De fiesta a pesadilla en Newcastle
El Newcastle puede ser el club m¨¢s rico del mundo, pero tiene tantos millones como problemas. Empezando por Steve Bruce, al que la afici¨®n le cant¨® el definitorio 'Vas a ser despedido por la ma?ana¡¯
Lo que empez¨® como una fiesta, acab¨® como una aut¨¦ntica pesadilla. El Newcastle puede ser el club m¨¢s rico del mundo, pero lo cierto es que tiene tantos millones como problemas. Empezando por Steve Bruce, al que la afici¨®n le cant¨® el definitorio ¡®Vas a ser despedido por la ma?ana¡¯, pero sin olvidar una plantilla que sin la intervenci¨®n de los nuevos due?os tiene una pinta tremenda de estar luchando en mayo por no descender al Championship. El estreno, eso s¨ª, no fue el m¨¢s sencillo, pues el Tottenham, pese a que tambi¨¦n tiene sus zonas oscuras, es un rival completamente fuera de su liga. Ocho jornadas, cero victorias y solo tres puntos en el casillero de unas Urracas que ya saben que van a empezar a rodar cabezas por St James Park.
Y eso que la tarde pintaba a fiesta. El colorido en las gradas fue espectacular. La gente, disfrazados algunos con el traje tradicional ¨¢rabe, daba la bienvenida con mucha expectaci¨®n a una ilusi¨®n que hac¨ªa falta en la ciudad del norte de Inglaterra. Y, nada m¨¢s pitar el ¨¢rbitro, tan solo 107 segundos despu¨¦s, Wilson marcaba el primer gol con un testarazo espectacular que funcionaba a modo de ¡®chupinazo¡¯ de la nueva etapa. Espoleados por la ilusi¨®n que embriagaba el ambiente, parec¨ªa que los Magpies pod¨ªan dar la sorpresa, pero el Tottenham les baj¨® pronto de la nube.
Los millones, los disfraces y los planes de futuro no borran, por el momento, la realidad que vive el Newcastle. Tiene problemas en todas las l¨ªneas de su plantilla, pero el drama que tiene en la l¨ªnea defensiva es digno de estudio, y eso le cost¨® que, en cuanto se despist¨® un segundo, Ndombel¨¦ tuvo todo el tiempo del mundo para clavar un gol en la escuadra. Kane, poco despu¨¦s, hac¨ªa el segundo.
Por si no hab¨ªa demasiado drama sobre el terreno de juego, Reguil¨®n se dio cuenta de que en las gradas un aficionado hab¨ªa tenido un problema de salud. Se par¨® el partido durante diez minutos e incluso los m¨¦dicos del Tottenham tuvieron que recorrer el terreno de juego con el equipo de reanimaci¨®n para intervenir. Lo ¨²ltimo que se sabe de ¨¦l, o ella, es que estaba estable y camino al hospital m¨¢s cercano. Con el bal¨®n de nuevo en juego, Son agrand¨® la brecha.
Lejos de reaccionar, en la segunda mitad el Newcastle fue incapaz de disparar entre los tres palos, y parec¨ªa m¨¢s cercano el cuarto que la remontada. Dier, eso s¨ª, se invent¨® uno de sus errores para colarse en su propia porter¨ªa un centro manso en los ¨²ltimos minutos, aunque eso no cambi¨® el marcador final.