Darder de la Pe?a y una masclet¨¤ convertida en petardazo
El gu¨ªa del Espanyol y Puado recordaron a ¡®Lo Pelat¡¯ y Tamudo en un gol que conduc¨ªa a la victoria hasta el error letal de turno, esta vez de Joan Garc¨ªa tras lesi¨®n de Diego L¨®pez.
De la masclet¨¤ al petardazo. No acudieron los 2.500 de Vila-real sino casi diez veces menos al Ciutat de Val¨¨ncia, como si los pericos ya se olieran la tostada. No era para menos, despu¨¦s de una sola victoria (en la capital del Turia, precisamente) en 14 salidas. Un centro lateral, desde la derecha, Cabrera en la foto¡ Parecer¨ªa lo de siempre, vaya, de no ser porque ante el Levante ten¨ªa el Espanyol ganado el partido. Ante un adversario d¨®cil, nervioso, presa de su extrema necesidad. El error de turno lo protagoniz¨® esta vez un actor inesperado, Joan Garc¨ªa ¨Cquien hab¨ªa entrado por lesi¨®n de Diego L¨®pez¨C, el que en una salida fatal que record¨® a su desgraciada actuaci¨®n frente al Elche propici¨® el empate. No duden de que ser¨¢ un porterazo, aunque en Valencia inici¨® el tramo en que el Espanyol, no solo por su culpa, reson¨® como un petardazo en tiempos de masclet¨¤.
Clasificaci¨®n | PTS | PG | PE | PP |
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Pr¨®ximos partidos |
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Darder de la Pe?a. La escena suced¨ªa en marzo de 2022, pero trasladaba a cualquier tarde de hace tres lustros. De cuando De la Pe?a corr¨ªa por la medular y, casi sin levantar la cabeza ¨Ccomo movido por un control remoto adherido a su cerebro¨C, filtraba un pase interior hasta la frontal, donde en carrera interceptaba Tamudo, control y chut. Gol. Darder, el gu¨ªa de este Espanyol, y Puado, el canterano que se colg¨® la plata ol¨ªmpica igual que aquel '23', emularon en Orriols a sus antecesores, en una diana de ¨Ccon permiso de Ra¨²l de Tom¨¢s, menos fino de lo habitual¨C aut¨¦ntico 'd¨²o sacapuntos'.
Recompensa a Calero. Insistente Vicente Moreno en sus alineaciones, quedaba la duda sobre si regresar¨ªa Sergi G¨®mez tras su ausencia ante el Getafe por una "indisposici¨®n" o si se mantendr¨ªa Calero. Apost¨® el t¨¦cnico por recompensar a este ¨²ltimo, que hab¨ªa aprovechado con creces la oportunidad, en un equipo inicial sin novedades y casi tan previsible ¨Ccon excepciones como el rato que Puado y Vilhena se intercambiaron las bandas¨C como el desempe?o a domicilio de los pericos esta temporada. En un planteamiento de partido largo, pensado para que a ojos de un Levante obligado a ganar fuese pesando como una bomba con temporizador, aunque a veces lo que pesaron fueron los p¨¢rpados.
Diego L¨®pez, de h¨¦roe... Sufre siempre el Espanyol, de lo contrario ser¨ªa otro equipo, y m¨¢s si visita a un rival que se est¨¢ jugando la vida. Y en esos instantes suele aparecer Diego L¨®pez, esta vez a la hora de juego, cuando otro de esos futbolistas talentosos que pisaban el Ciutat de Val¨¨ncia, De Frutos, se rebel¨®, se desmarc¨® y se plant¨® solo ante el gallego, que desde el suelo le arrebat¨® el bal¨®n.
¡A gafado en Orriols. No le sali¨® gratis a Diego, que se qued¨® tendido, evocando ¨Cpor suerte, muy remotamente¨C aquel susto may¨²sculo de hace cuatro a?os en el mismo escenario, que entonces tuvo que abandonar en ambulancia con un traumatismo craneal y p¨¦rdida de conciencia. En esta ocasi¨®n, obedec¨ªa a un golpe en un pie, lo que desemboc¨® en su sustituci¨®n por Joan Garc¨ªa. Mientras tanto, el levantinista Oier se lo miraba desde el banquillo. El resto ya lo conocemos.