Yeremy pone en ¨®rbita al Villarreal
Un golazo del canterano deja al Submarino sexto, sube la moral de la tropa de cara a la batalla de Londres y vuelve a meter en dudas al Getafe.
Villarreal y Getafe parec¨ªan firmar un pacto de no agresi¨®n. Al no encontrar las necesarias herramientas para ganar, prefirieron durante gran parte del partido no volver a las andadas. Hab¨ªa m¨¢s miedo que ambici¨®n. El equipo de Bordal¨¢s llegaba a la cita tras negarle dos puntos al Madrid y birlarle tres al Huesca. Lejos a¨²n del descenso, encadenar tres partidos sumando era la mejor noticia en una temporada repleta de baches. El equipo de Emery llevaba dos victorias de los ¨²ltimos 11 partidos en casa en Liga. Y con el reto de la Europa League en cuatro d¨ªas conven¨ªa no arriesgar, pese a los pinchazos de la Real y el Betis, con tal de no minar su moral en un momento tan delicado. Sin embargo, Yeremy, uno de los canteranos de oro de la prol¨ªfica cantera del Submarino, se salt¨® cualquier pacto de mayores que nunca entienden los ni?os: aprovech¨® un bal¨®n peinado de Gerard despu¨¦s de un saque medido de Asenjo, un pase al hueco de Bacca y la biso?ez de Olivera para controlar, orientar, regatear y disparar. Un gol de tres puntos cocinado por tres revulsivos.
M¨¢s all¨¢ del resultado, m¨¢gico para el Villarreal y peligroso para el Getafe, la importancia del partido se centr¨® sobre todo en los mensajes que lanz¨® Emery con su alineaci¨®n. Las suplencias de Albiol, Pedraza y Gerard se deben, salvo recado encriptado, a cuestiones de cansancio. Los tres, junto al sancionado Trigueros, ser¨¢n titulares ante el Arsenal. Las de Rub¨¦n Pe?a, Coquelin y Bacca podr¨ªan tener m¨¢s que ver con la conveniencia de proteger a los sustitutos de Foyth (lesionado), Capoue (expulsado) y Alc¨¢cer (desafortunado). El f¨ªsico, el corte y el curr¨ªculum de estas alternativas, respectivamente, les hacen ser los favoritos ante las emergencias.
A rega?adientes, Emery se vio obligado a rotar m¨¢s de lo que suele condicionado por el trascendental partido en Londres. Y su Villarreal lo not¨®. Era lo esperable. Es l¨®gico que se note en el rendimiento el hecho de quitar de un plumazo a seis titulares del pelo de Albiol o Gerard y, a la vez, de meter a jugadores con mucha falta de rodaje como es el caso de Raba o Estupi?¨¢n, que llevan tiempo desaparecidos en combate y, sin embargo, fueron de lo mejor. El Submarino tuvo piernas, que era lo que se buscaba con la revoluci¨®n, pero ech¨® de menos, como sucede en el verano, ciertos automatismos dif¨ªciles de consolidar entre suplentes.
El Getafe lo aprovech¨® para crear dudas en su rival a trav¨¦s de una presi¨®n asfixiante. Bordal¨¢s sabe que su equipo est¨¢ lanzado y con la confianza y autoestima recuperadas, as¨ª que les orden¨® mandar cuando llevan toda la campa?a a remolque. Arambarri empuj¨® lo suyo, y ?nal y Mata incordiaron entre l¨ªneas. Les falt¨® pegada. Una realidad totalmente opuesta a la del Villarreal, que sin estar c¨®modo en ning¨²n momento, ni encontrar la posesi¨®n, lleg¨® dos veces con m¨¢ximo peligro en el primer tiempo: en una, Chukwueze marc¨® (32¡¯), pero el colegiado le anul¨® el tanto por fuera de juego. En la otra, Capoue (43¡¯) hizo volar a David Soria. En la segunda mitad lleg¨® una tercera vez y no perdon¨®. La puesta de escena de un grande.
El descanso convenci¨® al Getafe de que caminaba por la senda adecuada para alejarse m¨¢s del pozo, mientras que el Villarreal empez¨® a agobiarse con la posibilidad de estar tirando por la borda una oportunidad ¨²nica para acercarse al quinto puesto. Mata dio un nuevo aviso nada m¨¢s reanudarse el segundo tiempo. Marc¨® de rechace, tras un trallazo de Arambarri en el 46¡¯, aunque el asistente lo anul¨®. Parejo intent¨® entonces imponerse, pero no encontr¨® socios que le complementaran en el fino arte de tocar hasta encontrar espacios. La persecuci¨®n casi al hombre de un Getafe igual de intenso que siempre, y m¨¢s fresco que ¨²ltimamente, imped¨ªan ver un m¨ªsero regate. Es el equipo m¨¢s inc¨®modo que hay. Y eso, lejos de ser una deshonra que algunos utilizan para apedrear a Bordal¨¢s y a su estilo, es una prueba inequ¨ªvoca y ejemplar de que trabaja la cohesi¨®n, la t¨¢ctica, la resiliencia y la motivaci¨®n como pocos. El empate, con tal oposici¨®n. parec¨ªa un negocio justo. Hasta que un adolescente decidi¨® un reparto muy distinto que dispara al Villarreal, compromete al Getafe y tensa m¨¢s al Arsenal.