La segunda inauguraci¨®n de Cornell¨¤ en un d¨ªa de pasi¨®n
Los aficionados regresaron 538 d¨ªas despu¨¦s al RCDE Stadium y disfrutaron como el primer d¨ªa en un gran partido de su Espanyol ante el Villarreal.
A las 18:30, una hora antes del Espanyol-Villarreal, la avenida Baix Llobregat era un hervidero. Camisetas blanquiazules, corrillos, los bares con gente en el exterior, abuelos, padres, madres e hijos, j¨®venes¡ M¨®viles fuera, im¨¢genes captadas. V¨ªdeos para el recuerdo. 538 d¨ªas despu¨¦s los aficionados del Espanyol regresaban al RCDE Stadium. Entre medio, una temporada para el olvido, la del descenso; y otra que pasar de puntillas, la del ascenso, la que nadie vio desde su butaca. Despertar de una pesadilla y vivir una dulce realidad fue lo que ocurri¨® despu¨¦s.
El reloj no lleg¨® a las 19:00 y los jugadores del Espanyol salieron al c¨¦sped. La ovaci¨®n de los 11.305 parec¨ªa de 40.000. Aplausos que duraron un minuto, ganas de f¨²tbol. Lo not¨® el equipo, que sali¨® enchufado, cercando al Villarreal. Pero antes del pitio inicial hubo otros momentos emocionantes, una catarata de sucesos que no le dio tiempo ni de narrar a David Bley, el speaker del estadio.
Primero, el homenaje a ?scar Gil y Javi Puado por su plata ol¨ªmpica en Tokio 2020 en los Juegos de la COVID, los m¨¢s at¨ªpicos de la historia. Con m¨¢s protagonismo el lateral que el delantero. Luego, con esa camiseta de recuerdo para los 100 partidos de Wu Lei. Poco sab¨ªa el delantero chino que, dos horas despu¨¦s vivir¨ªa el momento m¨¢s m¨¢gico de la noche y, a la vez, el m¨¢s frustrante, con su gol anulado por mano en el minuto 94. Y, por ¨²ltimo, la ofrenda del t¨ªtulo de campeones de Segunda que ofreci¨® David L¨®pez a la hinchada. Hac¨ªa 15 a?os que el Espanyol no ganaba una copa, aunque fuera la de una categor¨ªa que no le pertoca.
No se acabaron ah¨ª los homenajes. Los jugadores se abrazaron y la hinchada se puso de pie para rendir tributo a los pericos que fallecieron desde el ¨²ltimo partido. De la For?a d¡¯un sentiment de Manel Fanlo, al esfuerzo en el c¨¦sped de David Casamitjana (ex jugador) a los abrazos virtuales y las lecciones de econom¨ªa de Jos¨¦ Mar¨ªa Gay de Li¨¦bana, quienes seguro disfrutaron all¨¢ donde est¨¦n de lo que vino despu¨¦s.
La afici¨®n no par¨® de animar, de sufrir, de morderse de las u?as, de disfrutar y celebraci¨®n cada acci¨®n defensiva como si se tratara de un gol. Las viejas costumbres no se perdieron, como aplaudir a Gerard Moreno o cambiar la opini¨®n sobre el ¨¢rbitro si obstaculiza un tiro de Pedrosa o si le ense?a amarilla a Moi G¨®mez por tirarse cuando toda la grada contuvo la respiraci¨®n.
Keidi Bare fue de los m¨¢s ovacionados. Ese jugador que tanto entusiasma al perico, como dijo Vicente Moreno ¡°con agallas¡±. Nadie (o muy pocos) se fueron antes de hora. Vivieron el ¨¦xtasis con Wu Lei pero apenas hubo protestas cuando se anul¨® el gol. Pit¨® Figueroa V¨¢zquez y el aplauso fue mutuo y un¨¢nime. Un buen comienzo en la segunda inauguraci¨®n del RCDE Stadium. Fue como el primer d¨ªa.