Zaragoza, el ¨²ltimo conjunto en poblar las gradas del Gran Canaria

Azares del destino y pandemia mediante, regresa al Estadio de Gran Canaria el Real Zaragoza, un club de grandes recuerdos para la afici¨®n amarilla por aquel heroico ascenso conseguido el 21 de junio del a?o 2015, cuando los de Paco Herrera consiguieron levantar una eliminatoria que parec¨ªa imposible, pero que hoy regresa al recuerdo por ser la ¨²ltima escuadra que registr¨® un casi ¡°no hay billetes¡± en el Estadio de Gran Canaria ahora que se plantea la vuelta del p¨²blico a los estadios.

Casi seis a?os de aquel d¨ªa y parece ayer, seguramente, en la retina de muchos de amarillos, cuando la UD saltaba al terreno de juego con Casto; David Sim¨®n, David Garc¨ªa, Aythami Artiles, ?ngel L¨®pez; Javi Castellano; Roque, Jonathan Viera, Culio; Asdr¨²bal y Araujo. Casi nada, artiller¨ªa pesada en aquellos tiempos y, nada m¨¢s y nada menos que 28.232 espectadores abarrotaban el Gran Canaria, de sus 32.000 butacas. Un ambiente espectacular que ya nunca se ha vuelto a vivir desde hace casi seis a?os, a pesar de haber vivido tres temporadas en la ¨¦lite de la Primera Divisi¨®n con cara a caras con los Real Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, etc; Precios desorbitados, abonos incomprensibles y un sinf¨ªn de desmanes han hecho que el EGC no haya vuelto a ser lo mismo, ni siquiera en los derbis posteriores en Segunda, sin duda.

Hace poco m¨¢s de un a?o y unos meses que a?oramos al p¨²blico en los estadios, maldito virus. Y la UD se despidi¨® de ¨¦l en un encuentro ante el M¨¢laga, de la jornada 30, el pasado 28 de febrero de 2020, en un encuentro que finaliz¨® 1-1 con gol de Eric Curbelo para los amarillos. La entrada fue de 8.799 aficionados. Unos guarismos de verg¨¹enza para un recinto como el coloso de la UD y, tras m¨¢s de un a?o en silencio se empieza a ver la luz al final del t¨²nel en comunidades como Galicia, Baleares y Comunidad Valenciana, que se encuentran en Fase 1, todo un s¨ªntoma de esperaba para el f¨²tbol, aunque, seguramente no de la manera m¨¢s esperada, pero s¨ª que genera ilusi¨®n, una alegr¨ªa que le fue arrebata hace mucho tiempo a la hinchada amarilla antes de la llegada del COVID-19.

Con ello, quiero decir, que antes del virus el sentimiento hacia la UD y su seguimiento ya estaba enfermo y, cuanto menos, alguien deber¨ªa hac¨¦rselo mirar si quiere que el p¨²blico comience a poblar de nuevo las gradas del Estadio de Gran Canaria con m¨¢s ganas que antes, si cabe. Ya sabemos todos que a esta afici¨®n con poquito que se le d¨¦¡­