El Sanse enreda al Racing
El equipo madrile?o, que gan¨® la batalla t¨¢ctica, solo sufri¨® en las acciones desde la esquina en las que el Racing provoc¨® sus ¨²nicas ocasiones de gol
2022 no arranc¨® bien para el Racing, que ve como la brecha con el Deportivo se agranda a los seis puntos y empieza a parecer que pelear el ascenso va a resultar una cuesta muy pindia que superar. Con la baja de ¨²ltima hora de Unai Medina, por COVID en la misma ma?ana del partido, Romo debi¨® modificar el once previsto, metiendo a Mantilla como lateral derecho, lo que le aport¨® fortaleza atr¨¢s, pero le quit¨® salida por banda, justo en una jornada en la que era muy necesaria. El entrenador racinguista esperaba al Sanse con una estructura muy variable, con tres centrales fijos y dos carrileros muy vers¨¢tiles, pero no dio con la tecla. No le sorprendieron, pero le ganaron la batalla t¨¢ctica a su equipo, que hasta que perdi¨® fuelle el Sanse nunca supo si taparse las orejas o los pies.
El primer tiempo discurri¨® entre discusiones en la grada sobre si el Sanse jugaba con tres o cuatro defensas..., o si jugaba con 12, porque siempre ten¨ªa superioridad num¨¦rica en todas las zonas del campo. Lo peor para los locales fue que siempre dio la sensaci¨®n de que el que menos claro ten¨ªa el planteamiento del rival era el propio Racing. Incapaz de sacar el bal¨®n desde atr¨¢s, donde le presionaban tres del Sanse, el equipo de Romo rifaba el inicio de cada jugada, con muchas papeletas de perderla porque en el centro del campo siempre hab¨ªa m¨¢s azules que blancos y todo pasaba porque Cedric o Soko prolongaran de cabeza alg¨²n pelotazo lejano. Con Pablo Torre completamente desactivado, el f¨²tbol del Racing era inexistente y solo cab¨ªa esperar alguna cabalgada por fuera de los dos extremos, que no lleg¨®.
La clave de la superioridad num¨¦rica madrile?a hay que buscarla en el sabio manejo que hizo su entrenador de Fer Ruiz, por momentos lateral derecho, por momentos un centrocampista m¨¢s, por momentos extremo. Algo parecido, pero menos exagerado en cuanto a su repliegue, hac¨ªa por el otro lado Borja Mart¨ªnez, siempre presto a echar una mano a Baro con Soko. Ni una sola ocasi¨®n, ni un solo acercamiento incluso, tuvo el Racing en la primera mitad. El Sanse, por contra, mand¨® al palo un saque de falta de Borja Mart¨ªnez y tuvo otras dos llegadas, una de Fer Ruiz por la derecha y otra de Jime por el otro lado que no llegaron a rematar entre palos pero que metieron miedo. Tuvo suerte el Racing, que circul¨® siempre muy lento, con irse al descanso con empate.
La segunda parte empez¨® todav¨ªa peor para los locales, con los madrile?os pisando el ¨¢rea verdiblanca desde el pitido arbitral, provocando una amarilla de ??igo, que no paraba de tapar v¨ªas de agua, y mandando un trallazo de Llorente a la escuadra en el 49'. Y ah¨ª el partido se volvi¨® loco. El Racing provoc¨® tres ocasiones en cinco minutos, todas tras saque de esquina, y el Sanse, que sali¨® vivo de milagro de ese arre¨®n, perdi¨® el descaro, recul¨® 15 metros y empez¨® a dar por bueno el empate. Tambi¨¦n sus carrileros perdieron frescura en las piernas y el partido se igual¨®. Los ¨²ltimos 25' se jugaron a un solo golpe: el que marcara se llevaba todo.
Romo, como es habitual, cambi¨® a todos los jugadores de ataque buscando algo m¨¢s de chispa en los ¨²ltimos minutos, pero la realidad, m¨¢s all¨¢ de las buenas sensaciones que transmiti¨® Yeray los pocos minutos que estuvo en el campo, es que las ocasiones siguieron llegando de la misma manera. Desde la esquina. Fueron, eso s¨ª, muchas y tres muy claras, especialmente el cabezazo de Borja Dom¨ªnguez que sac¨® con una gran parada Ba?uz en el 86'. El Racing tuvo m¨¢s ocasiones, el Sanse jug¨® mejor y el empate result¨® justo premio. O castigo, si se mira desde la ¨®ptica racinguista.