Maikel Mesa y Sergio Araujo rescatan a Las Palmas
El penalti del primero y el 2-0 del segundo ahuyentan los fantasmas de Gran Canaria. La Ponferradina, inferior, apenas gener¨® peligro en ataque.
El atractivo choque de intereses que ofrec¨ªan Las Palmas y Ponferradina fue claramente ganado por la entidad insular, que tras este 2-0 tiene, ahora as¨ª, la permanencia a tiro. Poco o nada pueden reprocharse las huestes de Jon P¨¦rez Bolo, cuyo temporada parece ya m¨¢s que salvada, acaso los playoff, ahora muy lejos, un gran ilusi¨®n pero en ning¨²n caso el objetivo final,
Como queriendo purgar r¨¢pidamente todos los pecados cometidos durante la tunda que hace una semana le meti¨® el Espanyol (4-0), Las Palmas sali¨® desde el inicio dispuesta a asumir el control del partido. As¨ª, ya en el minuto cuatro de partido, una tremenda galopada de Benito, convertida en autopista la banda izquierda, acab¨® con un pase suyo a Jes¨¦, que remat¨® con todo a la primera, con la zurda, cuando lo f¨¢cil era acomodarse la pelota y marcar a placer. El bal¨®n acab¨® casi en la grada, y con ¨¦l se march¨® el empuje inicial de la formaci¨®n grancanaria.
R¨¢pidamente sobrepuesta del susto, la Ponferradina ofreci¨® un nuevo ejercicio de paciencia como el que tantos dividendos la ha reportado en el presente curso liguero. De hecho, a punto a cumplirse los primeros diez minutos de partido, no se adelant¨® por mil¨ªmetros cuando Curro caz¨® un mal despeje de Rober y mand¨® el bal¨®n, pegado pero por fuera, junto a la cepa del poste izquierdo de Valles.
El partido respond¨ªa de momento a las expectativas, pues en los compases iniciales del mismo cada equipo hab¨ªa cantado ya una ocasi¨®n clara de gol. Segu¨ªan tante¨¢ndose, intentando hacer da?o con mayor o menor intensidad, acaso sin descuidar por detr¨¢s, bien pertrechados ambos equipos en defensa. Le costaba lo mismo a cualquiera horadar la roca del rival, lo que s¨ª consigui¨® Rober poco despu¨¦s de cumplirse el cuarto de hora de partido cuando se col¨® en el ¨¢rea rival y fue derribado por Amo, poco listo ante el evidente piscinazo del extremo de Las Palmas. Vicandi Garrido no dud¨® y el penalti posterior, previa discusi¨®n entre Jes¨¦ y Maikel Mesa, lo pate¨® este ¨²ltimo para hacer el 1-0. Curiosamente, poco despu¨¦s el propio Mesa tuvo que abandonar el partido por problemas musculares. Fu su tercer gol del curso, todos ellos desde los 11 metros.
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La Ponferradina intentaba agarrarse, para lograr un empate que parec¨ªa justo, al talento de Curro, quien le puso un primoroso bal¨®n a Kaxe, ni que fuera un beso volado, que este desperdici¨® con un mal control. Poco despu¨¦s, la suerte casi le sonr¨ªe a Valcarce, cuyo potente cabezazo, a centro de Moi Delgado, pas¨® muy cerca del larguero de Valles. Pese a la insistencia berciana, acaso con m¨¢s inter¨¦s que acierto, Las Palmas se march¨® al descanso haciendo valer el gol de Maikel Mesa.
Ante la amenaza del descenso, m¨¢s latente que nunca, reanud¨® el partido la UD con la intenci¨®n de hacer bueno, lo m¨¢ximo posible, ese peligroso 1-0. Aguantaba sin mayores problemas las d¨¦biles embestidas del rival, en cualquier caso arriesgando demasiado ante todo lo que hab¨ªa en juego.
Apenas se ten¨ªan noticias de la Ponferradina en ataque m¨¢s all¨¢ de alg¨²n intento de Juergen o Curro, as¨ª que las huestes de Pepe Mel pod¨ªan respirar tranquilas. M¨¢s lo hicieron cuando, en el minuto 70, Rober lanz¨® un bal¨®n al coraz¨®n del ¨¢rea berciana, por donde se colaba Araujo. El movimiento de arrastre de Jes¨¦ fue perfecto, por lo que el delantero argentino no tuvo problemas en plantarse ante Caro para hacer el 2-0 y, de paso, sentenciar el partido con su noveno gol de la temporada.
Ahora s¨ª, Las Palmas parec¨ªa disfrutar de su incontestable dominio sobre el maltrecho c¨¦sped del Estadio Gran Canaria. Tan fue as¨ª, que Ale D¨ªez no hizo el 3-0 porque el palo derecho de Caro se puso interrumpi¨® de manera abrupta su misil con direcci¨®n a la red.
Apenas alg¨²n impulso pod¨ªa meter a la Ponferradina en un partido que parec¨ªa irremisiblemente perdido, como aquel en el que Gaspar se las promet¨ªa muy felices para fusilar a Valles antes de que un atento Curbelo se cruzara en su despejado camino. Acto seguido, Kirian estuvo a punto de hacer un gol de bandera cuando se plant¨® solo ante Caro, quien atrap¨® la ¡®picada¡¯ a la que le fue a someter el fino mediapunta tinerfe?o.
Sin m¨¢s sobresaltos se consumi¨® un partido que tampoco es que caiga como una losa en el ¨¢nimo de la Ponferradina, con los deberes m¨¢s que hechos. Mientras, Las Palmas se da una gran bocanada de aire fresco, boca a boca que al alim¨®n entre Maikel Mesa y Araujo, y roza una permanencia que se dilat¨® m¨¢s de lo necesario.