EL PROTAGONISTA DE LA JORNADA 8
El 'Bichito' renace en Gran Canaria
Jes¨¦ Rodr¨ªguez ofrece claros indicios de volver a ser aquella leyenda de 'La F¨¢brica' a la que una lesi¨®n cort¨® su imparable proyecci¨®n en el Real Madrid. Muy buenas noticias para su club.
A la en¨¦sima, o casi, va la vencida. Tras muchos tumbos, acaso deambulando con toda la pena y ninguna gloria en Par¨ªs, Londres, Lisboa, Sevilla (Betis) o Gran Canaria, el 'Bichito' parece estar de vuelta. Ahora s¨ª, la resurrecci¨®n de Jes¨¦ Rodr¨ªguez parece un hecho.
Tanto el futbolista como los dirigentes de la Uni¨®n Deportiva reconocieron el pasado verano la necesidad de que se sintiera a gusto con su entorno para volver a ser el que un d¨ªa apunt¨® tan alto, y qu¨¦ mejor que su ciudad, Las Palmas de Gran Canaria, y la instituci¨®n deportiva m¨¢s importante de Canarias para darle su ¨²ltima oportunidad.
El domingo, ante el Cartagena, Jes¨¦ solt¨® todo el perfume futbol¨ªstico que siempre llev¨® dentro, impregnando este partido, y de paso a la categor¨ªa de plata del f¨²tbol patrio, de ese aroma de estrella que nunca le abandon¨® pese a que no se comi¨® una m¨ªsera rosca desde que sali¨® del Madrid. Es algo que ven¨ªa de lejos. Marc¨® un gol, le 'regal¨®? el suyo a Pe?aranda e hizo lo propio con Jonathan Viera, ¨ªntimo amigo tanto dentro como fuera del terreno de juego, que fall¨® el gol m¨¢s f¨¢cil de su carrera. Igualmente, asisti¨® a Cardona, pero su tanto fue bien anulado por el VAR.
Jes¨¦, punta de lanza del ataque del equipo bien adoctrinado por Pepe Mel, suma tres goles y cuatro asistencias en las primeras ocho jornadas ligueras. Por ser, es el primero que presiona a la defensa rival y las principales arengas son las suyas. Le gan¨® la batalla a aquellos que pensaban que ven¨ªa a disfrutar de un retiro dorado, como quien deja pasar el tiempo sin ser consciente de una decadencia futbol¨ªstica que en este caso no fue tal.
Poco a poco, consciente de que el ¨²ltimo tren pas¨® por delante de ¨¦l cuando peor lo ten¨ªa, ha ido ganando su propia guerra, aquella que le llev¨® a vencer a sus principales demonios, que tanto le recitaban, mal¨¦fico este coro, esas malas melod¨ªas que tanto resonaban en su cabeza. Ahora, en su interior, vuelven a tener cabida los goles, muchas asistencias (cuatro, l¨ªder de la liga en este apartado) y mucha esperanza. El ¡®Bichito¡¯ ha renacido.