El Papa elogia a Guardiola
"De normal, cuando uno llega segundo, hace pucheros, se est¨¢ triste y no digo llegar a tirar a medalla, pero hay ganas de hacerlo. En cambio, ¨¦l ha besado la medalla", ha se?alado el Pont¨ªfice

El Papa ha elogiado el gesto del entrenador del Manchester City, Pep Guardiola, que bes¨® la medalla a pesar de haber sido derrotado por el Chelsea en la final de la Liga de Campeones, al destacar que esto demuestra que "incluso en la derrota puede haber victoria".
"Me han contado que estos d¨ªas 'uno' que qued¨® segundo, no s¨¦ d¨®nde. Hab¨ªa un ganador y uno que ha llegado segundo. De normal, cuando uno llega segundo, hace pucheros, se est¨¢ triste y no digo llegar a tirar a medalla, pero hay ganas de hacerlo. En cambio, ¨¦l ha besado la medalla", ha se?alado el Pont¨ªfice al recibir en el Vaticano a la Federaci¨®n Italiana de Baloncesto.
"Esto nos ense?a que incluso en la derrota puede haber victoria. Tomar con madurez la derrota, esto te hace crecer. Te hace entender que en la vida no hay solo momentos dulces. Cuando un deportista afronta la derrota con esta dignidad, es un honor", ha agregado.
El Papa ha invitado a los jugadores de baloncesto perseverar en dos claves fundamentales para todo deportista como el trabajo en equipo y la disciplina que no convierte en "r¨ªgidos" sino en responsables.
En su discurso, el papa Francisco ha profundizado sobre la relaci¨®n entre la Iglesia y el mundo del deporte puntualizando que este v¨ªnculo siempre "se ha cultivado con la conciencia de que ambos, de diferentes maneras, est¨¢n al servicio del crecimiento integral de la persona y pueden ofrecer una preciosa contribuci¨®n a nuestra sociedad".
En este sentido, Francisco ha afirmado que el deporte "es una medicina para el individualismo" de las sociedades que, a menudo, genera un yo aislado y triste, con incapacidad para jugar en equipo y cultivar la pasi¨®n por alg¨²n buen ideal.
Finalmente, el Papa ha invitado a los jugadores de Baloncesto a cuidar la vida espiritual "que no puede dejarse s¨®lo en manos de las emociones", ni puede vivirse en fases alternas, s¨®lo cuando apetece, ya que "necesita tambi¨¦n una disciplina interior hecha de fidelidad, constancia y compromiso diario con la oraci¨®n". "Sin un entrenamiento interior constante, la fe corre el riesgo de extinguirse", ha asegurado.