Vicente Peris Lozar naci¨® el 20 de junio de 1923 en la calle de las ?nimas, en el centro de Valencia, y falleci¨® el 13 de febrero de 1972 en el estadio de Mestalla, en el n¨²cleo del valencianismo. A?os despu¨¦s de su muerte, Alfredo Di St¨¦fano, entrenador del Valencia en aquellos tiempos, sentenci¨®: ¡°Cuando falleci¨® Peris, todo se vino abajo¡±.

Se cumplen 50 a?os del adi¨®s de una persona que entr¨® a trabajar en el Valencia como botones en 1939 y que, tras 33 a?os en la entidad, ser¨¢ siempre recordado como un ejecutivo diferencial. Su legado le abandera como un adelantado a su ¨¦poca, un visionario del negocio del f¨²tbol, un gestor con cabeza y mucho coraz¨®n.

El paso del tiempo solo ha hecho que darle m¨¢s validez, sentido y nostalgia a una de sus c¨¦lebres frases: ¡°Al Valencia Club de F¨²tbol se viene a servir, no a servirse¡±. Vicente Peris falleci¨® en las entra?as de Mestalla. Se nos fue a la conclusi¨®n de un Valencia-Atl¨¦tico de Madrid. Su coraz¨®n se par¨® y encogi¨® el alma de miles de valencianistas.

Vicente Peris Lozar, hijo de Pilar y Vicente, entr¨® al Valencia a los 16 a?os, reci¨¦n acaba la Guerra Civil espa?ola. Lo hizo como botones y en un club que, como toda la sociedad, estaba para reconstruir. Peris fue creciendo como persona y en paralelo como hombre de club.

Peris aprendi¨® de la vida y del f¨²tbol con los mejores: Luis Casanova, Luis Colina, Pasieguito, Puchades, Mundo¡­ y tambi¨¦n de su t¨ªo Vicente Lozar, un pionero de los cronistas deportivos de Valencia. Y lo hizo en un Valencia que vivi¨® en la d¨¦cada de 1940 su primera gran ¨¦poca como club. Aquel Valencia, el mejor equipo de Espa?a en aquellos a?os, conquist¨® tres Ligas y dos Copas, siendo adem¨¢s dos veces subcampe¨®n de Liga y alcanzando otras tres finales de Copa adem¨¢s de las ganadas.

As¨ª, Peris pas¨® de botones a oficial de secretaria y en 1954 fue nombrado adjunto del secretario general Luis Colina, a quien sucedi¨® en el cargo cuando falleci¨® en 1956. Peris trabaj¨® bajo las presidencias de Luis Casanova, Vicente Iborra y Julio de Miguel. En 1969, dentro de una reestructuraci¨®n de los servicios del club, fue nombrado gerente. ¡°Ea el cerebro del Valencia¡±, enfatiza cuando habla de la figura de Peris el periodista Paco Lloret.

Vicente Peris vivi¨® en primera persona como empleado del Valencia cuatro t¨ªtulos de Liga (1942, 1943, 1947 y 1971), cuatro t¨ªtulos de Copa (1941, 1949, 1954, 1967), dos Copas de Feria (1962 y 1963) y una Copa Eva Duarte (1949). Es decir, Peris fue parte activa del club en 11 de los 23 t¨ªtulos oficiales que ha conquistado el Valencia en su centenaria vida.

Pero el legado de Peris va m¨¢s all¨¢ de los t¨ªtulos. Fue, junto a Leopoldo Costa y Federico Blasco, el padre del Club Deportivo Mestalla, que en 1944 y sobre los cimientos del CD Cuenca se convirti¨® en el filial del Valencia. Tres d¨¦cadas despu¨¦s, inclusive sin que ¨¦l ya estuviera para inaugurarla, el Valencia estren¨® la sede social que durante muchos a?os tuvo en la Avenida de Arag¨®n, una instalaci¨®n empe?o personal del gerente, que falleci¨® pocas semanas antes de su estreno.

Peris fue tambi¨¦n pionero en la ambientaci¨®n de los partidos, propiciando una atm¨®sfera que hizo de Mestalla un estadio con personalidad propia; un recinto que bajo su gesti¨®n mejor¨® su alumbrado; sus servicios, como la colocaci¨®n del primer reloj en el marcador o la introducci¨®n de un programa oficial de cada encuentro, al m¨¢s puro estilo ingl¨¦s.

¡°La idea lleg¨® desde Liverpool. Se disputaba el derby del Merseyside en Anfield entre el Liverpool y el Everton. All¨ª, en las gradas del legendario estadio brit¨¢nico, estaba el presidente del Valencia Julio de Miguel (¡­) Le llam¨® la atenci¨®n el gran ¨¦xito que ten¨ªa entre los aficionados la venta de un programa oficial del partido que editaba el club. El precio del ejemplar era de un chel¨ªn (¡­) Se trajo uno a Valencia y lo dej¨® en la mesa de Vicente Peris (¡­) Peris tom¨® nota y prepar¨® sin conocimiento del presidente la edici¨®n del programa del Valencia¡± (¡°Camp de Mestalla, Un recorrido por la historia¡±, Paco Lloret). As¨ª, el 27 de diciembre de 1970, en la visita del Espanyol, el Valencia se convirti¨® en el primer club en Espa?a en repartir un programa oficial del encuentro.

Alfonso Gil, periodista y autor de varios libros sobre la historia del Valencia, evoca as¨ª en una de sus obras la figura de Peris: ¡°Ten¨ªa claro que los clubes deb¨ªan funcionar como empresas, dar beneficios y transformarse en sociedades an¨®nimas, adem¨¢s de considerar caduco el marco legal del momento y criticar la falta de uni¨®n entre ellos. Fuera de Valencia algunos estaban de acuerdo con sus planteamientos, otros consideraban que ese no era el camino a seguir, pero sus opiniones siempre eran tenidas en cuenta (¡­) Vicente Peris ten¨ªa un peso notable en el f¨²tbol espa?ol¡± ('Amunt, La apasionante historia del Valencia')

La prueba de la val¨ªa como gestor de Peris queda constatada con los premios y reconocimientos inviduales que cosech¨® en sus 48 a?os de vida: medalla de plata del M¨¦rito Deportivo, medalla de oro de la Federaci¨®n Valenciana, Insignia de oro de la Asociaci¨®n Valenciana de la Prensa y Quijote de Plata otorgado por la Radiodifusi¨®n de M¨¦xico. Fue vocal del Grupo Nacional de Futbol del Sindicato del Espect¨¢culo y, algo at¨ªpico en aquellos a?os, tuvo ofertas de varios clubes para ser su gestor.

Vicente Peris tambi¨¦n contribuy¨® de manera activa a la internacionalizaci¨®n del Valencia. Sus gestiones, como las de otros directivos como Julio de Miguel, Enrique Villalonga, Rodolfo Bacharach o Vicente Mart¨ªnez, fueron claves para que el Valencia diera un salto como entidad deportiva e instituci¨®n social haci¨¦ndose con una plaza en la Copa de Ferias, origen de la Copa de la UEFA y actual Europa League.

El Valencia comenz¨® a competir en Europa, revalorizando su marca y sus ingresos. Y lo hizo por la puerta grande, conquistando dos t¨ªtulos y alcanzado tres finales. Y eso que acudi¨® a la competici¨®n con piel de cordero. Vicente Guillot, leyenda del Valencia por sus actuaciones en aquella ¨¦poca, recordaba en un acto homenaje a Peris organizado por la plataforma ?ltimes Vesprades a Mestalla y el CD Mestallistes, como convenci¨® al Inter de Mil¨¢n para cambiar el orden de los partidos.

¡°El sorteo nos emparej¨® al Inter de Luis Su¨¢rez, un equipazo; la ida era en Mil¨¢n y la vuelta en Valencia. Vicente (Peris), no s¨¦ c¨®mo, convenci¨® a los italianos para cambiar el orden, dec¨ªa que si nos goleaban all¨ª, perder¨ªamos mucho dinero por venta de entradas. As¨ª que el Inter accedi¨®, el ambiente de Mestalla en el primer partido fue bestial, ganamos 2-0 (goles de Waldo y del propio Guillot) y en Mil¨¢n empatamos a tres, as¨ª que ganamos en la taquilla y en el c¨¦sped¡±.

Peris no solo contribuy¨® a darle visibilidad al Valencia en Europa, tambi¨¦n en el mundo. Al Valencia y a Espa?a. De hecho, sus gestiones fueron claves para que los gobiernos de M¨¦xico y Espa?a reanudaran relaciones diplom¨¢ticas tras d¨¦cadas de distanciamiento. Y mucha parte del m¨¦rito de la reconstrucci¨®n de puentes entre los dos pa¨ªses la tuvo una gira que el club realiz¨® por M¨¦xico, en un viaje en el que, adem¨¢s de conocer al m¨ªtico actor Cantinflas, el Valencia inaugur¨® el legendario Estadio Azteca.

¡°Siempre ve¨ªa los partidos en su silla o en el banquillo, nunca en el palco¡±, cuenta su hija Merchina Peris, la primera mujer que marc¨® un gol en el estadio de Mestalla. Vicente Peris era cerebro en los despachos y coraz¨®n en el campo. Porque Peris, por encima de gestor, era un apasionado del f¨²tbol en general y del Valencia en particular. ?Y qui¨¦nes son los actores principales del f¨²tbol? Los futbolistas, por eso les trataba como "un padre".

Vicente Guillot: ¡°En el Valencia mandaba Julio de Miguel, pero se hac¨ªa lo que quer¨ªa Vicente Peris, era un hombre respetado por los jugadores¡±.

Miguel ?ngel Adorno: ¡°Era un gestor que no ten¨ªa miedo a tomar decisiones y casi todas las tomaba bien¡±

Ant¨®n: ¡°Era muy f¨¢cil entenderse con ¨¦l a la hora de firmar un contrato, porque te daba confianza cuando te hablaba y sab¨ªas que el dinero que te ofrec¨ªa en cada momento era lo justo¡±.

Forment: ¡°Para los que ven¨ªamos del pueblo, Vicente era nuestro padre en la ciudad¡±.

Peris, primero como mano derecha de Luis Colina, despu¨¦s como secretario general y finalmente como gerente, intervino directamente en la contrataci¨®n de futbolistas desde la d¨¦cada de 1950 hasta su muerte. De hecho, la fat¨ªdico tarde 13 de febrero de 1972 ¡°ten¨ªa previsto un viaje a Cartagena para cerrar los fichajes de Pep¨ªn y Arango¡±, apunta el periodista e historiador Jos¨¦ Ricardo March.

¡°Chicao vino de Brasil muy joven y no ten¨ªa a nadie, as¨ª que mi padre le tra¨ªa todos los d¨ªas a comer a casa para que comiera el cocido y la paella de mi abuela¡±, recuerda Merchina Peris. Y como Chicao, pr¨¢cticamente todos los jugadores de su ¨¦poca pasaron por el domicilio de Mercedes y Vicente, que siempre ¡°ten¨ªa la puerta de su despacho abierta para nosotros¡±, remarca Guillot. Entre los numerosos fichajes que gest¨® y cerr¨®, el de Waldo Machado, el mejor extranjero que tuvo el Valencia entre la ¨¦poca del fichaje de Faas Wilkes y el de Mario Alberto Kempes. Waldo es el tercer m¨¢ximo goleador del club (115 goles en 215 partidos).

El 13 de febrero de 1972, el d¨ªa de la muerte de Vicente Peris, el Valencia recib¨ªa en Mestalla al Atl¨¦tico de Madrid. Cara a cara los dos ¨²ltimos campeones de Liga. El partido se ve¨ªa crucial para el devenir del campeonato. El Valencia de Di St¨¦fano ocupaba la segunda plaza del campeonato, por detr¨¢s del Real Madrid, si bien el equipo llegaba al duelo contra el Atl¨¦tico tras haber sido goleado una semana antes en Gij¨®n (4-0), la tercera derrota del equipo en las ¨²ltimas cuatro jornadas.

En ese contexto, como ¨²ltimo servicio al valencianismo, obviamente sin esperarlo, Peris aprovech¨® el editorial del programa oficial del partido para hacer un llamamiento a la afici¨®n, un art¨ªculo que reproducimos ¨ªntegramente y que sintetiza la idiosincrasia del Valencia y el valor de su principal activo: su afici¨®n.

¡°Lo que esperamos de nuestro p¨²blico¡±

"Hemos recibido de nuestro p¨²blico numerosas e impresionantes pruebas de adhesi¨®n a los colores de nuestro club. Todav¨ªa vive en la memoria de todos nosotros el gran recibimiento que se tribut¨® a nuestro equipo con ocasi¨®n de la visita del UD Las Palmas. Aquel recibimiento exalt¨® de tal manera el entusiasmo de nuestros jugadores, que se consigui¨® una de las m¨¢s brillantes victorias de la temporada.

La identificaci¨®n de la gran familia valencianista con las inquietudes deportivas del club es siempre importante. Lo es much¨ªsimo m¨¢s en los momentos amargos. Los aplausos de nuestros seguidores, su ilusi¨®n y su perseverante apoyo nos obligan a todos a superarnos, a no dejarnos ganar por el desaliento y a mantener en alto las banderas de las m¨¢s ambiciosas aspiraciones. Hemos de repetir lo que tantas y tantas veces hemos proclamado con leg¨ªtimo orgullo: que nuestro p¨²blico, el p¨²blico valencianista, es el mejor de cuantos fichajes hemos realizado.

Luego de nuestro desafortunado partido en Gij¨®n hemos de recibir al At Madrid. Esta connotaci¨®n, teniendo en cuenta la calidad y el prestigio de nuestro adversario, es de mucho compromiso para nosotros.

Para resolver favorablemente este encuentro confiamos en el esfuerzo y en el pundonor de nuestros jugadores y en la habilidad estrat¨¦gica del director t¨¦cnico del equipo. Pero confiamos tambi¨¦n en nuestro p¨²blico. No dudamos de que generosamente sabr¨¢ medir las circunstancias del partido y, dejando a un lado el disgusto que a todos nos ha producido nuestra visita a El Molin¨®n, contribuir¨¢ a que los hombres que visten el glorioso uniforme del Valencia C de F se empleen sin otras preocupaciones que la de alcanzar el triunfo.

Por anticipado, queridos consocios y amigos, agradecemos los aplausos que vais a dedicar a nuestros jugadores en este dificil¨ªsimo partido. El encuentro con el Atl¨¦tico de Madrid, como nadie ignora, entra?a una indiscutible trascendencia para el porvenir del Valencia C de F en la liga actual. Vuestros aplausos recordar¨¢n a los jugadores de nuestro equipo, deseosos todos ellos de borrar el mal efecto de su actuaci¨®n en Gij¨®n, que tienen el deber ineludible de emplearse a fondo, con la m¨¢s firme e insobornable voluntad de victoria".

Firmado: El Gerente

El domingo 13 de febrero de 1972 Espa?a celebraba la medalla de oro de Paquito Fern¨¢ndez Ochoa en Sapporo, Pero a orillas del Mediterr¨¢neo se amaneci¨® ya con tristeza. La familia valencianista lloraba la muerte de Antonio Sanmiguel, delegado de las secciones del Valencia. En su recuerdo, los jugadores de Di St¨¦fano, en el partido contra el Atl¨¦tico, saltar¨ªan con brazalete negro al terreno de juego de Mestalla (entonces llamado Luis Casanova, un cambio de nombre que fue otra de las iniciativas gestadas durante la etapa de Peris).

Vicente Peris acudi¨® al estadio ya con mal cuerpo, que lo atribu¨ªa a una mala digesti¨®n. Antes de comenzar el partido, de hecho, se lo manifest¨® al doctor Vicente Tormo, vicepresidente del club y cardi¨®logo de profesi¨®n. A¨²n as¨ª, no por ello, Peris mantuvo sus rituales habituales en los partidos, como fuera ver el duelo contra el Atl¨¦tico en la boca del t¨²nel de salida de jugadores.

Desde all¨ª, como tantas otras tardes, presenci¨® como el Valencia, lograba la victoria. Un solitario gol de penalti de Pep Claramunt resolvi¨® un intenso duelo. ¡°Me vais a matar de un infarto¡± confes¨® esta semana Adorno que le habia dicho Peris al descanso del encuentro. Las molestias f¨ªsicas del gerente del Valencia fueron a m¨¢s a la conclusi¨®n del encuentro y de nuevo solicit¨® el consejo del doctor Tormo.

As¨ª relat¨® el diario Levante-EMV lo acontecido despu¨¦s aquella tarde: ¡°Le recomend¨® (el doctor Tormo) que acudiera a la enfermer¨ªa para ser reconocido. All¨ª, junto al m¨¦dico del club, doctor Vicente Rodriguez (tambi¨¦n estuvieron presentes los masajistas Emilio Vicent y Paco Reig), le atendi¨®, aplic¨¢ndole calmantes, ox¨ªgeno y t¨®nicos, dejando de existir casi intant¨¢neamente, como consecuencia de un infarto de miocardio. En muy pocos segundos se extingui¨® su vida¡±.

La conmoci¨®n entre los presentes, obviamente, fue tremenda. La noticia comenz¨® a circular primero por todo el estadio, quedando suspendido de manera inmediata el partido que tras el Valencia-Atl¨¦tico enfrentaba a la selecci¨®n juvenil valenciana y aragonesa (era habitual en la ¨¦poca que se jugara un encuentro despu¨¦s de los del primer equipo) .

El periodista Jaime Hern¨¢ndez Perpi?¨¢ difundi¨® la triste noticia a trav¨¦s de la radio. Desde m¨²ltiples rincones de Espa?a, de todos los clubes del pa¨ªs, empezaron a llegar a las oficinas del Valencia las condolencias por el fallecimiento de Don Vicente Peris Lozar. La capilla ardiente se instal¨® en Mestalla, desde donde parti¨® al d¨ªa siguiente el cortejo f¨²nebre. A las cuatro de la tarde, el f¨¦retro de Vicente Peris fue trasladado por los jugadores de la plantilla del Valencia y miles de aficionados acudieron a los aleda?os del estadio para darle el ¨²ltimo adi¨®s.

El Valencia perdi¨® ese d¨ªa a su cerebro y su coraz¨®n. El club necesit¨® a?os para sobreponerse a su p¨¦rdida. Como dijo Di St¨¦fano: "Cuando falleci¨® Peris, todo se vino abajo".