan¨¦s mucho m¨¢s blindado en los siguientes encuentros. Tanto en la pizarra, como en el once o en la actitud de sus chicos. De aquello, sin embargo, no queda nada. Ni la pizarra, ni las alineaciones, ni la motivaci¨®n de un Legan¨¦s al que la temporada se est¨¢ haciendo eterna y el boquete en su porter¨ªa, gigantesco.