El Atl¨¦tico pierde su esencia
El equipo rojiblanco ha cedido en unos meses sus cualidades de la era Simeone. No es intenso, falta car¨¢cter, hay una fragilidad defensiva enorme...
Este Atleti no es mi Atleti. Una reflexi¨®n que le ha venido a la mente a muchos aficionados rojiblancos despu¨¦s de la derrota en la Supercopa de Espa?a contra el Athletic, que se suma a una temporada donde se ha pasado de la gloria y la felicidad del t¨ªtulo de Liga a un curso con constantes decepciones.
Si los refuerzos veraniegos de Griezmann, De Paul y Cunha llevaban a situar al Atl¨¦tico con, en teor¨ªa, una de las mejores plantillas de su historia, el derrumbe est¨¢ siendo muy doloroso. Y m¨¢s que por los resultados, apeados de la Supercopa de Espa?a a las primeras de cambio, cuartos en Liga y en octavos de final de la Champions como segundos de grupo, lo m¨¢s insospechado es la p¨¦rdida de esencia del equipo.
Las bases del cholismo se han venido abajo en s¨®lo unos meses y lo que parec¨ªa impensable es hoy en d¨ªa una realidad: este Atl¨¦tico defiende mal y le falta esp¨ªritu competitivo. Quiz¨¢s los refuerzos se centraron demasiado en ataque, donde se acumulan estrellas y jugadores de calidad y renombre, y se descuid¨® una zaga que desde el inicio de curso hace aguas y que ha quedado a¨²n m¨¢s debilitada con la marcha de Trippier a inicios de enero y sin tener un recambio firmado.
La gran diferencia del Atl¨¦tico est¨¢ en su retaguardia, aunque el problema es estructural y afecta a todas las l¨ªneas. Se defiende mal y el equipo sigue teniendo los impulsos de acularse cuando no es capaz de ser un front¨®n como anta?o. Oblak indicaba tras caer contra el Athletic que ¡°despu¨¦s del gol nos metemos atr¨¢s y esperamos. Pues si esperamos a lo que va a pasar es que ocurren cosas como las de hoy¡±. Y es que ya son muchos partidos donde el equipo ve como el rival le remonta despu¨¦s de intentar refugiarse sobre su ¨¢rea. En total, el esloveno ha encajado 34 goles en 28 partidos, cifra escandalosa para lo que tiene acostumbrado. Entre Oblak (cinco) y previamente Courtois (dos) sumaron siete premios Zamora en nueve temporadas completas con Simeone en el banquillo.
Pero, hoy en d¨ªa es imposible pensar en poder competir por ser el equipo menos goleado. Si una de las se?as de identidad del equipo era el bal¨®n parado, el Athletic remont¨® con dos c¨®rners en apenas cuatro minutos. Cada centro lateral es un peligro y ni la presencia de Gim¨¦nez evit¨® el coladero. Felipe y Hermoso han bajado mucho sus prestaciones y el uruguayo y Savic, los dos centrales m¨¢s fiables, no han tenido continuidad en todo el curso. Oblak ha dejado la puerta a cero ¨²nicamente en ocho partidos de 28 y en dos de los ¨²ltimos once encuentros, en los que ha encajado 15 goles sin la necesidad de recibir excesivos remates.
Pero, son ocasiones tan mal defensivas, que poco puede intervenir el portero pese a que ante el Athletic s¨ª estaba teniendo una actuaci¨®n destacada. Simeone fue claro: ¡°Hay cosas que no se pueden esconder. El equipo no tiene fortaleza defensiva en el juego a¨¦reo y nos quita la posibilidad de tener mejores partidos y mejores oportunidades de estar arriba en la Liga y quedar a fuera en esta competici¨®n¡±. Y su receta pasa por ¡°seguir trabajando, mejorando, que se impliquen los jugadores en el trabajo¡±. Pero, es un problema al que no se le est¨¢ encontrando soluci¨®n y se sigue repitiendo semana tras semana.
El equipo ha perdido orden, car¨¢cter, intensidad, atenci¨®n defensiva y sigue intentando refugiarse en su ¨¢rea sin tener la calidad defensiva para hacerlo. En los dos ¨²ltimos encuentros adelantarse ha resultado contraproducente, ya que implica retrasar l¨ªneas y permitir que el rival crezca y se acerque a la meta de Oblak (con Athletic y Villarreal como tambi¨¦n ocurri¨® contra el Mallorca, Valencia, Levante, m¨¢s accidentalmente ante el Granada...). El Cholo deber¨¢ intentar recuperar las bases de su equipo sin la posibilidad de llevar a cabo la revoluci¨®n que?probablemente le gustar¨ªa, ya que el mercado invernal no da para tanto (el gran objetivo es cerrar a Wass para cubrir la plaza de Trippier). Pero, como ya advirti¨® Oblak, "si no mejoramos, la temporada va a ser dif¨ªcil...".