EUROCOPA (OCTAVOS) | INGLATERRA 2-ALEMANIA 0
Grealish cambia la historia
El jugador, pretendido por el City, cambi車 el curso del partido en los 迆timos 20 minutos. Sterling abri車 el marcador y Kane sentencia. L?w se despide de la peor manera.
A este nivel, ni Inglaterra, ni mucho menos Alemania, que se ha ido para casa, est芍n para ganar esta Eurocopa. El peor partido de la Eurocopa se resolvi車, casi en el 迆ltimo suspiro, por dos balones empujados por Sterling y Kane, 迆nicos goleadores de una selecci車n que se est芍 acostumbrando a conformarse con lo m赤nimo, pero el resultado no puede enga?ar a nadie. Si Jack Grealish no hubiese saltado al campo en los 迆ltimos 20 minutos, la cosa podr赤a haber sido bien distinta. Pero lo hizo y cambi車 la historia. Gareth Southgate se desquit車 de su fallo en el penalti del 96 y se impuso a los alemanes con un conjunto que no enamora, ni siquiera tontea, pero que cuatro partidos despu谷s sigue sin encajar un solo gol.
Sobre el terreno de juego se vio todo el respeto que no se escuch車 antes del partido, pues la grada inglesa, en un alarde de gallarda caballerosidad, abuche車 sin pudor el himno alem芍n. La rivalidad entre Inglaterra y Alemania, pese a lo descompensada que est芍 la historia a favor de los germanos, a los que no ganaban en competici車n oficial desde hace 55 a?os, va m芍s all芍 del f迆tbol, pero eso no impide que tambi谷n cale en el deporte.
Ya con el bal車n en los pies, sorprendi車 (o no) que Southgate se doblegase al clamor popular que le ped赤a reestructurar al equipo y blindarse atr芍s. Los Three Lions salieron a Wembley sinti谷ndose una selecci車n menor, sin darse cuenta de que estaba arropada por m芍s de 40.000 gargantas y una de las plantillas con m芍s talento de su historia. Se desconoce si L?w lleg車 a agradecerle lo suficiente al seleccionador ingl谷s que le entregase en bandeja de plata el centro del campo, donde Kroos hizo y deshizo como le vino en gana y donde pudo llevarse una eliminatoria en la que sencillamente no dieron para m芍s.
Por suerte para los pross, Alemania ya no es la que gan車 el Mundial, y en vez de tener arriba depredadores como el &Torpedo* M邦ller tiene gatitos como Timo Werner, que marca por talento, pero no por instinto. Las limitaciones de la ingenier赤a alemana, que se beneficiaba de la timidez brit芍nica, permitieron un empate t谷cnico, futbol赤stico y en el marcador que sirvi車 para rebajar las pulsaciones de la jornada anterior y recordar el peligro que corre el f迆tbol actual de perderse en tacticismos sopor赤feros.
Peor
La segunda mitad, lejos de mejorar, empeor車 lo visto en los primeros 45 minutos, y solo un latigazo de Havertz que detuvo Pickford anim車 un encuentro carente de ocasiones. Tuvo que entrar Grealish, a quien aclamaron como el mago que es, para que el partido recuperase las pulsaciones, y, en una jugada filtrada suya, Shaw puso un pase que era medio gol para que Sterling marcase, una vez m芍s, un tanto vital para Inglaterra.
Casi acto seguido, M邦ller fall車 un mano a mano que record車 al de Casillas contra Robben en la final del Mundial, y la bronca que le ech車 Pickford a Sterling por perder ese bal車n en el centro del campo reson車 m芍s que cualquier c芍ntico en la grada. Kane, sin f迆tbol, pero con galones, pidi車 calma a su compa?ero. Calma porque Grealish hab赤a llegado al partido y pod赤an pasar muchas cosas.
Con los alemanes por fin volcados y con vocaci車n de llevarse el partido, una p谷rdida de Gnabry result車 en la contra de los Three Lions que el jugador del Aston Villa aprovech車 para poner un centro medido a la cabeza de Kane, que borde車 el fuera de juego. El ingl谷s, tendido boca arriba sobre el verde de Wembley, se fundi車 por fin con un torneo que se le estaba escapando entre los dedos.