Ruido de sables en la Selecci車n: Luis Enrique, en el alambre
Hay una honda preocupaci車n en la Federaci車n por la deriva. "M芍s all芍 de ganar o perder, el peligro mayor es que la gente reniegue de la Selecci車n".

Luis Enrique est芍 en el alambre. Hay una honda preocupaci車n en la Federaci車n por la deriva de la Selecci車n. "M芍s all芍 de ganar o perder, el peligro mayor es que la gente reniegue de la Selecci車n", dijo a AS uno de los 'barones' territoriales de la RFEF. "Luis Enrique est芍 desnortado", apunt車 otro. La pelota est芍 en el tejado de Luis Rubiales, que ve como el proyecto del asturiano est芍 a punto de despe?arse. Empiezan a volar los cuchillos en Las Rozas.
En el coraz車n de la Federaci車n, los presidentes de las territoriales en los que Luis Rubiales sostiene su mandato, hay p芍nico a que la afici車n desconecte del equipo nacional harta no s車lo de los malos resultados, sino tambi谷n de que la Selecci車n se gestione como un cortijo, sin escuchar la opini車n de un pa赤s que a?ora a Iago Aspas, clama para que Marcos Llorente juegue en su posici車n y para que Gerard Moreno pise el 芍rea m芍s que la banda, para que est谷 a lo suyo, que es rematar, y no a lo de otros, que es centrar.
Adem芍s, al margen de las consideraciones deportivas, tambi谷n hay un profundo malestar con el seleccionador porque ha dejado a la Federaci車n a los pies de los caballos ante la Junta de Andaluc赤a, que ofreci車 La Cartuja para tapar el roto de Bilbao. Las cr赤ticas al c谷sped sevillano se han tomado como una afrenta en la ciudad. El 'efecto rebote' que ha tenido la actitud del seleccionador, que fue el primero en quejarse de la hierba, ha alcanzado a sus jugadores-soldado, como Rodri, que tras el empate ante Polonia volvi車 con esa burra al trigo. El cabreo de Luis Rubiales con este asunto s車lo es comparable al que se agarr車 cuando Lopetegui fich車 por el Real Madrid a 48 horas del infausto Mundial de Rusia.
Pero hay m芍s, el ambiente en el vestuario, ese que recordaba al del Bar?a B, es ahora irrespirable. Lo de Gerard Moreno, que fue sustituido nada m芍s fallar el penalti, es un agravio comparativo con respecto a Morata, al que Luis Enrique defendi車 y defiende a capa y espada. El asturiano trag車 con la titularidad de Gerard, pero le conden車 a la banda inmisericordemente y, con ello, le rest車 su esencia. Lo mismo pasa con Marcos Llorente, mientras que Azpilicueta, campe車n de Europa y capit芍n del Chelsea, no ha jugado un s車lo minuto, la ciudad de Sevilla echa de menos a Navas y Canales y Aspas se morenea en las playas de Moa?a. Para colmo, la Federaci車n urgi車 al Gobierno para la nacionalizaci車n espr谷s de Laporte, salt芍ndose todas las colas mientras que se dej車 a Albiol, campe車n de Europa y del mundo, a la luna de Valencia. Luis Enrique es el responsable primero y 迆ltimo, y est芍 tocado.