El d¨ªa que Gosens rob¨® una se?al de tr¨¢fico
Sus dos asistencias y el gol con la selecci¨®n alemana frente a Portugal (4-2) le convirtieron en una de las revelaciones de la Eurocopa, pero ya acapar¨® titulares por otros motivos...


Robin Gosens es un pillo sobre el terreno de juego y fuera de ¨¦l. Sus dos asistencias y el gol con la selecci¨®n alemana frente a Portugal (4-2) le convirtieron en una de las revelaciones de la Eurocopa, pero el jugador del Atalanta ya protagoniz¨® los titulares de medios sensacionalistas en su pa¨ªs por una an¨¦cdota que se llev¨® a cabo de madrugada y con alguna que otra cerveza encima.
Despu¨¦s de clasificarse para la Champions con el Atalanta, Gosens y sus amigos se fueron de fiesta y, volviendo a su hotel, decidieron llevarse una se?al de tr¨¢fico que, seg¨²n Gosens, fue de "lo m¨¢s tonto" que hizo. Sobre todo por subir el v¨ªdeo a su cuenta de Instagram, en la que contaba con alrededor de 20.000 seguidores en aquel entonces. Al d¨ªa siguiente, la pandilla volvi¨® a colocar la se?al en su sitio, pero el v¨ªdeo ya estaba rulando por las webs de medios alemanes.
En un libro que escribi¨® Gosens sobre su camino hasta convertirse en futbolista profesional cuenta c¨®mo se sinti¨®: "Mi madre me envi¨® un enlace de Bild. El titular era: 'Un profesional del Atalanta roba una se?al de tr¨¢fico con sus amigos'. Tan solo el hecho de que se hiciera noticia en tan poco tiempo me asombr¨®, pero el subt¨ªtulo me choc¨®: 'La banda de los Gosens". ?Perdona? Ni que rob¨¢semos joyas. Como si estuvi¨¦ramos involucrados en actividades delictivas", detalla.
El mismo diario fue el que, despu¨¦s de su partidazo contra Portugal, record¨® a sus lectores que el "gigante Gosens" lleg¨® a tener alcohol en sangre cuando fue descubierto en el Rhede, equipo de su barrio en Alemania. El d¨ªa antes de enfrentarse al Kleve en un encuentro en el que el carrilero terminar¨ªa firmando un gol y una asistencia, Gosens hab¨ªa estado en discotecas con sus compa?eros. Lo que no sab¨ªa es que un scout del Vitesse neerland¨¦s iba a ver ese partido y convers¨® con el jugador despu¨¦s para convencerle.
Pero todo sali¨® bien. "De alguna manera deb¨ª lograr camuflar mi aliento a alcohol porque la invitaci¨®n a hacer las pruebas persisti¨® incluso despu¨¦s de despedirnos", recuerda un Gosens que, aparentemente, mantiene esa picard¨ªa que, en un pasado, le cost¨® alguna que otra noticia negativa.