As¨ª es el PSG de Messi, Neymar y Mbapp¨¦, rival del Real Madrid
El PSG es un rival temible. Sus tres estrellas representan a una plantilla descomunal. El problema es que, por ahora, no defienden como deber¨ªan. Pochettino necesita ajustar.
No hab¨ªa enfrentamiento posible que disparara tantas expectativas como este. Ante la mirada del mundo, al PSG no le queda otra que asumir la condici¨®n de favorito si quiere de una vez por todas conquistar la Champions. Su fara¨®nico proyecto solo tiene sentido con la corona europea. Ostentarla es m¨¢s que una obsesi¨®n. Se le escap¨® por pulgadas hace dos ediciones. Pero ahora con Messi, Mbapp¨¦ y Neymar, si es que no est¨¢ lesionado como tantas veces, m¨¢s el resto de figurantes de primer nivel, se adentra en una nueva dimensi¨®n futbol¨ªstica que le obliga a ganar todo.
Desconectado de las preocupaciones terrenales, sin rival en Francia por m¨¢s que el curso pasado diera el cante al ceder el t¨ªtulo liguero al Lille, el PSG presume de una plantilla fuera de lo com¨²n. En algunos puestos, quiz¨¢ excesiva. Como nuevo actor principal, Messi padece algunos episodios de desconexi¨®n, pero hasta ahora ha jugado mejor en Europa que en el campeonato local. Mbapp¨¦, la figura del morbo por lo que puede suceder en los pr¨®ximos meses, sigue a lo suyo. Inabordable con espacios, fiable en el gol. Como Neymar, recurrente lesionado, pero quiz¨¢ el jugador m¨¢s distinto e imprevisible a nivel individual del tr¨ªo de estrellas. Son las referencias de una plantilla extraordinaria donde lucen Donnarumma, Keylor, Achraf, Marquinhos, Kimpembe, Nuno Mendes, Bernat, Danilo, Gueye, Ander, Verratti, Wijnaldum, Paredes, Icardi y Di Mar¨ªa, el cuarto gal¨¢ctico. En febrero se espera que est¨¦ Ramos, que brill¨® en su ¨²nico partido contra el Saint-Etienne.
Sobre Pochettino recae la funci¨®n de dar sentido coral al PSG. Hasta ahora, no lo ha logrado del todo. Utiliza el 1-4-3-3 como sistema base, pero el PSG se parte en dos. La implicaci¨®n defensiva de los atacantes est¨¢ bajo sospecha. Casi van por libre. Se vio en la visita al Manchester City. En el f¨²tbol actual resulta inconcebible que ning¨²n jugador se ahorre un esfuerzo sin bal¨®n. Desde esta perspectiva, Pochettino debe exigirles m¨¢s tanto en situaciones de presi¨®n alta como de repliegue en bloque medio-bajo para que la estructura del PSG no se tambalee. El equilibro de Verratti, Danilo, Wijnaldum, Paredes, Gueye o Ander Herrera, juegue quien juegue en el medio, es m¨¢s importante de lo que parece. Cuando los centrocampistas funcionan, el PSG se agranda y activa todo su talento ofensivo. Le convendr¨¢ tener el dominio territorial y alejar el juego de su porter¨ªa, porque en el contexto defensivo presenta algunas disfunciones. Los laterales destacan para bien en el otro lado del campo, pero en el propio lo hacen al rev¨¦s. Ante un Madrid que ya no presiona tan arriba, le puede quebrar sus problemas en el balance defensivo. Las vigilancias ante los desmarques de Vinicius y los apoyos de Benzema ser¨¢n fundamentales. La experiencia competitiva de Ramos le vendr¨ªa fenomenal, mientras que la porter¨ªa parece ya sellada por Donnarumma, con Keylor en la rec¨¢mara. De todos modos, Pochettino tiene que pedir el compromiso defensivo de todos para que el PSG no se pierda entre tanta opulencia. Si se ajusta sin bal¨®n, si mejora el repliegue y las coberturas, puede ser intratable. Le apremia la historia y todo el capital econ¨®mico invertido. No caben m¨¢s excusas. Con Mbapp¨¦, menos todav¨ªa.