Con el banquillo no alcanza
Un Madrid repleto de suplentes y exhausto da un paso atr¨¢s en Getafe. Benzema s¨®lo jug¨® media hora. El equipo de Bordal¨¢s fue mejor. Courtois, otra vez heroico.
Lo que queda del Madrid no alcanza. Tres palizas y nueve bajas acaban con cualquiera. M¨¢s si en tiempos de coronavirus se permite desplumar la plantilla (Odegaard, Modric, Mayoral...) sobre la marcha. As¨ª que un equipo extenuado, sometido a una cirug¨ªa mayor en la alineaci¨®n y con un adversario necesitado enfrente se dej¨® parte de la ventaja que le dio el Cl¨¢sico y se separ¨® del cogote del Atl¨¦tico. Pudo ser peor sin alg¨²n milagro de Courtois. El Getafe tuvo momentos de su edad de oro, pero en punter¨ªa estuvo como el resto del curso, a bajo cero.
Llegar vivo a ma?ana. Ese es el largo plazo del Madrid. El partido a partido sin conservantes ni colorantes. La plantilla resulta ahora variad¨ªsima: lesionados a tiempo completo (Ramos, Mendy y Lucas), lesionados a tiempo parcial (Carvajal y Hazard), confinados (Varane y Valverde), sancionados (Nacho y Casemiro), exprimidos (Modric, Kroos, Benzema¡) y oxidados (Odriozola, Marcelo, Isco, Mariano¡). El resumen r¨¢pido es que lleg¨® a Getafe con nueve ausentes y Zidane, que tiene a mano los datos de los tres ¨²ltimos superesfuerzos, a?adi¨® dos m¨¢s de salida: Kroos y Benzema. De ese once con el que so?ar¨ªa para la final de una Champions s¨®lo quedaron Courtois y Modric. Una rotaci¨®n extrema de los tiempos del banquillo de oro sin oro en el banquillo. Ah¨ª s¨®lo quedan ahora canteranos enviados a Stalingrado, muchos con 90 minutos con el Castilla el d¨ªa anterior. Con tales privaciones le qued¨® a Zidane un once sin m¨¢s mediocentro que Modric, cuatro mediapuntas y Mariano. Un ensayo cl¨ªnico que no sali¨® bien.
En el Getafe la crisis es de fe. Y eso resulta a¨²n peor. Sin raz¨®n aparente, el presidente deja de creer en el entrenador y el mensaje de este al vestuario, que fue ley, se lo ha llevado el viento. As¨ª que como Bordal¨¢s est¨¢ convencido de que el problema no es de nombres compuso un once poco revolucionario, con ?nal como segundo punta y sin Kubo, que aqu¨ª tampoco ha roto en primer espada.
El cabezazo de Mata
En cualquier caso, el grupo parece tener conciencia del peligro y se ech¨® sobre ese Madrid de retales de fuera hacia dentro. Lo mejor del Getafe est¨¢ en sus bandas, con Ale?¨¢ y Cucurella. Y resultan m¨¢s vistosos si enfrente encuentran laterales sin retorno como Odriozola o Marcelo. En diez minutos llam¨® tres veces a las puertas de Courtois, aunque el belga s¨®lo fue relevante en un remate forzado de Olivera. Con todo, no fue ese Getafe triunfal que mortificaba con su presi¨®n, con su juego interrumpido, con su propensi¨®n al bal¨®n largo. Un equipo que se hac¨ªa pelmazo. Al Madrid tambi¨¦n le permiti¨® llegar. De hecho, en esa fase, Mariano marc¨® un gol en una contra invalidado por un fuera de juego de una u?a. As¨ª se lo pareci¨® al asistente y al VAR. El tren pasar¨ªa otra vez para ¨¦l poco despu¨¦s. Y su cabezazo mordido lo salv¨® sobre la l¨ªnea Timor tras una salida al viento de David Soria.
El partido amaneci¨®, pues, con ida y vuelta, una agitaci¨®n que nunca le fue al Getafe pero l¨®gica vista la abrumadora mayor¨ªa de jugadores de toque frente a los de quite en el Madrid. En cualquier caso, tuvo m¨¢s sustancia el ataque azul¨®n. Un cabezazo picado de Mata top¨® en el palo en esos minutos de paciente ataque de los Bordal¨¢s, que apretaron de verdad al Madrid con sus dos puntas corpulentos.
El Madrid, como en Liverpool, tuvo poco de insistencia y mucho de resistencia. Qued¨® la percepci¨®n de que pretende que no se le lleve la riada hasta que amaine. Y Modric evidenci¨® por qu¨¦ era el ¨²nico titular de verdad e Isco, que a¨²n es futbolista de provecho. Del gol, antes del descanso, s¨®lo estuvo cerca en las dos ocasiones frustradas de Mariano y en un cabezazo franco y sin colocaci¨®n de Vinicius.
Blancos en blanco
La segunda mitad sac¨® a flote que Modric, por falta de h¨¢bito, arriesga como un mediapunta donde no es aconsejable hacerlo para un pivote. En dos malas salidas suyas y otra imprudente de Marcelo se vio en el abismo el Madrid. Las dos primeras pasaron de largo. En la tercera, Courtois se vio obligado a la parada del partido en zapatazo de ?nal.
Ante la falta de progresos y una presi¨®n m¨¢s fiera del Getafe, Zidane ya no pudo contenerse. Meti¨® a Benzema y, aunque recluta, a un mediocentro de verdad, Blanco. Un movimiento de doble intenci¨®n: la de aminorar p¨¦rdidas de riesgo en el inicio de las posesiones y la de dar m¨¢s cancha ofensiva a Modric e Isco. El Madrid no hab¨ªa existido en ataque en la segunda mitad. Su apariencia era la de un equipo exhausto, al l¨ªmite, por encima de sus posibilidades f¨ªsicas. Lo vio tambi¨¦n Bordal¨¢s, que tir¨® de ?ngel, el goleador de segunda instancia. Pronto cogi¨® el hilo del partido. Su primer remate se le fue por un palmo. Luego reclam¨® un penalti de Militao y Courtois tuvo que sacar su mano para detener a un Getafe entonces claramente superior en ambici¨®n y empuje.
Benzema, el fichaje de la ¨²ltima media hora, result¨® a¨²n m¨¢s irrelevante que Mariano. Y as¨ª el Madrid se alej¨® de la cabeza y qued¨® a distancia de tiro del Bar?a. Ahora s¨®lo est¨¢ en manos de sus dolientes rescatadores.