Cristiano agranda su leyenda
Un doblete de cabeza del portugu¨¦s le convierte en el m¨¢ximo goleador hist¨®rico de las selecciones en solitario (111 dianas) y sirven para remontar ante Irlanda.


Qu¨¦ complicado debe ser odiar a Cristiano. Sus cr¨ªticos m¨¢s feroces se frotaban las manos cuando fall¨® un penalti ante Irlanda que le imped¨ªa ser el m¨¢ximo goleador de selecciones de la historia en solitario. Seguro que re¨ªan despu¨¦s cuando Irlanda se adelant¨® en el marcador. Pero con Cristiano nunca se puede cantar victoria. Normalmente la canta ¨¦l. Y ayer lo volvi¨® a hacer. Con dos cabezazos en los minutos finales le dio los tres puntos a Portugal y dej¨® su r¨¦cord de goles como internacional en 111 tantos. Ya todos, incluso Ali Daei, le miran desde abajo.
Para ayudar a Cristiano a lograr su r¨¦cord, Fernando Santos aline¨® un once muy ofensivo en el que pr¨¢cticamente solo Pepe y R¨²ben D¨ªas ten¨ªan la obligaci¨®n de defender. Guerreiro y Cancelo se empadronaron r¨¢pidamente en campo contrario formando una l¨ªnea de cinco en el medio con Palhinha, Bruno Fernandes y Bernardo, jugones a todo ritmo. Arriba, Rafa Silva y Diogo Jota completaba la asamblea de talentos que se dieron cita en Algarve para acompa?ar a Cristiano. Con tanto artista sobre el escenario, Irlanda supo reconocer su papel. No era el de protagonista, aunque m¨¢s tarde se atrever¨ªa a serlo. Los de Stephen Kenny se encerraron en su ¨¢rea y retaron al cron¨®metro a ver cu¨¢nto tiempo eran capaces de resistir. Ya les llegar¨ªa su oportunidad.
Cerca estuvo el plan de no llegar a los diez minutos, cuando Bruno Fernandes le rob¨® la cartera a Hendrick en el ¨¢rea y ¨¦ste acab¨® derribando al del United en su intento por recuperarlo. El ¨¢rbitro se?al¨® penalti, aunque el VAR no lo ten¨ªa tan claro. A c¨¢mara lenta, parece que el central irland¨¦s toc¨® el bal¨®n, pero el esloveno Jug, tras verlo varias veces, ratific¨® su decisi¨®n. Mientras los defensores irlandeses discut¨ªan con el ¨¢rbitro, Cristiano le quit¨® el bal¨®n a Bruno y le dej¨® claro qui¨¦n los lanza en Portugal. Y que se acostumbre en Manchester. Cristiano estaba tan preocupado en celebrar el gol que lo condecorar¨ªa como el mayor goleador de la historia de la selecciones que se despreocup¨® de meterlo. Bazunu se lanz¨® a la derecha y rechaz¨® el lanzamiento. A Cristiano le tocaba esperar.
Portugal ten¨ªa casi todo el accionariado de la posesi¨®n, pero, a pesar de dominar a su rival en campo contrario, produc¨ªa menos de lo esperado. Adem¨¢s del penalti, en la primera parte solo se recuerda un cabezazo al poste de Diogo Jota y un par de disparos lejanos del mismo con cierto peligro. Mientras, atr¨¢s, Pepe hac¨ªa lo posible por apagar los fuegos cuando los irlandeses sal¨ªan de su medio campo, pero en los minutos finales del primer tiempo se vio desbordado. Primero Connolly se estrell¨® con Rui Patricio en un mano a mano y en el c¨®rner resultante, Egan cabece¨® a la red un gol que dejaba descolocada a Portugal justo antes del descanso.
Ante la falta de productividad, Santos se vio obligado a mover el banquillo. Primero entr¨® Andr¨¦ Silva para darle m¨¢s libertad a Cristiano, encarcelado hasta entonces entre los centrales. Luego Joao Mario y Guedes entraron para tener m¨¢s claridad en los metros finales. Ambos fueron part¨ªcipes en la remontada asistiendo a Cristiano en los dos goles, que el portugu¨¦s calc¨® con dos cabezazos marca de la casa en los minutos finales. Portugal respira y Cristiano alarga su leyenda.
