Piqu¨¦ se remanga con Xavi
El central, enzarzado con el ex candidato Freixa hace d¨ªas, recupera 2,2 balones m¨¢s por partido (de 7,9 a 10,1 desde que lleg¨® Xavi y pierde 0,3 balones menos por partido (de 0,4 a 0,1).
Gerard Piqu¨¦ (2-2-1987) se ha remangado con Xavi. Experto, el central se sabe cuestionado por algunos sectores desde hace un par de a?os, cuando ¨¦l mismo se puso a disposici¨®n ("hemos tocado fondo" del club azulgrana por si quer¨ªa tomar alguna decisi¨®n dr¨¢stica despu¨¦s del 2-8 de Lisboa el verano de 2020. Pero Piqu¨¦ no se fue a ning¨²n lado. Jug¨® una temporada irregular con Koeman, con puntos negros como la lesi¨®n que sufri¨® en su rodilla derecha en el Wanda (se march¨® entre l¨¢grimas) y la correspondiente reaparici¨®n persiguiendo la sombra de Mbapp¨¦; y momentos de gloria, como su orgullo para hacer el gol de cabeza sobre la hora contra el Sevilla para abrir la puerta de la final de Copa ante el Sevilla. Ese d¨ªa, sin embargo, volvi¨® a lesionarse en la pr¨®rroga. Jug¨® a duras penas la final de Copa y se le vio sufrir sobre el c¨¦sped.
Porque, en el fondo, esa imagen de sufrimiento es la que transmite en parte Piqu¨¦ hace tiempo. Un futbolista que ha jugado tan sobrado por sus excepcionales condiciones durante tantos a?os, sufre el paso del tiempo y las lesiones. Menos exuberante f¨ªsicamente le queda, sin embargo, una inteligencia superior a la media que le permite conocer el juego, gestionar bien sus actuales limitaciones y aguantar todav¨ªa en la ¨¦lite con una buena colocaci¨®n y una salida aseada de bal¨®n.
A la espera de las grandes batallas, queda claro que lo que no se le puede discutir a Piqu¨¦ es compromiso. Ya lo tuvo la temporada pasada con Koeman (bonitos sus abrazos el d¨ªa de la remontada ante el Sevilla y en la final en La Cartuja ante el Athletic) y con Xavi lo ha reforzado hasta el punto de mejorar sus n¨²meros. Desde la llegada del t¨¦cnico de Terrassa, Piqu¨¦ recupera 2,2 balones m¨¢s por partido (de 7,9 a 10,1 desde que lleg¨® Xavi y pierde 0,3 balones menos por partido (de 0,4 a 0,1). La pol¨ªtica de gestos tambi¨¦n ha sido importante. Conocedor de c¨®mo funcionan las cosas en el Bar?a, el central fue consciente a la llegada de Xavi ("aqu¨ª las cosas han ido bien cuando ha habido normas; cuando no, ni hemos competido) de que deb¨ªa controlar sus apariciones p¨²blicas, viajes de negocios... Al menos, no hacerlas excesivamente p¨²blicas para no comprometer el principio de autoridad del entrenador. Y lo ha conseguido. Piqu¨¦ es titular indiscutible desde la llegada de Xavi y, al menos en la estad¨ªstica, sus n¨²meros mejoran.
Lo que no cambia es el Piqu¨¦ retador. En los ¨²ltimos d¨ªas, su blanco ha sido Toni Freixa, con quien ha mantenido una intersante dial¨¦ctica en twitter por asuntos tan diferentes como la renovaci¨®n de Demb¨¦l¨¦ y el men¨² de su almuerzo. En eso, Piqu¨¦ s¨ª que no se va a esconder nunca. Y parece metido en faena. Su abrazo a Ter Stegen en Palma es un buen gesto.