Jorginho, de vivir con monjes y cobrar 20 euros a la semana al estrellato
El centrocampista se ha convertido en clave con Thomas Tuchel y ha demostrado que rendirse no entra en su vocabulario. Su pasado ha sido el mejor de los entrenamientos.

Jorginho es uno de los grandes tantos que deben apuntarse a Thomas Tuchel desde su aterrizaje en Stamford Bridge. El centrocampista hab¨ªa perdido, bajo el ala de Lampard, la importancia del pasado, llegando a acumular cinco partidos sin minuto alguno en la Premier entre noviembre y diciembre. Con la llegada del ex del PSG todo cambi¨®. En el estreno del de Krumbach ante el Wolverhampton (0-0) ya le dio el partido entero. De hecho, de los doce partidos ligueros, en diez ha aparecido el italobrasile?o en el once inicial, restando minutaje a un otrora indiscutible Kant¨¦.
Ahora, a sus 29 a?os, es indiscutible, pero es consciente de que la cr¨ªtica siempre estar¨¢ ah¨ª. "Todo el mundo tiene una opini¨®n y no siempre estoy de acuerdo con ello, pero la respeto. Me motiva trabajar duro y hacerlo mejor para demostrar que est¨¢n equivocados. A veces me siento despreciado, pero no me frustra. En estos momentos vivo un gran momento personal y colectivo, pero no podemos relajarnos, hay que seguir empujando", se sincera en una entrevista concedida al Daily Mail.
Como bien reconoce, en ocasiones siente haber sido el chivo expiatorio y el runr¨²n del traspaso siempre est¨¢ ah¨ª, pero eso no le ha hecho perder la cara a la temporada. En el momento m¨¢s importante del curso, con las semifinales de Champions ante el Madrid y el espr¨ªn liguero final en el horizonte, pisa con firmeza. Con 37 es el futbolista que mayor n¨²mero de entradas exitosas ha realizado desde el cambio de t¨¦cnico y el tercer mayor pasador del equipo (1.101 pases), por detr¨¢s de Azpilicueta y Kovacic.

Quiz¨¢ sea el camino pedregoso que ha debido recorrer el que le ha hecho desarrollar esa resiliencia. Todo comenz¨® a los 14 a?os, cuando entr¨® en una academia en Brusque tras dejar su Imbituba natal. "All¨ª estuve dos a?os y fue la ¨¦poca m¨¢s complicada. ?ramos 50 adolescentes, entren¨¢bamos por las ma?anas y por las tardes e ¨ªbamos al colegio por las noches. Fue muy duro. Algunos compa?eros se marchaban a Italia y pens¨¦ que no pod¨ªa dejar escapar esa oportunidad", contextualiza.
El papel de su familia fue clave para dar el paso. "A veces ten¨ªamos que comer la misma comida durante tres d¨ªas. En invierno no hab¨ªa agua caliente en las duchas. Un d¨ªa mi madre vino a visitarme, vio el lugar, que era horrible y estaba sucio, y me dijo: 'Te vienes conmigo, haz la maleta y v¨¢monos (...). No quiero decir que era una mierda, pero lo era y me hab¨ªa acostumbrado a ello. Le dije: 'Mama, es mi oportunidad, no me voy a ir porque el ba?o est¨¦ sucio". Pero su madre se neg¨® en rotundo, algo que la hizo abandonar llorando la academia ante la negativa de su hijo a marcharse.
Maria Tereza Freitas es la culpable del talento de Jorginho para el f¨²tbol, pues fue una exitosa futbolista amateur. "Mi padre normalmente se enfada cuando digo esto", cuenta sonriente al Daily Mail. "Mi padre era malo al f¨²tbol, jug¨® de portero. Mi madre era la que ten¨ªa talento, pero ¨¦l me ayud¨® en otros ¨¢mbitos", matiza. "Me preparo mentalmente y me hizo ver lo duro que ser¨ªa".
Vida en un monasterio por 20 euros semanales
Poco despu¨¦s cambiar¨ªa el rumbo de su carrera y se marchar¨ªa a Italia, a la cantera del Hellas Verona. Y all¨ª, lejos de comenzar un cuento cargado de rosas, el destino sigui¨® poniendo trabas a su evoluci¨®n. "Hab¨ªa un lugar para los monjes y otro para los chicos de la academia. Dorm¨ªamos seis en la misma habitaci¨®n durante a?o y medio y nos pagaban 20 euros a la semana", explica. Y es que en la ciudad de Romeo y Julieta vivi¨® en un monasterio. El salario, como cuenta, estaba lejos de las tit¨¢nicas cantidades que se embolsan algunos chicos de la edad que ten¨ªa por aquel entonces. Eso s¨ª, solo tiene palabras amables para su etapa entre monjes: "Nos trataron de manera incre¨ªble y siempre con respeto".
Sin embargo, el sue?o segu¨ªa lejos y lleg¨® a plantearse dejar el f¨²tbol. Hasta que Rafael Pinheiro, ahora portero del Spezia y por entonces en el Verona, hizo acto de presencia. "Me vio (en un entrenamiento con el primer equipo), con 17 a?os, y vino a hablar conmigo despu¨¦s del entrenamiento y dijo, '?qu¨¦ haces aqu¨ª, cu¨¢l es tu situaci¨®n?'. Se lo cont¨¦ y se volvi¨® loco. Dec¨ªa que no era correcto que estuviera viviendo solo, sin mi familia, por solamente 20 euros a la semana".
Una conversaci¨®n cambi¨® su carrera
El guardameta indag¨® e intent¨® que su situaci¨®n cambiase, pero Jorginho lleg¨® a sentirse explotado y llam¨® a su madre: "La llam¨¦ llorando y diciendo que quer¨ªa dejarlo y volver a casa (...). Quer¨ªa estar cerca de mis amigos porque hab¨ªa estado fuera demasiado tiempo y sent¨ªa que no pod¨ªa confiar en nadie m¨¢s". Pero recibi¨® un 'no' por respuesta y, esta vez, Maria Tereza Freitas no consinti¨® la r¨¦plica de su hijo: "Has pasado por muchas cosas, comido la misma comida todos los d¨ªas, sin agua caliente, y ahora, por un tema de dinero, ?te quieres rendir? Ni hablar. ?Entrenas con el primer equipo y te quieres rendir? No te dejar¨¦ hacerlo".
Esa negativa le hizo seguir luchando. "Gracias mam¨¢, gracias pap¨¢ por el papel que hab¨¦is jugado en mi carrera", dice en la entrevista. En el Hellas Verona se hizo hombre y su buen hacer le llev¨® al Napoles en 2014. La llegada de Sarri al Chelsea, su gran valedor, le hizo cambiar Italia por Inglaterra en 2018, 57 millones de euros mediante. Tres a?os despu¨¦s ha vuelto a saltar las vallas que Stamford Bridge ten¨ªa preparadas y Jorginho est¨¢ listo para luchar. Eso que lleva haciendo desde que abandon¨® Imbituba con 14 a?os.