Arroyo gana otra batalla cuatro octubres despu¨¦s
El canterano del Real Valladolid se estren¨® como goleador en la Primera RFEF cuatro a?os despu¨¦s de sufrir una lesi¨®n que comprometi¨® su carrera.
Hay momentos, im¨¢genes o fechas que a uno se le quedan instaladas en la memoria. Entre las ¨²ltimas, para Roberto Arroyo y su familia est¨¢n desde 2017 los ¨²ltimos d¨ªas de octubre. Despu¨¦s de su gol en Talavera, el primero como futbolista del Real Valladolid Promesas, esas semanas cobrar¨¢n otro sentido. Echando la vista atr¨¢s, lo acontecido entonces, hace cuatro a?os, no ser¨¢ otra cosa que una dura prueba de lucha y resiliencia.
El hoy todav¨ªa juvenil, entonces en edad cadete, sufri¨® una grave lesi¨®n que comprometi¨® no solo su carrera deportiva. Despu¨¦s de recibir un golpe en el muslo, tuvo una complicaci¨®n vascular que le hizo pasar por quir¨®fano y afrontar un periodo de recuperaci¨®n largo, iniciado con muchos miedos sobre qu¨¦ Arroyo volver¨ªa a ser. La respuesta deportiva fue signo de que 'el otro' se recuper¨® bien: reapareci¨® seis meses despu¨¦s como sab¨ªa, haciendo goles.
Superado el susto, que fue enorme, en Los Anexos se volvieron a ver sus rizos y su sonrisa, la de un canterano que lleg¨® en edad alev¨ªn del Villa de Simancas y cuyo nombre estuvo desde ese mismo instante marcado en rojo como el de uno de los futbolistas de mayor proyecci¨®n de la cantera del Pucela. Esa categorizaci¨®n pudo resentirse durante un tiempo. Lo que no admite dudas es que su estreno goleador en la Primera RFEF le devuelve parte de lo perdido.
El menudo atacante vive su tercera temporada a las ¨®rdenes de Julio Baptista, justamente las tres que lleva el t¨¦cnico, con quien Arroyo fue capit¨¢n el primer a?o, dif¨ªcil para ambos, de m¨¢s a menos e interrumpido por la irrupci¨®n de la COVID. Al reanudarse el f¨²tbol tras el verano de 2020, pasaron juntos a la Divisi¨®n de Honor, donde, sin hacer ruido, aprovech¨® la baja de Slavy para imponerse a Isailovic y ser titular con frecuencia.
Esp¨ªritu batallador
A su favor jugaban las mismas condiciones que le han permitido estar este curso en din¨¢mica de Promesas; el ser puro nervio, inquieto y batallador, as¨ª como diferentes rasgos t¨¦cnicos como su capacidad de desmarque o de asociaci¨®n, por ejemplo, de espaldas a porter¨ªa, a pesar de no ser de mucha estatura. Incluso cuando no marca (sus guarismos en juveniles no son muy altos), para los defensas es un engorro, pues es un segundo punta inc¨®modo.
Ah¨ª es donde ha jugado su ¨²nico partido a las ¨®rdenes de Borja Fern¨¢ndez, pues la planificaci¨®n hecha con el Promesas, en la que la necesidad de fichar otro delantero se qued¨® en el tintero, ha jugado a su favor, como de nuevo lo han hecho los problemas f¨ªsicos de Slavy. As¨ª, fue titular en dos de las tres primeras jornadas, y aunque Baptista se decant¨® por otras alternativas los dos ¨²ltimos encuentros, volvi¨® a aparecer en Talavera para sentenciar.
Su primer gol con el filial supone otra batalla librada en octubre de la que salir vencedor, de menor trascendencia que aquella que vivi¨® cuatro octubres atr¨¢s, aunque una de la que sali¨® sonriente, con tres puntos en el zurr¨®n de vuelta a casa. Otra en la que demostrar el esp¨ªritu guerrero y resiliente que encierra su sonrisa y proyectan sus botas. Otra muesca en la memoria, al fin y al cabo, con un recorrido distinto y con final feliz.