Dejen paso a estos chavales
Garc¨¦s y Ricard remontaron un partido que el Wolfsburgo puso cuesta arriba a un Atleti mejor con los 'cholitos' que con los futbolistas del primer equipo.
Dice Simeone que ¨¦l como entrenador sigue una senda. La alemana. El dale, dale, dale, que alguna vez caer¨¢. Y precisamente en Alemania, ecuador de este verano, los chavales llamaron fuerte su puerta, como estuvieran igual, en la misma senda. Dale, dale, dale. Piden paso. El goleador que le falta puede estar en casa.
Porque inici¨® el partido el Cholo ante el Wolfsburgo sentando a cholitos y dando a paso a jugadores que estar¨¢n, del primer equipo. Vrsaljko, Kondogbia y Lemar. Con ellos y ese esquema con tres centrales y dos carrileros sobre los que ciment¨® LaLiga pasada. Sa¨²l, por la indisposici¨®n de Hermoso, hac¨ªa uno de esos viajes en el campo que tan poco le gustan, al lateral izquierdo, pero que se deber¨ªa repensar. Con la polivalencia, mostr¨® su mejor cara en lo que va de verano. Por primera vez su cabeza pareci¨® estar donde su cuerpo y no lejos, lejos, lejos.
Quiz¨¢ por la falta de ritmo de los nuevos, el Wolfsburgo entr¨® con mejor pie, con un Nmecha revoltoso, un Weghorst en todas partes y los alemanes de visita sempiterna por el ¨¢rea de Oblak. Sin amenazar, eso s¨ª. En el Atleti lo ¨²nico rese?able eran las ganas de pelota de Lemar. Ha vuelto el de la temporada pasada, no el otro, no el de anta?o. Pero era demasiado poco en un partido en el que Simeone buscaba subir una marcha. No terminaba de generar su equipo, ni goles ni ocasiones. Mientras la se?al de la tele que ven¨ªa de Alemania le hac¨ªa un homenaje a las retransmisiones codificadas del Canal+ de los 90, iba, ven¨ªa, se fund¨ªa, Weghorst picaba una pelota ante Oblak para hacerle otro agujero en el traje (tercero). Para Pervan, salvo un tiro alto de Lemar, los balones eran como estrellas fugaces que volaban muy lejos de su porter¨ªa.
Los chicos remontan
Todo cambi¨® en la segunda parte, todo lo cambiaron los chavales. Porque Simeone cambi¨® nombres (Vrsaljko, Lemar) pero no dibujo. A la lucha de Giuliano le sum¨® la chispa de Valera. Voil¨¤. Pervan pronto se sentir¨ªa como Panoramix, con el miedo de que el cielo se le derrumbara en la cabeza. Se ve¨ªa venir, la tormenta. Avis¨® Giuliano, con un disparo a la cruceta. Ejecut¨® Garc¨¦s, al cabecear perfecto un buen centro de Ricard. Empate. Pero los cholitos quer¨ªan m¨¢s, que se escucharan en Espa?a sus golpes en la puerta. Fue despu¨¦s de que Grbic se sacara una parada de reflejos a lo Jan (ojo, aqu¨ª hay portero) que Garc¨¦s devolvi¨® el regalo a Ricard. Pase al hueco para su disparo raso, imposible para un Pervan despe?ado. Y Simeone firme sobre esa senda. La alemana. Y agarrado a sus chavales. Dadle, dadle, dadle.