De Miranda al Mirandilla
Empez¨® navegando el Espanyol con el viento a favor, roz¨® el naufragio y lleg¨® a la orilla, aunque entre n¨¢useas. De Tom¨¢s emul¨® aquel 2-2 en Anduva, aun con otro calendario.
De Vilhena a Negredo. Andaba el Espanyol tratando de ahogar sus penas en la Copa ¨Cy m¨¢s all¨¢, como la derrota ante el Elche en Cornell¨¤¨C con un fichaje inesperado, el de Tonny Vilhena, cuando al encargado de esa parcela, Rufete, se le apareci¨® en el Nuevo Mirandilla uno de sus refuerzos del pasado. Del Valencia, concretamente. Negredo, incorporaci¨®n suya para el conjunto ch¨¦ hace ya ocho a?os, materializ¨® a sus 36 actuales el gol del empate para el C¨¢diz e inici¨® la jugada del segundo, e incluso le anularon otros dos. La personalizaci¨®n de un partido que iba para paseo de un Espanyol que perdon¨® y acab¨® rozando el drama.
Clasificaci¨®n | PTS | PG | PE | PP |
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Pr¨®ximos partidos |
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RdT a lo Anduva. Porque anoche no fueron pocos quienes recordaron aquel punto de inflexi¨®n de la pasada temporada en Segunda, cuando Nico Melamed anotaba aquel gol ante el Mirand¨¦s tan poco celebrado como a la postre valios¨ªsimo para el ascenso. Un punto de inflexi¨®n en Anduva, Miranda de Ebro. Esta vez, en el Nuevo Mirandilla, fue Ra¨²l de Tom¨¢s, qui¨¦n si no, el que en la ¨²ltima acci¨®n del partido, en el 95', salv¨® los muebles de un Espanyol que empez¨® navegando con viento a favor, estuvo a un segundo literalmente de naufragar y que finalmente lleg¨® a la orilla, aunque entre n¨¢useas. Ni con un triunfo. Fue un empate. El tiempo, aun con el calendario temible que viene, dir¨¢ si tras derramar la Copa, servir¨¢ para algo esta Tacita agridulce de autoestima en el ¨²ltimo suspiro.
Los sempiternos errores. El gran pecado del Espanyol no solo consiste en vivir de espaldas a que el rival tambi¨¦n juega, y que por tanto debe traducir en goles sus minutos de superioridad, sino que precisamente se debe a recaer una y otra vez en los mismos errores. En momentos de absoluta desconexi¨®n, como los que provocaron el tanto del empate, en el que todo el mundo se equivoc¨® en la defensa, de izquierda a derecha y al un¨ªsono, como si se tratara de la l¨ªnea de un futbol¨ªn accionada por alguien sin demasiados reflejos. Como conceder el segundo ya en el a?adido de la segunda parte. Como regalar el dominio, tambi¨¦n las ocasiones, de un partido en el que lo ten¨ªa todo a su favor. Como conseguir que, con muy poco ¨Ccomo sucedi¨® frente al Elche¨C cualquier rival pueda superarlo.
El f¨²tbol de los futbolistas. 'Quien esta contra el C¨¢diz est¨¢ contra la humanidad' se lee en el mural que conecta el t¨²nel de vestuarios con el c¨¦sped del Nuevo Mirandilla. Algo similar se podr¨ªa decir sobre el buen f¨²tbol, el toque, los jugadores de calidad y talento. Como los centrocampistas que proliferan en el Espanyol ¨Cpor si hubiera pocos, ahora llega Vilhena¨C y que, de vez en cuando, a veces muy de vez en cuando, coinciden sobre un terreno de juego, y el f¨²tbol brota. Morlanes, Darder y Melendo conforman un tri¨¢ngulo m¨¢gico que ¨²nicamente tard¨® diez minutos en dar sus frutos. En una acci¨®n combinativa e inteligente. Esperando el momento de la ruptura, el pase con el exterior, el desmarque y la definici¨®n.
Quien perdona... Domin¨® el Espanyol en la primera parte con cotas insospechadas de posesi¨®n, in¨¦dita no ya a domicilio ¨Cdonde solo hab¨ªa ganado un partido, el de la Nochevieja en Mestalla¨C sino incluso en Cornell¨¤. Y prol¨ªfica en ocasiones. Vicente Moreno, empe?ado en guardar hasta el final el secreto de una convocatoria que a unas horas para el partido ya conoc¨ªa media Barcelona y parte de C¨¢diz, s¨ª conserv¨® el secreto de su alineaci¨®n: la sensatez. Desterr¨® el 4-4-2 inocuo y casi an¨¢rquico de las ¨²ltimas jornadas para regresar al 4-2-3-1 (o 4-1-4-1), para convertir en virtud la necesidad de las bajas de Pedrosa, D¨ªdac y Keidi Bare, y para superar as¨ª a Sergio Gonz¨¢lez en la medular. De hecho, lo desbord¨® hasta que pudo rectificar al descanso. Y ah¨ª fue donde se percat¨® de esa m¨¢xima de que quien perdona lo paga.
Sergio y Calero. No goz¨® el t¨¦cnico de L'Hospitalet y emblema del Espanyol de su debut so?ado en el Nuevo Mirandilla, y eso que lo lleg¨® a tocar con la yema de los dedos. Capacidad le sobra para enderezar la situaci¨®n del C¨¢diz, el club que se llev¨® el gato al agua de su fichaje, aunque antes le pretendieron otros Primera esta temporada. El mismo saber hacer que demostr¨® en su d¨ªa al Valladolid, donde dio rienda suelta al mejor Fernando Calero, el que le vali¨® un pase al Espanyol por ocho millones. Aun con claroscuros, consigui¨® el central en su reencuentro con Sergio algo muy complicado cuando sus minutos son como el Guadiana, que van y vienen: resultar providencial, como en un bloqueo a chut de Lozano a un metro escaso de la porter¨ªa. Y apunta a titular el viernes, ante el Betis, despu¨¦s de que Cabrera viera la quinta amarilla. ?Ay, el Betis!