EURO 2020
Un extra?o llamado Gareth Bale
El extremo gal¨¦s pasa inadvertido en la concentraci¨®n en Bak¨². Tiene cuatro plantas de un hotel a su disposici¨®n. No hay hinchas reclam¨¢ndole ni apenas medios sigui¨¦ndolo.
Escondido detr¨¢s de un centro comercial en pleno centro de la ciudad y rodeado por un muro de piedra, la selecci¨®n de Gales tiene su refugio en Bak¨², la capital de Azerbaiy¨¢n. A diferencia de la mayor¨ªa de selecciones que decidi¨® alojarse en su pa¨ªs y viajar a las sedes s¨®lo para los partidos, los galeses optaron por la opci¨®n m¨¢s cl¨¢sica de concentrase en una ciudad para toda la primera fase. La elegida fue Bak¨², donde jugar¨¢n dos de sus tres primeros partidos.
Hay pocos motivos que hagan ver que all¨ª, en el coraz¨®n de la capital azer¨ª, pasa sus d¨ªas durante la Europa una estrella tan rutilante como Gareth Bale. Nadie est¨¢ a las puertas para pelear por un aut¨®grafo. Nadie hace guardia para fotografiar su autob¨²s. Tampoco hay un exceso de prensa que siga a una selecci¨®n modesta como la galesa, aunque conviene recordar que fue semifinalista en 2016. Apenas cubren los entrenamientos las agencias y los medios galeses. No hay extranjeros ni locales.
Ni siquiera los miembros de seguridad dan la sensaci¨®n de estar especialmente preocupados por lo que les ata?e. La FA galesa ha montado una carpa con la que tener a mano todas las facilidades que requieran sus futbolistas. Ah¨ª se puede ver trabajar a Bale a lo lejos, en la bicicleta est¨¢tica, antes de saltar al c¨¦sped a entrenarse junto a sus compa?eros. En la misma carpa hay una pantalla de televisi¨®n gigante y unos sof¨¢s para relajarse despu¨¦s de los entrenamientos. Finalizada la sesi¨®n, Bale sonr¨ªe relajado en uno de ellos mientras habla con miembros del staff. Es dif¨ªcil encontrar un lugar m¨¢s tranquilo para ¨¦l que all¨ª.
Tampoco los azer¨ªes a los que se les pregunta por Bale reaccionan con un gran ¨ªmpetu. O no saben qui¨¦n es o no tienen conocimiento de que vaya a estar cerca de ellos durante estos d¨ªas. Gales ha encontrado el contexto id¨®neo para pasar desapercibido, algo que Bale reclamaba y m¨¢s en este verano en el que no est¨¢ claro cu¨¢l ser¨¢ su futuro: Real Madrid o Tottenham.
El hotel de los galeses en Bak¨² tambi¨¦n est¨¢ perimetrado, aunque no har¨ªa ni falta. S¨®lo cuando aparecen los tres autobuses que llevan al equipo se intuye que all¨ª ocurre algo. La FA decidi¨® reservar cuatro plantas enteras con los que poder dar un buen cobijo a los miembros de su expedici¨®n y mantener la burbuja entre sus jugadores. A los futbolistas no les falta de nada. Incluso tienen una PlayStation cada uno en su habitaci¨®n, adem¨¢s de otros muchos detalles para no moverse de all¨ª.
No hay campo de golf a mano para Bale, aunque tampoco podr¨ªa usarlo a tenor de las normas que deben cumplir los jugadores durante el torneo. Despu¨¦s de a?os sinti¨¦ndose vigilado a diario en el Madrid y el Tottenham, el extremo gal¨¦s ha encontrado un remanso de paz en el que es un extra?o m¨¢s. Ni los taxistas m¨¢s futboleros se emocionan hablando de Gareth. En Bak¨² es una persona m¨¢s y, para la minor¨ªa que le conoce, un jugador m¨¢s. S¨®lo en un lugar como este podr¨ªa parecer un extraterrestre y no una s¨²perestrella.