La disyuntiva del Cholo
El argentino, que hab¨ªa encontrado su once tipo, ahora se encuentra ante un dilema con el regreso de 'Grizi', Koke... ?O seguir¨¢ confiando en los meritorios?
El fin de semana pasado, el once del Atl¨¦tico (ante el Celta) volvi¨® a ser el del fin de semana anterior (ante Osasuna). Y no es balad¨ª. Era la primera vez en la 2021-22 que Simeone repet¨ªa once. Una 2021-22 en la que el argentino cumpl¨ªa diez a?os al frente del banquillo rojiblanco lleno de primeras veces, todas malas. Primera vez que enlazaba cuatro derrotas seguidas (Mallorca, Madrid, Sevilla y Granada, diciembre negro), primera vez que Oblak encaja tanto (34 goles en 26 jornadas ya), primera vez que le ve¨ªa tan sin rumbo, tan que nada le cuajaba. "Quiero hombres, no nombres". Esa frase del propio Cholo lanzada desde la sala de prensaen la 4? jornada, antes del partido ante el Espanyol en Cornell¨¢, al hablar de los refuerzos a una plantilla ya campeona, el de De Paul que llegaba tras una impecable Copa Am¨¦rica con Argentina en la que hab¨ªa sido fundamental para el t¨ªtulo, el regreso de Griezmannn, pesaba m¨¢s que nunca. De los hombres ¨²ltimamente no parec¨ªa haber rastro. S¨®lo eran nombres y cada vez m¨¢s oscuros.
Porque Correa, por ejemplo, uno de los h¨¦roes de la Liga pasada, comenz¨® la temporada con tres goles, pero lleg¨® Griezmann, futbolista que juega en la posici¨®n en la que el argentino se hace grande, la delantera y no la banda derecha que le apaga, y Correa pas¨® a jugar de 85' (Elche), 90' (Villarreal) a 45' (Espanyol), 31' (Alav¨¦s), 18' (Bar?a), aunque hubiera tambi¨¦n partidos con 90' (Getafe), eran los menos. El Cholo iba buscando equipo pero entre las lesiones de la defensa, la imposibilidad de alinear juntos, casi, a Savic y Gim¨¦nez, y los nombres que iban poblando, su equipo se part¨ªa, su equipo ca¨ªa. Hasta llegar el partido ante Osasuna, que el Atleti despert¨®.
Porque el Atl¨¦tico llegaba a ese partido de Liga en ca¨ªda libre. No aparec¨ªa el fin. La derrota ante el Levante fue dolorosa. El colista, en casa, ni un disparo a puerta en 96' a un equipo que hab¨ªa encajado m¨¢s de 50. Tambi¨¦n fue, parece, ese punto de inflexi¨®n que el Atl¨¦tico no encontr¨® tras la clasificaci¨®n para la Champions (Oporto), ni en las remontadas a Getafe y Valencia. El Levante fue el fondo. Por delante, ya s¨®lo subir. Y Simeone fue haciendo la revoluci¨®n. Griezmann no hab¨ªa regresado de su lesi¨®n, Herrera, hasta el momento vig¨¦simo rojiblanco en minutos (detr¨¢s de ¨¦l s¨®lo Wass y un Sa¨²l fuera en agosto), volv¨ªa al once. Lleg¨® el United, la titularidad de Lodi, un centro del campo con sentido y criterio, Herrera y Kondogbia, lejos del gris y err¨¢tico, la mala mezcla del que formaban Koke y De Paul. Ante el Celta, el fin de semana, en Liga, aunque el t¨¦cnico jug¨® al despiste, deslizando que habr¨ªa rotaciones, no las hubo: hab¨ªa encontrado su once. Un once con eso, Lodi, el 17? en minutos. Un once con, eso, Herrera, nombre en el escaparate en el pasado mercado. Un once con eso, Vrsaljko, el 18? en minutos de la plantilla.
Pero es que Simeone hab¨ªa encontrado los hombres, no los nombres. Y aqu¨ª la disyuntiva del t¨¦cnico argentino. Porque ese centro del campo formado por Kondogbia y Herrera que le ha devuelto solidez fue de urgencia, por la lesi¨®n de Koke, y no decisi¨®n firme como si parece el nuevo rol de Su¨¢rez, suplente ante el United y el Celta. La lesi¨®n de Kondogbia puede abrirle una puerta al regreso del capit¨¢n, si se recupera de su lesi¨®n para el duelo ante el Betis. La lesi¨®n de Savic le abre la puerta a Felipe, lo dem¨¢s, lo mismo. Es decir, un banquillo tan lleno de nombres que los cambios asustan: Griezmann, Su¨¢rez, Carrasco. Hasta hace nada era el belga, de hecho, el mejor futbolista de la plantilla, el m¨¢s determinante, el que m¨¢s minutos jugaba. Pero los hombres han sido los del punto de inflexi¨®n. A ver qu¨¦ decisi¨®n toma el argentino cuando los tenga a todos disponibles y deba elegir entre alinear a los que le han dado resultados o los que, a priori, se los ten¨ªan que dar y no.