San Mam¨¦s, la casa del C¨¢diz
El equipo amarillo no hab¨ªa ganado nunca en el estadio bilba¨ªno y en dos temporadas consecutivas ha dado un par de zarpazos que le reaniman. Sale de descenso.
El Athletic es el buen samaritano con los equipos humildes. Se fue a la lona contra el Rayo, un equipo emergente, y repiti¨® escenario ante el C¨¢diz, que llegaba en ca¨ªda libre. Los amarillos van a pedir el empadronamiento en San Mam¨¦s. No hab¨ªan ganado en su intensa historia y en dos a?os seguidos, seis puntitos que son oro puro. Los leones, incapaces e irreconocibles desde el minuto uno al 90, pierden fuelle y el globo vuelve a desinflarse y escapar por los cielos de la preocupaci¨®n. El rival los maniat¨®. Se puso por delante y esa experiencia de ir por detr¨¢s, solo una vez vivida al calor de su gente, le sienta fatal al grupo rojiblanco. Sin Vencedor, el que lleva el volante, la nave va derecha a la cuneta. Y solo Zarraga, tambi¨¦n ausente, le puede suplir. Las bajas se notaron mucho, tambi¨¦n la de I?igo Mart¨ªnez y su demostrable jerarqu¨ªa. Perdi¨® el norte el grupo de Marcelino, el control de la situaci¨®n, y entr¨® en un bucle de ansiedad que le paraliz¨®. Careci¨® de mordiente. El mal end¨¦mico del gol (esta vez ni en casa, donde siempre hab¨ªa marcado) sigue ah¨ª, pero en esta oportunidad preocuparon m¨¢s las escas¨ªsimas ocasiones que se generaron. Nada de fluidez y solo unas llegaditas t¨ªmidas. El peor partido del a?o con diferencia.
El 0-1 fue un premio a la salida decidida, vertical y con ambici¨®n del C¨¢diz. Menuda sorpresa. Este bord¨® dos objetivos: una primera parte buena y una segunda que le conven¨ªa, a enfriar el juego y encastillarse. Tuvo una puesta en escena imprevista. En el minuto seis, con el personal a¨²n sacudiendo su paraguas tras recibir la incesante lluvia, Salvi S¨¢nchez recogi¨® un mal control de Lozano por la zona derecha y, sin ¨¢ngulo, lanz¨® un disparo que roz¨® en Lekue y cambi¨® de trayectoria. Extra?aba la posici¨®n de este por ese flanco. El roce despist¨® a Unai Sim¨®n. El cuero peg¨® despu¨¦s en el tobillo del propio meta y se col¨® en la red.
El Athletic sali¨® con una caraja tremenda, muy fr¨ªo y descentrado, a buen seguro sorprendido por un rival tan agresivo. N¨²?ez y Yeray, viejos camaradas de la cueva defensiva, estaban inc¨®modos, trataban de salir a la aventura y perd¨ªan posesiones que generaban enorme peligro andaluz. El partido era muy abierto y trepidante, no entend¨ªa de pausas. El C¨¢diz lo ten¨ªa donde quer¨ªa: marcar y estar ordenado atr¨¢s. Pero dejaba m¨¢s espacios de los que su rival esperaba. As¨ª que, a poco que se pusieron, los leones gozaban de ocasiones. Por ejemplo, Sancet, que se gir¨® en una zona intermedia por el medio pero le falt¨® determinaci¨®n para chutar con la izquierda. Cuando se la cambi¨® a la diestra ya ten¨ªa a los ¡®tiburones¡¯ encima. Si el canterano pierde la espontaneidad y se pone a hacer c¨¢balas en el verde, se hace intrascendente. Estaba muy ansioso con el primer toque, al recibir. Eso s¨ª, en cuestiones como estas ve¨ªa un fil¨®n el equipo de Marcelino: acciones f¨¢ciles sin marca en tres cuartos que generasen ventajas y desajustes.
El t¨¦cnico asturiano manejaba un equipo desfigurado, con errores garrafales y nula velocidad en ataque. Todo era previsible. Por el contrario, Jonsson sostuvo todo el entramado cadista. Aguantaba, se perfilaba, mandaba a sus compadres a la guerra y volv¨ªa con enorme velocidad cuando se trataba de plegar velas. Todas las dudas bilba¨ªnas se canjeaban por certezas en el bando visitante. N¨²?ez, por ejemplo, extravi¨® de nuevo la br¨²jula y le rob¨® la cartera Perea en el minuto 32. Este recibi¨® el presente, se desenvolvi¨® por la frontal y su disparo se lo ataj¨® abajo Sim¨®n, de los pocos que se salvaron de la quema. La tuvo para el 0-2 el animoso conjunto andaluz. Tambi¨¦n un cabezazo de Lozano poco despu¨¦s que volvi¨® a hacer trabajar al meta internacional. Todo esto empez¨® a inquietar a la grada. Al equipo bilba¨ªno, no, porque ya ven¨ªa siendo un flan desde minutos atr¨¢s. Cuando los leones perd¨ªan el bal¨®n se quedan meditando el fallo y se desactivaban. Les faltaba velocidad y determinaci¨®n. Muniain se ech¨® al monte y lo intent¨® por dentro, pero esa tecla tampoco sonaba afinada.
Salvi, Choco Lozano y Perea se mov¨ªan a placer con espacios, en tanto que a Balenziaga le faltaba altura de miras para tener peligro por la izquierda. Mientras, ?lex Fern¨¢ndez era una m¨¢quina de recuperar balones, la especialidad de un Dani Garc¨ªa que bastante ten¨ªa con rescatarse a s¨ª mismo. Lo ¨²nico bueno del Athletic al descanso es que no se llevaba a vestuarios un 0-2 en la mochila. Un poco antes se pidi¨® penalti por un derribo a Sancet. Ten¨ªa vida a¨²n el medio-muerto.
Entr¨® Nico Williams por un desdibujado Berenguer para afilar un poco el colmillo ofensivo, pero el equipo segu¨ªa plano, con Vesga y Dani Garc¨ªa a la misma altura, a veces hasta pis¨¢ndose el terreno con Muniain, sin distribuir los espacios para estirar el juego y tener presencia en la frontal del ¨¢rea. Por ello, Garc¨ªa Toral cambi¨® el discurso. Sac¨® a Ra¨²l Garc¨ªa para hacer de pareja de baile con I?aki Williams y descolg¨® a Sancet como ¡®ocho¡¯, para esbozar un rombo en medio campo. As¨ª ganaba en creaci¨®n, aunque arriesgaba en defensa. Ninguna de sus soluciones dinamizaron a un grupo fantasma. Daba igual, el C¨¢diz por entonces era un autob¨²s aparcado en su ¨¢rea. Un chispazo del peque?o de los Williams encendi¨® a la grada y meti¨® al equipo m¨¢s en faena. Emocionalmente el encuentro parec¨ªa iniciar un viraje. Puros fuegos artificiales.
A falta de peligro desde el juego combinativo, el Athletic se puso en brazos de la estrategia. En el 68 tuvo un remate de cabeza N¨²?ez en un c¨®rner, pero el golpeo se fue a manos de Ledesma. El bal¨®n parado como soluci¨®n de emergencia porque I?aki, el delantero m¨¢s titular, no hizo algo parecido a un remate hasta el minuto 76. El C¨¢diz puso el encuentro en el congelador entre cambios de jugadores e interrupciones. Fali sali¨® a sujetar el medio campo y Cervera dej¨® a Sobrino como ¨²nico punta, con orden a Jonsson para que le echase una mano. Serrano completaba la fiesta de los canteranos en los rojiblancos. Y suyo fue el mejor disparo, en el 78, aunque la despej¨® el portero con el pie. El Athletic se quedaba a media cocci¨®n, sin generar por dentro, a la espera de un golpe de genialidad de los 'Nicos'. Pero Espino tiene mucha mili, ?vaya partido se casc¨®! El y su C¨¢diz. San Mam¨¦s les protege.
- 1 Unai Sim¨®n
- 5 Yeray -
- 15 Lekue
- 24 Balenziaga -
- 3 Unai N¨²?ez
- 6 Vesga (57') -
- 7 Berenguer (45') -
- 14 Dani Garc¨ªa
- 10 Muniain (75')
- 9 Williams
- 8 O. Sancet (88')
- Banquillo
- 31 Aitor Paredes
- 2 Alex Petxarrom¨¢n
- 11 Jon Morcillo (88') SC
- 18 De Marcos
- 33 Nico Serrano (75')
- 30 Nico Williams (45')
- 22 Ra¨²l Garc¨ªa (57')
- 21 Capa
- 13 Ezkieta
- 1 Jeremias Ledesma
- 22 Luis Espino
- 20 Isaac (70')
- 5 Haroyan
- 16 Cala
- 8 ?lex Fern¨¢ndez
- 2 Jens Jonsson (83')
- 10 Perea (62')
- 7 Salvi (45')
- 9 Lozano (70')
- 21 Rub¨¦n Sobrino
- Banquillo
- 4 Marcos Mauro
- 13 David Gil
- 15 Carlos Akapo (70')
- 18 Negredo (83')
- 3 Fali (70')
- 29 Osmajic
- 14 Iv¨¢n Alejo
- 30 ?lvaro Bastida
- 32 Victor Chust
- 11 ?lvaro Jim¨¦nez
- 27 Iv¨¢n Chapela (45')
- 19 Santiago Arzamendia (62')