El efecto Messi se nota en las llegadas
Dieciocho personas y un perrete recibieron al Barcelona a su llegada al hotel de concentraci¨®n de Lisboa. Da igual el n¨²mero, ning¨²n jugador se par¨® a firmar.


Las llegadas del Barcelona a los hoteles europeos en las previas a los partidos de Champions eran una cosa con leo Messi y ahora son otra muy distinta.
Si entonces, con el argentino en las filas barcelonistas, las aglomeraciones en las puertas de los hoteles de caza aut¨®grafos, seguidores del Bar?a, colonia argentina y curiosos en general era la moneda de uso com¨²n, ahora el Barcelona llega a sus cuarteles generales casi de inc¨®gnito.
El equipo barcelonista desembarc¨® en la puerta del hotel Epic de Lisboa sobre las siete de la tarde donde le aguardaban exactamente 18 personas y un simp¨¢tico bich¨®n. Nada que ver con otras ¨¦pocas. A pesar de que los escasos fans del equipo se desga?itaron llamando a los jugadores e incluso una chica llevaba una cartulina con el nombre de Ara¨²jo, ni uno de los jugadores del Barcelona se acerc¨® para firmar un aut¨®grafo. En eso siguen igual que cuando estaba Messi.