INGLATERRA
Eriksen sab¨ªa que volver¨ªa a jugar al f¨²tbol dos d¨ªas despu¨¦s de su paro card¨ªaco
El jugador dan¨¦s se ha sincerado en la presentaci¨®n como nuevo futbolista del Brentford, donde jugar¨¢ despu¨¦s del episodio que pudo acabar con su carrera.
El mercado de invierno en la Premier League ha estado plagado de noticias, pero una de las m¨¢s positivas para el mundo del f¨²tbol ha sido la vuelta de Christian Eriksen. El centrocampista dan¨¦s, a punto de cumplir 30 a?os, vuelve a Londres para jugar en el Brentford, de Premier League. donde estar¨¢ hasta final de temporada.
Lejos queda aquella tarde en la que sufri¨® un paro cardiaco durante la disputa del Dinamarca-Finlandia, un momento en el que el doctor de la selecci¨®n danesa lleg¨® a confesar que "se hab¨ªa ido", pero Eriksen sobrevivi¨®. M¨¢s tarde, se har¨ªa p¨²blico que el futbolista, camino del hospital, le dijo a su mujer que tendr¨ªa que colgar las botas, aunque hay m¨¢s.
En una entrevista concedida tras su presentaci¨®n por el conjunto londinense, Eriksen se ha encargado de contar la historia: "Dos d¨ªas despu¨¦s de mi parada cardiaca sab¨ªa que volver¨ªa a jugar al f¨²tbol. Reconoc¨ª lo que me hab¨ªa pasado esa misma noche. Afortunadamente, m¨¢s tarde, las pruebas para ver mi condici¨®n no detectaron nada inusual".
A pesar de la preocupaci¨®n inicial, los pron¨®sticos fueron buenos, y seg¨²n relata el propio jugador: "los doctores me dec¨ªan que no tendr¨ªa l¨ªmites, as¨ª que podr¨ªa correr maratones, sumergirme en aguas profundas, lo que sea... eso depende, por supuesto, del diagn¨®stico y de c¨®mo me sintiera".
En pleno proceso de recuperaci¨®n, el Brentford se interes¨® por su situaci¨®n. "Habl¨¦ con Thomas (el entrenador) unas cuantas veces. Tuve un buen feeling: Londres es un buen sitio para mi familia y para m¨ª para vivir. En los siguientes cuatro y cinco meses quer¨ªa llegar al nivel y demostrar que sigo siendo futbolista", reconoce Eriksen.
Ocho meses despu¨¦s del suceso, el centrocampista dan¨¦s volver¨¢ a los terrenos de juego para competir con los mejores del mundo. Una proeza que no se explica sin su intrahistoria: "Es cierto que coment¨¦ a mi mujer que colgaba las botas, pero tambi¨¦n le dije que no se molestara si en unos d¨ªas cambiaba de opini¨®n, si todo estaba en orden".