Los cambios como mensaje
La entrada de Pjanic en el minuto 86 despu¨¦s de la lesi¨®n de Lenglet pareci¨® toda una manera simb¨®lica de abrir los brazos de Koeman. Un "esto es lo que hay" dirigido al palco.
Ronald Koeman no se levant¨® del banquillo en el ¨²ltimo tramo del Bar?a-Celta. Pareci¨® vivirlo con resignaci¨®n, al lado de su inseprable Schreuder, tal vez temiendo lo que le espera en los pr¨®ximos d¨ªas. Si Laporta y Xavi se ponen de acuerdo, dejar¨¢ de ser entrenador del Bar?a. Vio a su equipo caerse de nuevo en la segunda parte y, como en los ¨²ltimos partidos, realiz¨® cambios sin tino.
Esta vez, sin embargo, los cambios parecieron ir un poco m¨¢s all¨¢. Dieron la sensaci¨®n de ser una forma de abrir los brazos, de gritar a los cuatro vientos un "esto es lo que tengo". Koeman ya dej¨® caer durante la pasada semana que no le han hecho m¨¢s que un fichaje desde que lleg¨®, el de Sergi?o Dest (Trincao y Pedri ya estaban fichados). Finalmente, se ha descubierto que la plantilla del Bar?a no ten¨ªa las herramientas suficientes para ganar un campeonato que pasa por las cuatro estaciones del a?o como es LaLiga.
Primero compareci¨® en el campo Riqui Puig, que estaba desaparecido en combate, para sustituir a un agotado Pedri. Luego fue el turno de Dest y Braithwaite, jugadores que son todo coraz¨®n. Pero el holand¨¦s todav¨ªa falla t¨¦cnicamente y en la toma de decisiones y el dan¨¦s no es jugador de equipo grande. La traca final fue Pjanic, que lleva doce partidos sin un solo minuto y jug¨® los ¨²ltimos cinco contra el Celta despu¨¦s de la expulsi¨®n de Lenglet. Puede esgrimirse que Koeman lo hizo por necesidad debido a la roja al central franc¨¦s. Pero es dif¨ªcil no pensar que el gesto del holand¨¦s tuvo algo de 'protesta', ahora que desde el palco se duda m¨¢s que nunca de su capacidad y que ha intentado hacer malabarismos con una plantilla con la que, visto lo visto a final de temporada, ha hecho un milagro ganando la Copa. Calentando en la banda se qued¨®, por cierto, J¨²nior Firpo.