La cr赤tica velada de Murthy a la gesti車n de Mateu Alemany
Anil Murthy explica la nueva hoja de ruta de Lim, basada en un equilibrio econ車mico totalmente austero, obsesionada en reducir el coste de plantilla y con miras deportivas mediocres.
Anil Murthy tira chinas en cada acto en el que participa. Las 迆ltimas las lanz車 en una charla que ofreci車 en la presentaci車n de un M芍ster que organiza la Fundaci車n VCF. Sus cr赤ticas iban dirigidas al modelo de gesti車n global del f迆tbol, en cierta medida el que propici車 que el Valencia cayera en manos de Peter Lim, pero tambi谷n y de forma velada -sin nombrarle- al que lider車 Mateu Alemany en su etapa en el club de Mestalla.
"Estadios cerrados, sin ingresos por parte de los fans, ni los palcos# se han perdido muchos patrocinios# p谷rdidas que se tienen a causa de la pandemia. Pero no podemos culpar a la pandemia de todo". La 迆ltima parte de esta frase de Murthy podr赤a sonar a un conato de autocr赤tica hacia su gesti車n. Pero no era esa su intenci車n.
En las reflexiones del presidente, la pandemia es culpable de la reducci車n de ingresos por abonados (de 12 millones en la temporada 2019/20 a nada en la 2020/21), la p谷rdida de acuerdos comerciales (apartado que se notar芍 m芍s en el presupuesto del pr車ximo curso, porque en el anterior la mayor赤a de contratos ten赤an vigor) y de las estrecheces del mercado (ofertas irrisorias). De hecho la pandemia sigue siendo el principal argumento del club para solicitar la pr車rroga de la ATE de Mestalla. Pero cuando matiza que "no podemos culpar a la pandemia de todo", Murthy apunta directa y exclusivamente al "sobre gasto, hiperinflaci車n, un problema de la industria del f迆tbol". Es decir, al coste de las plantillas.
"No se puede seguir dirigiendo a los clubes de f迆tbol de esta forma. No se puede seguir pidiendo dinero prestado para gastarlo y dejar el problema para quien venga. La parte positiva de la pandemia es que ha expuesto el problema general de la industria del f迆tbol con la hiperinflaci車n, sobre gastos y un comportamiento despreocupado". Esto es lo que dijo Murthy el pasado jueves, que podr赤a servir como explicaci車n a por qu谷 se vendi車 el Valencia a un empresario de Singapur (de aquellos barros de Juan Soler, estos fangos). Pero es tambi谷n la coartada que emana desde el club para explicar las decisiones tomadas desde septiembre de 2019 y ya en esas fechas se usaba como argumento para justificar por qu谷 Lim prescind赤a de Mateu Alemany.
Los datos durante la etapa de Mateu Alemany en el Valencia
Los datos dicen que, en los dos a?os en los que Peter Lim aval車 la gesti車n de Mateu Alemany, el Valencia fich車 por 226 millones y vendi車 por 130,3. En ese periodo, casi se duplic車 el coste de plantilla: de 93 millones en la temporada 2017/2018 (54 de salarios y 39 de amortizaciones) a los 175 de la plantilla 2019/20 (108 de salarios y 67 de amortizaci車n), la 迆ltima que confeccion車 el t芍ndem Alemany-Marcelino, aunque fue Murthy quien la gestion車 y Celades el que la dirigi車.
Desde entonces, la consigna de Peter Lim es clara: reducir cada a?o el coste de plantilla y freno a las inversiones. Marcelino us車 para definir esa pol赤tica una expresi車n que le pas車 factura: "Solo los cangrejos van hacia atr芍s", refiri谷ndose a cuando Lim ten赤a pactada la salida de Rodrigo al Atl谷tico sin intenci車n de reemplazarle. Rodrigo ese a?o se qued車, pero los que finalmente salieron del club fueron el propio Marcelino y Alemany y un a?o despu谷s comenz車 la liquidaci車n del equipo campe車n de Copa del Rey.
As赤, tras las salidas en el verano de 2020 de Parejo, Coquelin, Kondogbia, Rodrigo# el coste de plantilla se redujo hasta 128 millones, una cifra que es parecida a la actual y que se quiere a迆n m芍s, hasta una horquilla que oscila entre 70 y 90 millones. Precisamente esa pol赤tica de reducci車n es la que propici車 los elogios de la Liga ("La gesti車n es excelente", dijo recientemente Jos谷 Guerra, director general corporativo de LaLiga), un piropo sorprendente teniendo en cuenta que se dec赤a el mismo d赤a que se confirmaba que la Liga hab赤a fijado en solo 31 millones el margen de l赤mite salarial del Valencia por el Fair Play Financiero.
"Si hubiera funcionado el antiguo estilo de gesti車n, el club no estar赤a en la quiebra. As赤 que, l車gicamente, el club necesitaba un nuevo estilo de gesti車n", remarcaba Murthy ante los alumnos del m芍ster, afilando su dardo. Lo que omit赤a el an芍lisis de Murthy son los datos que avalaban la funcionalidad de ese "antiguo estilo de gesti車n".
Los ingresos aumentaron en 90 millones anuales
Bajo la gesti車n de Alemany y la direcci車n de Marcelino, el Valencia se clasific車 dos veces seguidas para la Champions, alcanz車 una semifinal de la Europa League contra el Arsenal y gan車 un t赤tulo tras 11 a?os de sequ赤a. Ese rendimiento deportivo propici車 que la plantilla se revalorizase en solo dos a?os en 187,8 millones (de 286 millones a 474) y, en consecuencia, que aumentaran los ingresos por abonados (de 11 a 14 millones), los comerciales (de 13 a 20, aumentando el valor de la camiseta un 60%), los televisivos (de 61 a 78) y, sobre todo, los ingresos por competiciones (de 3 a 66). Es decir, los ingresos anuales aumentaron en unos 90 millones.
Ese "antiguo estilo de gesti車n" implicaba una mentalidad competitiva, un criterio en las decisiones, una estabilidad estructural y miras elevadas, asumiendo un riesgo que va intr赤nseco el f迆tbol, donde dos y dos no siempre son cuatro. El Villarreal est芍 hoy en la Champions por un penalti que par車 su portero (Rulli) al del rival (De Gea) en la 12? ronda de la tanda de una final (Europa League). Vi谷ndolo as赤 suena arriesgado jugarse tanto a un penalti. La realidad es que el Villarreal juega la Champions porque su proyecto est芍 ideado para pelear por ello. Pero Lim tiene una hoja de ruta diferente, un modelo de expectativas cortoplacistas mediocres, algo que difiere con la idiosincrasia de un club como el Valencia, y basada en un equilibrio econ車mico austero, lejano a la presentada como la "mayor transacci車n del f迆tbol mundial".
El en谷simo cambio de rumbo de Peter Lim
Nada tiene que ver la filosof赤a, el concepto de proyecto, de la etapa de Alemany con el que ahora promueve Lim. Mateu Alemany, en 2018, dec赤a como portavoz que era del Valencia: "Si queremos tener un equipo competitivo debemos aumentar nuestro FPF. Para aumentarlo debemos vender jugadores. ?Queremos tener el mismo FPF de 110 millones de euros? ?O preferimos llegar a 150 aunque eso genere d谷ficit? Para m赤 est芍 muy claro. Preferimos tener m芍s FPF, invertir m芍s, aunque eso genere un d谷ficit. Nos hemos quedado muy lejos de los clubes de arriba y para acercarnos debemos invertir y seguir arriesgando".
Mientras, el "nuevo estilo" del que habla Murthy est芍 basado, "a corto plazo, en reestablecer la situaci車n financiera haci谷ndola m芍s sostenible bajando los costes (de ah赤 la capitalizaci車n de 43 millones de Lim); a medio plazo, construir un equipo de f迆tbol que vaya a competir a un nivel top sin hacer locuras; sin fichar como un loco y no tener dinero para pagar luego; y a largo plazo mantener el equipo a su nivel m芍ximo dentro del l赤mite financiero del club".
Peter Lim, en cuya forma de vida impera la lealtad como sin車nimo de servilismo y en cuyas decisiones tiene cabida el rencor, se esconde tras el argumento de que es un riesgo invertir 175 millones en una plantilla para estar en vilo hasta la 迆ltima jornada para saber si juega Champions o Europa League (como le sucedi車 en los dos a?os con Marcelino). Curiosamente, ejemplo de los dientes de sierra en los que se mueve el club desde 2014,?Lim ha pasado de trazar un plan econ車mico interno que aspiraba a alcanzar un presupuesto anual de 200 millones, que era lo que se entend赤a necesario para competir con regularidad en Europa, a que la Liga le diga que no puede gastarse m芍s de 31 millones en la confecci車n de la plantilla.
Asu vez, el due?o olvida que, gracias a ese "antiguo estilo de gesti車n",?el Valencia ingres車 en dos a?os 126 millones por competiciones (Champions) y ten赤a a su afici車n entregada; mientras que tras la salida de Alemany, apenas han vuelto a entrar 3 millones en caja por competiciones (dos a?os 12? en Liga) y reina un desarraigo social sin precedentes. Y ah赤 la pandemia tampoco tiene culpa, como se demuestra por Sevilla o Vila-real.