El Valencia y aquel tiempo de descuento que todo lo derrumb¨®
Dos meses y quince d¨ªas despu¨¦s, el Atl¨¦tico recibe al equipo de Bordal¨¢s que, con dos goles de Hugo Duro hirieron a un Atleti que no se ha recuperado.

Aquel empate doli¨® mucho, tanto como una derrota. En parte lo fue, aunque el Atl¨¦tico regresara a Madrid de Mestalla con un punto. Dos meses y catorce d¨ªas despu¨¦s, a¨²n sigue en la lona. En una ca¨ªda libre que comenz¨® aquella tarde en Mestalla con los dos golpes de Hugo Duro que a¨²n resuenan en un vestuario roto, con aquel empate de los duros. Valladolid queda muy lejos, aunque el calendario diga que no ha pasado ni un a?o de su felicidad, ser campeones de Liga. Porque el 7 de noviembre lleg¨® Mestalla y le cambi¨® el paso para siempre. Antes, el Atl¨¦tico segu¨ªa pareciendo aspirante, al menos perseguidor firme del Madrid, y Griezmann comenzaba a mezclar, y s¨®lo la Champions, un grupo dif¨ªcil en el que el Atl¨¦tico no lograba sacar la cabeza en el camino a los octavos, era runr¨²n, preocupaci¨®n. Despu¨¦s, preocupa todo lo dem¨¢s. Hay que bucear mucho para encontrar algo que recuerde en este Atl¨¦tico al Atl¨¦tico. Nada le sale, noqueado mentalmente y desnortado en el mes que se cumple una d¨¦cada de la primera vez que Simeone se sent¨® en ese banquillo.
Aquella tarde en Mestalla ya hab¨ªa comenzado mal, como un presagio: en una carrera Trippier ca¨ªa al suelo en una carrera y se hac¨ªa un esguince grado III en el hombro. Llorente, uno de sus mejores hombres la temporada pasada, quedar¨ªa atado al lateral que cae sobre su f¨²tbol como una c¨¢rcel (de las doble figuras, 13 goles, 12 asistencias, a cero goles y dos asistencias esta 21-22). Un gol de Su¨¢rez, sin embargo, espant¨® el mal aire (aquel gol, por cierto, es el ¨²ltimo que en Liga ha brotado de sus botas; dos meses, catorce d¨ªas) pero otro de Savic en propia puerta (s¨ª, aquel partido lo jug¨® un Savic que caer¨ªa lesionado tres partidos despu¨¦s para hacer visible lo que hasta entonces pod¨ªa ser a¨²n invisible, una tendencia subterr¨¢nea que emergi¨® para arramplar con todo: el agujero en la defensa cuando Gim¨¦nez y ¨¦l, sobre todo ¨¦l, faltan). Y, entonces, tras el 1-1 Griezmann sac¨® la capa e hizo de la hierba de Mestalla su jard¨ªn.
Griezmann marc¨® el 1-2. Y Griezmann fue clave tambi¨¦n para el 1-3 (de Vrsaljko). Una hora y la hormigonera de Bordal¨¢s se hab¨ªa secado. El Atl¨¦tico ganaba, entonces a¨²n se pensaba con la cabeza en el antes, cuando era imposible volterarle un marcador a un Atleti que se ha puesto por encima (aquellos tiempos del unocerismo, s¨ª, esos). Pero en el 84' Bordal¨¢s daba entrada a Hugo Duro (por Helder Costa) y el partido, y la temporada del Atl¨¦tico, cambiar¨ªan para siempre. Su primer gol fue en el 91', un minuto despu¨¦s de haber levantado el asistente el cartel¨®n con el tiempo a?adido: siete minutos. 2-3. Al Atleti le quedanan seis minutos para soportar ese gol que le daba la ventaja. Pero no lo hizo. Pero en el 95' Hugo Duro se alz¨® como un coloso sobre la defensa rojiblanca para rematar un c¨®rner de Guedes preciso, tenso, que buscaba su cabeza. Inapelable, la pelota entr¨® como una exhalaci¨®n en la porter¨ªa de Oblak para delirio de Mestalla. El Atl¨¦tico ca¨ªa a la lona. Una ventaja de dos goles esfumada en cuatro? minutos. Impensable una vez. Desde entonces rutina. Las ca¨ªdas, las derrotas. La cabeza hizo clic. Todo ha hecho crac.