El Legan¨¦s quiere bajar la tensi¨®n
Al club le preocup¨® la imagen del incidente entre Sandoval y Nafti y la pelea tras el banquillo del Fuenlabrada. Se ha trasladado mensaje de calma.


El Legan¨¦s ya trabaja para que incidentes como el sucedido el lunes entre Nafti y Sandoval, entrenador del Fuenlabrada, no se repitan en el futuro. Durante el partido (remontada 3-2 del Legan¨¦s tras ir 0-2) la tensi¨®n entre ambos banquillos se fue disparando hasta alcanzar punto culmen al final del encuentro, cuando, seg¨²n la versi¨®n de Sandoval, Nafti le amenaz¨® con pegarse en el t¨²nel de vestuarios. Nafti dio una traslaci¨®n diferente de los hechos (¡°S¨®lo le he dicho que lo que tengamos que hablar, lo hablamos luego en el t¨²nel de vestuarios¡±) despu¨¦s de abandonar el terreno de juego por la lavander¨ªa del estadio, para evitar ¡°turbulencias¡± con Sandoval, como el propio t¨¦cnico del Legan¨¦s admiti¨® en sala de prensa.
En el rosario de altercados de una noche aciaga en lo extradeportivo se incluye, adem¨¢s de lo acontecido sobre el verde, la pelea que se produjo detr¨¢s del banquillo visitante y que acab¨® involucrando a familiares de Sandoval con hinchas del Legan¨¦s. La seguridad privada y Polic¨ªa Nacional tuvieron que intervenir para evitar males mayores. Tal fue el foll¨®n, que el partido estuvo parado varios minutos por el incidente.
Imagen mancillada
La imagen de esta mezcla de acontecimientos preocupa al Legan¨¦s, siempre esforzado por transmitir una sensaci¨®n de equipo cargado de buen rollo, sin diferencias con otros clubes y defensor del fair play institucional y deportivo. Sin embargo, sucesos as¨ª mancillan esta identidad global y, de paso, desv¨ªan el foco de lo realmente importante: el f¨²tbol. El partido, el triunfo, acab¨® siendo noticia no tanto por la magn¨ªfica victoria blanquiazul, sino por este asunto.
En lo que tiene que ver con el entrenador pepinero, con Nafti, en Butarque gusta el perfil pasional que transmite, pero no se quiere caer en episodios similares como rutina de un final de campeonato que promete m¨¢s duelos de alta tensi¨®n, campo abonado para los roces. Es por ello que, siempre dentro de un ambiente de normalidad, el club ya ha le ha trasladado un mensaje de calma.
El entrenador siempre ha transmitido al club que su personalidad es la de ser un t¨¦cnico de sangre caliente al que, en ocasiones, le pueden ciertos arrebatos, pero al que tampoco le duelen prendas de pedir perd¨®n o rebajar el tono si entiende que sus actos le han podido llevar a traspasar alguna l¨ªnea roja.