El macroproyecto fantasma
La alcaldesa de Mos, gran aliada del presidente Carlos Mouri?o, reconoce por primera vez que la nueva ciudad deportiva del Celta no va a disponer de un centro comercial.
El sue?o de Carlos Mouri?o se ha topado con la realidad. La ciudad deportiva Afouteza se ve obligada a renunciar a contar con un centro comercial. Un nuevo varapalo, y el m¨¢s duro, para el macroproyecto que desat¨® la guerra sin cuartel protagonizada durante los ¨²ltimos a?os por el presidente del Celta y Abel Caballero, alcalde de Vigo.
Nidia Ar¨¦valo, alcaldesa de Mos y gran aliada de Mouri?o, ha sido la encargada de reconocer que el ambicioso plan dise?ado desde A Sede no es posible. ¡°Los informes de Fomento impiden desarrollar aqu¨ª el ¨¢rea comercial. Las puertas de Fomento est¨¢n cerradas para Mos por orden de Vigo. Para completar la ciudad deportiva, la parte comercial debe quedar apartada", afirma la regidora mosense en Faro de Vigo.
Las declaraciones de Ar¨¦valo chocan frontalmente con el discurso de Mouri?o. Sirvan como ejemplo las manifestaciones realizadas por el propietario del club celeste en febrero de 2019, cuando ya hab¨ªa serias dudas sobre el centro comercial: ¡°Siempre hemos hablado de un proyecto ¨²nico y es lo que vamos a hacer. Tiene que salir adelante y va a salir adelante¡±.
Casi todo por hacer
Al presidente c¨¦ltico le toca ahora replantear su estrategia para desarrollar una ciudad deportiva que no va a poder contar con la parte que la iba a hacer viable econ¨®micamente. Inaugurada en noviembre de 2020, Afouteza dispone en estos momentos de tres campos de f¨²tbol y se est¨¢ construyendo un cuarto. Respecto al macroproyecto presentado en diciembre de 2017 faltan un pabell¨®n, un campo de hierba natural, otros cinco de hierba artificial, espacios para otros deportes, una Universidad del Deporte¡
Afouteza no solo tiene un problema financiero, tambi¨¦n se encuentra en una encrucijada jur¨ªdica. El pasado mes de junio el Juzgado de lo Contencioso-administrativo n¨²mero 3 de Pontevedra anul¨® la licencia de los vestuarios y oblig¨® a revisar la de los campos de entrenamiento.