Roque Mesa en busca de s¨ª mismo
El mediocentro canario ha arrancado la temporada siendo un pilar fundamental en el centro del campo del Real Valladolid de Pacheta.
Siempre que el mercado de fichajes lo permita, el curso incipiente ha dejado en clave blanquivioleta un claro cambio en el estilo de juego que pasa por una mayor valent¨ªa del Real Valladolid y por un rol diferente en buena parte de sus piezas, siendo el mediocentro el pilar vertebrador. Esta figura, defensiva y casi residual durante las ¨²ltimas temporadas, ha cobrado la importancia de quien ahora s¨ª quiere el bal¨®n, con Roque Mesa como primer ocupante.
El centrocampista canario ha comenzado la b¨²squeda de s¨ª mismo y de su mejor versi¨®n con unos datos esperanzadores, que indican que ha completado 82 pases en dos partidos, con una media de acierto de un 94,25%. En t¨¦rminos globales, esto significa que es el futbolista con m¨¢s tino de cuantos se han asociado en m¨¢s de 80 ocasiones, superando a Marc Valiente (143 pases y 93,46% de acierto) y a Sergio Ruiz (82 pases y 93,18% de acierto), seg¨²n datos de SofaScore.
Ciertamente, los 150 minutos que ha jugado apenas sirven como muestreo, pero invitan a la observaci¨®n y al recuerdo de aquel jugador que fue en Las Palmas, donde m¨¢s brill¨® y bebi¨® del fundamentalismo con bal¨®n de Quique Seti¨¦n hasta superar las 60 entregas por partido durante dos campa?as consecutivas, en las que rond¨® un acierto de un 90%, alejado de su primer a?o en Valladolid, en el que, obligado a otra cosa, acert¨® en 28 pases por partido (81%).
El hecho de jugar con tres centrales ha favorecido que 52 de esos pases buenos hayan sido en campo rival, en contra de lo que cabr¨ªa pensar; que al ejercer de primer centrocampista, la mayor¨ªa ser¨ªan en campo propio. Y es que si bien aparece en las primeras fases con bal¨®n, no est¨¢ llamado a ser el primer receptor, sino uno m¨¢s avanzado e incidente. A poder ser, superada la divisoria, como refleja el mapa de calor del partido contra el Zaragoza.
Como se vio precisamente ante los ma?os, el 1-3-5-2 le obliga a recorrer grandes distancias en fase defensiva, un hecho que todav¨ªa no le ha lastrado en el acierto en la circulaci¨®n, pero podr¨ªa hacerlo. Esos grandes esfuerzos no tuvieron una alta consonancia a la hora de recuperar el cuero: solo sum¨® seis acciones defensivas exitosas contra un Zaragoza que hall¨® espacios en los pasillos a las espaldas de los interiores, sobre todo en el costado de Olaza.
M¨¢s liberado tras la entrada de San Emeterio, que permiti¨® una ocupaci¨®n mejor del centro del campo, fue en la segunda mitad en la que progres¨® m¨¢s y gan¨® peso frente a Eguaras, lo que dio paso al debate sobre el dibujo y/o sobre su rol. Al margen de los ajustes que son necesarios, este no parece tener demasiado lugar para un Pacheta amigo del cuero y conocedor del dato. El mismo que anima a empezar entrever el paso adelante de Mesa con respecto al pasado a?o.