El deseo cumplido de Miguel, el ni?o en la camilla del Atleti-Betis
De Yecla, Murcia, con 16 a?os y muy futbolero, su foto en el partido se hizo viral. Una voluntad con la participaci¨®n de Gabi, de Koke y, sobre todo, la Ambulancia del Deseo.
"Miguel es un chico extraordinario", cuenta Jos¨¦ Manuel. Con una enfermedad avanzada cr¨®nica, en paliativos, ten¨ªa un deseo, asistir al Atl¨¦tico-Betis. "Una voluntad que nos pidieron sus padres, que le motivar¨ªa mucho". Miguel est¨¢ en casa. Fue Eva, la jefa del equipo m¨¦dico de paliativos del hospital Virgen de la Arrixaca, Murcia, quien contact¨® con Ambulancia del Deseo. Gabi, 'El Capi', fue su contacto, la primera persona que escribieron para saber si podr¨ªan hacerlo, cumplirlo. ?ste, enseguida, se implic¨®. Pregunt¨® a Koke. El capit¨¢n del Atl¨¦tico abri¨® las puertas del Wanda. "Que el partido fuese a las 16:15 nos facilit¨® las cosas. Pod¨ªamos ir y volver en el d¨ªa, sin tener que hacer noche, por las necesidades m¨¦dicas del traslado". Porque Miguel viaj¨® en la Ambulancia del Deseo desde Murcia durante cuatro horas ("se le hicieron muy cortas, de la emoci¨®n que sent¨ªa") con dos t¨¦cnicos de emergencias sanitarios (ambos llamados Miguel ?ngel), una enfermera (Mercedes) y un m¨¦dico (Jos¨¦ Manuel). Todos a su lado en el partido. Tambi¨¦n sus padres y sus t¨ªos. Todos profundamente emocionados. Ver cumplido este deseo a Miguel era el deseo de todos.
Es el n¨²mero 100 que la Ambulancia del Deseo realiza en Espa?a. Una ambulancia llamativa, de color amarillo y con el logo de emergencias del que brota una mariposa que, desde 2018, auspiciada por cuatro personas, tres enfermeros (Laura, Carolina y Manolo) y un m¨¦dico (Jos¨¦ Manuel), se mueve por Espa?a llena de esa responsabilidad: cumplir voluntades, "sencillas, ir a la boda de una hija, por ejemplo, ver el mar, conocer un estadio o escuchar por ¨²ltima vez el tictac de un reloj en casa, que de repente ya no puedes hacer cuando llega la enfermedad", explica Jos¨¦ Manuel. Presente hoy en 16 pa¨ªses, todo comenz¨® en Holanda, en 2007. El conductor de ambulancias Kees Veldboer trasladaba en su ambulancia a un paciente, Mario Stefanutto, cuando desde el hospital le llamaron: se retrasaba la sesi¨®n de quimioterapia. De pronto, una disyuntiva: ?qu¨¦ hac¨ªa Kess? ?Regresar por donde hab¨ªan venido y volver m¨¢s tarde, a la hora prevista o entretener el tiempo de espera, con algo? Se decant¨® por lo ¨²ltimo. Se gir¨®. Mir¨® a Mario y pregunt¨®: "?Hay algo que te gustar¨ªa hacer?". Mario tembl¨®. S¨ª, s¨ª lo hab¨ªa. Marinero, desde que enfermara no hab¨ªa regresado al Puerto de Rotterdam. All¨ª se dirigi¨® la ambulancia de Kess. Ese fue su regalo. Esas horas, all¨ª, Mario de nuevo frente al mar, feliz, hicieron que creciera un 'y si' en su cabeza. Ese proyecto. Una ambulancia para cumplir ¨²ltimas voluntades. Esas cosas sencillas que, un d¨ªa, ya no se pueden hacer. Y muchos necesitan, para irse en orden, tranquilos, en paz, para vivir en medio de la enfermedad, casi al final, ese oasis de felicidad.
Los 1.600 deseos en Holanda
"En Holanda, donde ya est¨¢ muy instaurado, se han cumplido ya 16.000 deseos", enumera Jos¨¦ Manuel. Con ocho ambulancias y viajes todos los d¨ªas. Cuando la Fundaci¨®n Ambulancia del Deseo comenz¨® a germinar como un proyecto para hacer en Espa?a ("despu¨¦s de que en 2018 se invitara a Kess al I Congreso Internacional de Humanizaci¨®n de Urgencias, Emergencias y Cat¨¢strofes) se desplaz¨® a Holanda para aprender y comprobaron como all¨ª su calado es ya inmenso. "Nos ve¨ªan aparecer en un lugar y la gente nos aplaud¨ªa, por ese deseo que sab¨ªan que ¨ªbamos a hacer realidad. All¨ª el trato del final de la vida es m¨¢s abierto que en Espa?a". Tres a?os ("y un frenazo por el Covid") despu¨¦s, la Fundaci¨®n Ambulancia del Deseo tiene dos veh¨ªculos y dos sedes, en Murcia, que se ocupa de todo el sur, y otra en Asturias, para el norte. Todos los deseos son gratuitos, todos los que participan son voluntarios, "nadie cobra". T¨¦cnicos de emergencias, sanitarios, enfermeros, m¨¦dicos. El pago es mucho m¨¢s profundo. E inolvidable. Como el del Wanda. Como con Miguel.
"Cuando termin¨® el partido le ten¨ªamos preparada una sorpresa que ¨¦l no sab¨ªa", esgrime Jos¨¦ Manuel. Bajar a los vestuarios, conocer a los futbolistas. El primero en saludarle fue el Cholo, seg¨²n cuenta el m¨¦dico. Le dio ¨¢nimos, un abrazo. Despu¨¦s lo hicieron De Paul, Jo?o F¨¦lix, Correa o Hermoso. "El ¨²ltimo en llegar fue Koke". Lo hizo con una camiseta firmada por todos y unas botas usadas por ¨¦l en un partido de Champions. Un Koke que no pudo evitar emocionarse con el ¨²ltimo momento de la sorpresa: Joaqu¨ªn S¨¢nchez. "Ya sabes c¨®mo es Joaqu¨ªn, toda Espa?a lo conoce, un fen¨®meno, y se acerc¨® tambi¨¦n para saludar a Miguel, a quien conoc¨ªa de otra ocasi¨®n. Hablaron, sus cosas, y se emocionaron. Mucho". A¨²n lo hace Jos¨¦ Manuel al contarlo. La emoci¨®n de Joaqu¨ªn, la emoci¨®n de Koke, la emoci¨®n de Miguel, que no dej¨® de hacer fotos, mirar todo, aplaudir, el domingo en el Metropolitano. Y se olvidaba, al menos unas horas, de su enfermedad.