Haaland arregla un mal partido con un gol de maestro
Un gol de Haaland a los 92¡¯ da la victoria a Noruega ante la correosa Luxemburgo. La estrella n¨®rdica y Martin Odegaard se limitaron a cubrir el expediente.


Haaland, ?qui¨¦n si no! dio la victoria a Noruega con un gol marca de la casa, para resolver un partido que en l¨ªneas generales fue un completo tost¨®n. El exitoso delantero escandinavo supo aprovechar un generoso regalo de la zaga de Luxemburgo para ganar, con sabidur¨ªa, el uno contra uno al meta Moris. Fue el islote en medio de un desierto. Haaland, al igual que Odegaard se limit¨® a cumplir ante un adversario que poco a poco progresa, aunque le queda todav¨ªa mucho camino.
Noruega regresaba a La Rosaleda, donde el pasado 27 de marzo se llev¨® un revolc¨®n de Turqu¨ªa que complica extraordinariamente su presencia en el pr¨®ximo Mundial de Qatar. Con Martin Odegaard como capit¨¢n y Haaland de referente ofensivo, el cuadro escandinavo ofreci¨® un primer tiempo deplorable, sin f¨²tbol ni ocasiones, la estrella del Borussia Dortmund bajaba al centro del campo en busca de esos balones que no le llegaban ni por encargo en tanto que Odegaard, jugador opciones de regresar al Real Madrid, se mov¨ªa por el centro del campo con tendencia a escorarse hacia la derecha pero con escasa producci¨®n de talento, apenas un libre indirecto a la media hora al que Haaland no lleg¨®.
Luxemburgo, clasificada en el puesto 84 del ranking FIFA es una selecci¨®n de tercer nivel, pero ha progresado mucho. Ya no es ese equipo endeble y amateur que encajaba goleadas por todo el mundo. Tiene jugadores de cierto nivel como el inquieto Gerson Rodrigues o Deville que pusieron lo poco bueno de un primer tiempo insoportable. Por consignar algo de Haaland, en la primera mitad apenas un disparo rechazado, una arrancada y poco m¨¢s.
El segundo acto manten¨ªa la misma l¨ªnea de tedio, si bien es verdad que a los 54¡¯ lleg¨® la primera acci¨®n m¨¢s o menos interesante, centro de Meling muy bien rematado de cabeza por Haaland. Moris mand¨® el bal¨®n a c¨®rner en acrob¨¢tica intervenci¨®n. Una fugacidad en medio del bodrio.
Debemos reconocer que Odegaard es un notable iniciador de acciones. Est¨¢ bien colocado, juega y hace jugar a la gente que tiene a su alrededor y sabe moverse entre l¨ªneas. No es el mejor marco para sacar conclusiones sobre lo que puede hacer (que es mucho) porque esto era lo m¨¢s parecido a un partido de final de temporada donde los dos equipos tienen sus deberes hechos y no necesitan hacer un sobreesfuerzo.
De Haaland, en su misi¨®n, tres cuartos de lo mismo. No se esforz¨® m¨¢s de lo necesario y, cuando coincid¨ªa en la punta del ataque con Sorloth, delantero del Leipzig, no daban una gran sensaci¨®n de compenetraci¨®n. Y fue en los minutos de prolongaci¨®n cuando Haaland se encontr¨® con un regalo que no esperaba. Un bal¨®n facil¨®n que ning¨²n luxemburgu¨¦s supo rechazar. El caso es que el crack se encontr¨® solo delante de Moris y le bati¨® con maestr¨ªa. Lo poco bueno, por no decir lo ¨²nico, de un partido muy malo. El pr¨®ximo domingo (18:00 horas) los noruegos se ver¨¢n las caras con Grecia.