EUROCOPA (GRUPO A) | TURQU?A 0-3 ITALIA
Italia vuelve a ser Italia
Un equipo fresco, alejado de la cl¨¢sica Azzurra, arroll¨® en el debut a Turqu¨ªa. Demiral, en propia puerta, Immobile e Insigne hicieron los goles.
Una Italia diferente, de blanco impoluto, un equipo alejado de su arquetipo hist¨®rico, arranc¨® la Eurocopa ganando como siempre y convenciendo como nunca. El trabajo de refundaci¨®n de un pa¨ªs reducido a las ruinas tras quedar fuera del Mundial ha surtido efecto. Es s¨®lo el primer partido del primer campeonato tras el fiasco, pero demuestra por qu¨¦ esta selecci¨®n lleva 28 encuentros sin perder, incluido este inaugural ante Turqu¨ªa.
Italia ha cambiado de traje, no hay duda. Con un centro del campo de finos estilistas, encabezado por Barella, y un tridente m¨¢s habilidoso que f¨ªsico puso contra las cuerdas a una Turqu¨ªa que decepcion¨®. Estuvo fresco el equipo de Mancini, un t¨¦cnico al que le ha costado adaptarse a los nuevos tiempos pero que por fin est¨¢ m¨¢s cerca del estilo que ten¨ªa como jugador que del que exhibi¨® siempre como entrenador.
El partido lo domin¨® de cabo a rabo una azzurra que se sab¨ªa local y enseguida supo tambi¨¦n que era mejor. La sangr¨ªa defensiva de los turcos comenz¨® por la parte derecha, la izquierda del ataque italiano. Spinazzola estuvo inconmensurable en sus subidas, igual que Insigne abri¨¦ndole el hueco y recibiendo entre l¨ªneas.
Era tal la facilidad de Italia para generar ocasiones que sorprendi¨® que no acertar¨¢ en ninguna, algo de lo que siempre ha hecho gala este equipo: la eficacia. El primer tiempo tambi¨¦n dej¨® para el debate la nueva aplicaci¨®n de las manos a partir de este torneo. En realidad es volver a lo de siempre. No se pitar¨¢n manos salvo que haya un gesto deliberado que produzca la infracci¨®n. Makkelie, perfecto toda la noche, lo ense?¨® al mundo al no decretar tres posibles penaltis, el ¨²ltimo de ellos muy al l¨ªmite. ?elik brace¨® como fruto de su carrera, lo que le libr¨® de ser sancionado con la pena m¨¢xima.
Los goles
Para Turqu¨ªa el encuentro era un suplicio. Su t¨¦cnico retir¨® a Yazici para meter a Under, pero el problema no estaba en la falta de talento sino en las fugas de agua atr¨¢s. Mancini s¨ª lo vio claro e introdujo a Di Lorenzo, otro lateral con el que perforar por la derecha como con Spinazzola por la izquierda. Italia pas¨® de hacer da?o por un costado a hacerlo por los dos. Fue una tuneladora.
El gol era cuesti¨®n de tiempo y lleg¨® con Italia convertida en un torbellino. Berardi rompi¨® a su par dentro del ¨¢rea y su centro lo introdujo Demiral sin querer en su porter¨ªa cuando pretend¨ªa despejar con el pecho. Ni ¨¦l ni Soyun?u, dos buenos centrales, estuvieron c¨®modos en ning¨²n momento del partido, avasallados por una Italia imparable.
Ni con la ventaja en el marcador cej¨® en su empe?o el equipo de Mancini. Insigne pudo ampliar la renta, pero fue Immobile quien sentenci¨® con un gol de cazador puro tras quedar un rechace suelto dentro del ¨¢rea. No le falta nada a esta Italia, tampoco un delantero capaz de marcar muchos goles en un torneo corto como es Ciro.
El Ol¨ªmpico disfrutaba al ver que su equipo ha vuelto, al tiempo que Turqu¨ªa sacaba la bandera blanca de rendici¨®n. El caudal ofensivo era tal que Insigne hizo el tercero y puso la guinda a su fenomenal encuentro. Un encuentro, el suyo y el de Italia, que lanza un mensaje a los incr¨¦dulos y a los que a¨²n pensaban que Italia es aquella que no estuvo en el Mundial. Nada de eso. Mancini ha construido un equipo para mucho m¨¢s que para volver a disputar torneos; ha hecho un equipo para volver a ganar torneos.