Oblak, siete a?os de seguridad bajo los palos en el Atl¨¦tico
Este jueves se cumplen siete a?os de la presentaci¨®n del portero como rojiblanco. Desde entonces cinco Trofeos Zamora, capit¨¢n y l¨ªder silencioso de un vestuario con hambre.
Un 22 de julio del a?o 2014, el Atl¨¦tico de Madrid presentaba a un desconocido portero esloveno que ven¨ªa del Benfica. Se trataba del portero m¨¢s caro de LaLiga hasta la fecha: 16 millones de euros. Parec¨ªa una locura, todo el mundo se ech¨® las manos a la cabeza y nadie entend¨ªa nada.
Sus primeros meses fueron complicados, una lesi¨®n de cadera no le permitieron realizar una buena pretemporada y Miguel ?ngel Moy¨¢, que lleg¨® para ser el potero suplente, se hizo con el puesto de titular. Casualidades de la vida, una lesi¨®n de Moy¨¢ en el partido de vuelta de octavos de la Champions League frente al Bayer Leverkusen, hizo que Oblak se pusiera bajo palos. Desde esa victoria en los penaltis, donde el esloveno fue clave, la porter¨ªa del Atl¨¦tico de Madrid no ha tenido otro due?o que el n¨²mero 13.
Para el equipo de Simeone, las paradas de Oblak son tan importantes como los goles de sus delanteros. Sus manos han dado muchos puntos y muchas eliminatorias al conjunto rojiblanco. Su continuidad ha permitido al equipo crecer desde la porter¨ªa, porque con un muro pr¨¢cticamente infranqueable, sabes que, si sobre pasan al defensa, tienes a Oblak y te salva el partido.
Igual hay gente que piensa que 16 millones fueron muchos, pero a d¨ªa de hoy se puede decir que ha sido uno de los fichajes m¨¢s importantes en la historia del club por todo lo que ha reportado: 5 Trofeos Zamora, 1 Liga, 1 Europa League, 1 Supercopa de Europa y 1 Supercopa de Espa?a. Y decenas de paradas que parec¨ªan imposibles, como aquella en tres tiempos al Bayer Leverkusen en el Calder¨®n, el penalti a M¨¹ller en Bayern Arena o el recital frente al Liverpool en Anfield.
Son siete a?os de seguridad rojiblanca bajo palos, son siete a?os de ¨¦xitos y ojal¨¢ sean siete m¨¢s los a?os que se quede Oblak en el Atl¨¦tico de Madrid, porque Jan Oblak es sin¨®nimo de grandes momentos.