Busquets, de nuevo en la cima
El centrocampista, liberado de los dos compromisos amistosos de la Selecci¨®n de Luis Enrique, acapara elogios despu¨¦s de recuperar su mejor nivel en los ¨²ltimos meses.

Camino de los 34 a?os, y casi dos despu¨¦s de haber quedado muy tocado por el 2-8 de Lisboa, Sergio Busquets ha invertido de nuevo la curva de su rendimiento y vuelve a acumular elogios del mundo del f¨²tbol. No es flor de un d¨ªa, ni siquiera del regreso de Xavi. Ya la temporada pasada, Busquets jug¨® a un nivel alto con Koeman. Hasta reparti¨® cinco asistencias en LaLiga, una cifra que no hab¨ªa alcanzado en toda su carrera, a?adiendo nuevos registros a su juego, como esos pases picaditos de 20 metros a Messi, que picaba desde la posici¨®n de falso nueve. Luego, y pese a que exist¨ªan dudas sobre su rendimiento, m¨¢s cuando tuvo que abandonar la concentraci¨®n de la Selecci¨®n con COVID, jug¨® una Eurocopa para el recuerdo.
La llegada de Xavi, eso s¨ª, ha sido un espaldarazo para el jugador de Badia, a quien une una relaci¨®n de amistad con su nuevo t¨¦cnico que va m¨¢s all¨¢ del c¨¦sped. Los dos hablan el mismo idioma, dentro y fuera del campo. Eso estrecha los lazos y, sobre todo, ha llenado de confianza al jugador, a quien beneficia la manera de entender el f¨²tbol del t¨¦cnico de Terrassa. En los ¨²ltimos partidos del Bar?a, Busquets ha ido de exhibici¨®n en exhibici¨®n y, aunque se lleve menos titulares porque ¨¦l no hace los goles, su peso en el equipo ha sido tremendo. En el Bernab¨¦u, como en N¨¢poles o en Estambul, se jug¨® a lo que quiso Busquets. Y cuando el capit¨¢n es capaz de tener bajo su control el partido, suelen ser buenas noticias para el Barcelona.
Busquets necesitaba un descanso. Imprecindible en el Bar?a y la Selecci¨®n, ya suma 3.900 minutos esta temporada: 3.430' en el Bar?a y 470' con el combinado nacional. Lo peor es que le espera un fin de curso de exigencia, con el Bar?a vivo a¨²n en dos competiciones y, a final de temporada, la Liga de Naciones. No s¨®lo eso. A final de a?o le espera el Mundial. De ah¨ª ese gesto de Luis Enrique con el ¨²nico campe¨®n del mundo que le queda en la plantilla y el gran referente en el vestuario.
?"Busi, busi; Busi, busi"!, le gritaron tambi¨¦n sus compa?eros en el Bar?a en el vestuario del Bernab¨¦u. Una manera de reconocimiento para un jugador que parec¨ªa haber llegado a su final de trayecto del Bar?a en el verano de la pandemia, con aquella derrota ante el Bayern en Da Luz; y que se ha repuesto de manera admirable con un f¨²tbol de alto nivel en el c¨¦sped, pero tambi¨¦n con un compromiso especial dentro del vestuario. Primero, para aceptar una rebaja de sueldo como el resto de capitanes. Y luego, para coser una caseta que hab¨ªa perdido fortaleza en los ¨²ltimos a?os y que asoma de nuevo como una familia. Dice Pedri que es un ejemplo en todo. Ya no hay vedettes y menos privilegios.M¨¢s un capit¨¢n que acapara un aluvi¨®n de merecidos elogios.