Mbapp¨¦, donde quiere Florentino
El franc¨¦s persiste en su "no" al PSG y en el Madrid apuestan por que el fichaje no se har¨¢ hasta finales de agosto. Como Ronaldo, Ramos, Modric, Bale...
Seg¨²n la informaci¨®n publicada este jueves por L'Equipe, Kylian Mbapp¨¦ persiste en su "no" a renovar con el PSG y se coloca en el punto en el que el Real Madrid le quiere para intentar su fichaje este mismo verano. El delantero franc¨¦s ya ha rechazado varias ofertas durante el pasado a?o para ampliar su contrato con el club parisino, que vence en junio de 2022. Y, seg¨²n el prestigioso diario franc¨¦s, esa negativa se ha repetido una vez que ha finalizado la Eurocopa, en la que Francia cay¨® derrotada en octavos de final tras perder con Suiza, en un duelo que se resolvi¨® en los penaltis y en el que el fallo final vino de parte del propio Mbapp¨¦.
La estrategia blanca gir¨® siempre en torno al guion que se viene desarrollando, el mismo que ya dio efecto a la hora de contratar a Courtois y Hazard desde el Chelsea: Mbapp¨¦ se niega a renovar y, a un a?o de acabar contrato con el PSG, el Madrid conf¨ªa en que Al Khelaifi apueste por un traspaso este verano y sacar una buena cantidad por ¨¦l antes que dejar que se marche libre en 2022, sin ingresar ni un euro por ¨¦l. La primera parte se est¨¢ cumpliendo, falta la segunda, aunque en el Madrid temen que el PSG repita lo que ya ha hecho en el pasado: obligar a Mbapp¨¦ a cumplir su contrato y amenazarle con la grada si no firma la renovaci¨®n. Ya lo hizo con Rabiot en su momento.
Pero de momento, Mbapp¨¦ est¨¢ donde lo quiere Florentino P¨¦rez, que ha demostrado en el pasado ser todo un especialista para manejarse en los l¨ªmites del mercado de fichajes, unos l¨ªmites a los que, est¨¢n seguros en el Madrid, aproximar¨¢ el fichaje de Mbapp¨¦, si es que termina pudiendo hacerse este mismo verano. Hay varios casos que dan fe de la habilidad del presidente blanco cuando negocia contra el reloj.
Ronaldo
Es el caso m¨¢s notable de su carrera, el primero tan al l¨ªmite, pues Figo estaba fichado antes de que ganase las elecciones (pag¨® su cl¨¢usula al Barcelona) y Zidane se cerr¨® en los primeros d¨ªas de julio. El brasile?o fue la estrella del Mundial 2002, que se llev¨® Brasil con un doblete del Fen¨®meno en la final ante Alemania; un d¨ªa despu¨¦s, solt¨® la bomba desde Jap¨®n: "Si el Madrid me quiere, que llame". Lo acompa?¨® con un mensaje para su club de propiedad: "Pertenezco al Inter, deber¨ªamos hablar los tres si el Madrid se decide a pujar por m¨ª".
Fue la se?al que el Madrid necesitaba para arrancar las negociaciones con el Inter, cuyo presidente, Massimo Moratti, se neg¨® desde el principio al traspaso del brasile?o. Ronaldo, por su parte, se enroc¨® y permaneci¨® en Brasil, a la espera de acontecimientos. La 'fumata blanca' lleg¨® el 22 de agosto, cuando Florentino y Moratti se vieron en las aguas cercanas a Formentera (Islas Baleares), en un encuentro entre yates en el que el italiano termin¨® reconociendo que la situaci¨®n se hab¨ªa vuelto insostenible para el Inter, con Ronaldo neg¨¢ndose a pisar Mil¨¢n de nuevo y especialmente molesto con la direcci¨®n t¨¦cnica que ejerc¨ªa H¨¦ctor C¨²per.
Sin embargo, las negociaciones por las cantidades se extendieron y el fichaje no qued¨® registrado hasta muy cerca de las 23:59 horas del 31 de agosto, l¨ªmite del mercado. El Madrid termin¨® pagando 45 millones de euros, un precio que el Inter admiti¨® rebajar inicialmente a cambio de introducir en la ecuaci¨®n al argentino Solari, lo que finalmente no se produjo. El 2 de septiembre, Ronaldo era presentado en Madrid, acompa?ado de Florentino P¨¦rez y Alfredo di St¨¦fano.
Sergio Ramos
En el verano de 2005, Florentino apost¨® por el fichaje del de Camas procedente del Sevilla, tras un excelente a?o en Nervi¨®n en el que, entre otras cosas, le hab¨ªa marcado un gran gol a los blancos en el S¨¢nchez Pizju¨¢n. La postura de Jos¨¦ Mar¨ªa del Nido en un principio fue tajante: no negociaba con el Madrid por Ramos. Tanto que el Madrid necesit¨® de un gesto de presi¨®n por parte del jugador, que lleg¨® en una concentraci¨®n con la Selecci¨®n a la que se present¨® elegantemente, de traje... blanco. All¨ª, expres¨® su deseo de que las partes se pusieran de acuerdo.
Del Nido persisti¨® en su cerraz¨®n y por detr¨¢s se comenz¨® a crear una corriente de opini¨®n contraria al jugador, que a?os despu¨¦s cristalizar¨ªa en constantes pitadas para Ramos cada vez que visita el Pizju¨¢n. Recientemente, en su serie documental para Amazon, pasaba las facturas de entonces: "El mayor error fue no dar explicaciones. Dej¨¦ que otros contaran la historia por m¨ª. Mi fichaje por el Real Madrid fue un traspaso acordado entre clubes. Florentino P¨¦rez y Jos¨¦ Mar¨ªa del Nido eran los presidentes. Jam¨¢s fue el pago de una cl¨¢usula como se vendi¨®. Eso gener¨® que la afici¨®n no me tratase con el mismo cari?o que yo siempre les he tenido y siempre tendr¨¦. Se le minti¨® al sevillismo y eso es lo que hizo que a m¨ª se me recibiera de una manera muy dolorosa. Nunca perdonar¨¦ el dolor de mis padres y mis abuelos".
Y es que Del Nido alarg¨® la resoluci¨®n hasta las 23:30 horas del 31 de agosto y lo hizo fingiendo que el Madrid hab¨ªa depositado la cl¨¢usula de rescisi¨®n en LaLiga, una pantomima con la que quer¨ªa justificarse ante la afici¨®n, poniendo sobre Ramos todo el peso de su marcha. En realidad, el Sevilla acept¨® 27 millones de euros, los mismos que marcaba la cl¨¢usula, pero como traspaso ordinario. Ramos fue presentado el 8 de septiembre y debut¨® dos d¨ªas despu¨¦s.
Modric
En el verano de 2012, con el Madrid exultante despu¨¦s de haber ganado la Liga de los R¨¦cord (100 puntos, 121 goles a favor), Jos¨¦ Mourinho solicit¨® a Florentino el fichaje de Luka Modric, talentoso centrocampista que jugaba en el Tottenham. Pero Florentino P¨¦rez se encontr¨® con la negativa de Daniel Levy, presidente de los Spurs, a traspasar al croata, que en esos momentos disputaba la Eurocopa de Polonia y Ucrania.
Ante el escaso avance de las negociaciones, Modric dio un paso clave que encaja poco con la imagen de jugador templado y amable que ha esculpido durante sus a?os en el Madrid: se neg¨® a entrenarse con el equipo y tampoco se subi¨® al avi¨®n para la gira que el Tottenham iba a iniciar por Estados Unidos. El gesto que la operaci¨®n necesitaba, pues Levy ya hab¨ªa accedido a ponerle precio al jugador (45 millones) y el Madrid andaba entonces en intentar rebajar esa cantidad.
En este caso, ni hizo falta llegar al ¨²ltimo d¨ªa de mercado: el 27 de agosto, el Madrid anunciaba el acuerdo con el Tottenham, que se cerr¨® en 30 millones fijos m¨¢s variables. Lo hizo un d¨ªa despu¨¦s de caer 2-1 en Getafe y despu¨¦s de un arranque de temporada muy pobre: empat¨® ante el Valencia en casa (1-1) y perdi¨® en el Camp Nou en la ida de la Supercopa (3-2). El 29 de agosto, Modric jugaba sus primeros minutos de blanco y venc¨ªa 2-1 al Bar?a en casa, llev¨¢ndose su primer t¨ªtulo, la Supercopa espa?ola.
Bale
Fue el ¨²ltimo gran culebr¨®n que ha vivido el madridismo, all¨¢ por 2013. Con Florentino rearmando el proyecto que iba a dirigir Carlo Ancelotti, se efectuaron varios fichajes (Isco, Illarramendi, Carvajal...) y se quiso poner la puntilla con el que entonces era el mejor jugador de la Premier League. Pero la dureza de la negociaci¨®n por Modric un a?o antes segu¨ªa latente y Levy en este caso fue a¨²n m¨¢s tajante: no iba a traspasar al gal¨¦s bajo ninguna circunstancia.
Y as¨ª se mantuvo durante todo el verano, en el que Bale, como hab¨ªa hecho Modric un a?o antes, se declar¨® en rebeld¨ªa y filtr¨® que no volver¨ªa a jugar con el Tottenham, solicitando incluso el Transfer Request, un mecanismo propio de la Premier que antiguamente sol¨ªa respetarse si era activado por el futbolista, aunque ya est¨¢ claramente en desuso. El 31 de agosto, Levy admit¨ªa al fin que hab¨ªa perdido la batalla y acced¨ªa a negociar, pero con una condici¨®n: ser¨ªa un traspaso r¨¦cord. El precio elegido fue de 101 millones de euros (91 si llega a hacerse en un ¨²nico pago; no fue el caso), cinco m¨¢s de los 96 millones que pag¨® el Madrid por Cristiano en 2009. El acuerdo, de hecho, inclu¨ªa la prohibici¨®n de revelar las cantidades del acuerdo para no desairar al portugu¨¦s.