El Espanyol alcanz¨® la felicidad en la v¨ªspera del impensable 11-S
Solo unas horas antes del atentado sobre las Torres Gemelas, en Sant Adri¨¤ inauguraba el club perico un inmueble que le dio ¡°una nueva vida¡±: su Ciudad Deportiva.
La vida a veces resulta ir¨®nica. Apenas unas horas antes de que la historia contempor¨¢nea cambiase para siempre por el derrumbe de dos ic¨®nicos edificios, el Espanyol vivi¨® un d¨ªa inolvidable con la inauguraci¨®n de otra suerte de inmueble. De la Ciudad Deportiva que, con el tiempo, llevar¨ªa el tiempo del eterno Dani Jarque. Se cumplen 20 a?os exactos desde aquel 10 de septiembre de 2001, v¨ªspera de los atentados del 11-S, en el que el pueblo perico fue feliz, con toda la candidez de quien ignora lo que suceder¨¢ tras la vigilia.
¡°Junto al de la Copa (de Mestalla, en 2000), es uno de los d¨ªas m¨¢s felices de mi vida¡±, proclamaba, no en vano, el mism¨ªsimo presidente del Espanyol, Dani S¨¢nchez Llibre, tras cortar la cinta. ¡°El Espanyol comienza una nueva vida¡±, se arriesgaba a sentenciar, apenas cuatro a?os despu¨¦s de haber perdido el estadio de Sarri¨¤ ¨Ccon otra demolici¨®n, parad¨®jicamente, aunque esta controlada¨C, a¨²n sin terrenos para el futuro RCDE Stadium y viendo c¨®mo el club al fin recuperaba patrimonio. ¡°El Espanyol est¨¢ vivo¡±, sintetizaba la que era delegada del Gobierno en Catalunya, Julia Garc¨ªa Valdecasas.
Exultante estaba tambi¨¦n el alcalde de Sant Adri¨¤, la localidad anfitriona. Sito Canga reconoc¨ªa que estaban ¡°de fiesta¡± y del Espanyol dec¨ªa que ¡°un club del que un jugador se va llorando a pesar de que cobrar¨¢ m¨¢s en su destino tiene que ser un club enorme¡±. Daba fe de ello Rafa Mara?¨®n, quien adem¨¢s de ser el m¨¢ximo goleador perico de todos los tiempos fue, como buen arquitecto, el art¨ªfice t¨¦cnico de la instalaci¨®n.
Tambi¨¦n tuvieron su momento el entonces ¡®honorable¡¯ Jordi Pujol, president de la Generalitat, y el alcalde de Barcelona, Joan Clos, quien recibi¨® silbidos por buena parte de los 4.000 asistentes al estreno, que cont¨® incluso con la bendici¨®n del obispo auxiliar de Barcelona, Joan Carrera. La comidilla de todos era que hab¨ªa el Espanyol conseguido tener una ciudad deportiva antes incluso que el Barcelona, su eterno rival.
Pronto la cantera ¨Cacostumbrada a moverse por toda Barcelona¨C se afianz¨® y el primer equipo traslad¨® sus entrenamientos a una Ciudad Deportiva que tuvo un coste de unos 8,5 millones de euros y de 72.000 metros cuadrados de superficie, que justo dos d¨¦cadas despu¨¦s se antojan insuficientes ¨Cpese a remodelaciones para profesionalizarla, como la que se ha llevado a cabo esta ¨²ltima temporada¨C para albergar a un club de la envergadura del Espanyol, que busca terrenos para contar con una segunda instalaci¨®n. Buena se?al.