Haaland: un 'cyborg' apagado
El delantero noruego cay¨® eliminado con el Borussia Dortmund ante el Manchester City, en un partido en el que la estrella de moda no estuvo a la altura pese a generar el gol de los suyos.

La competici¨®n de las estrellas "despidi¨®" esta noche a una de ellas. Erling Haaland no pudo con el Manchester City de Pep Guardiola. El destino quiso que el cyborg noruego cruzase su camino con el que fuera el equipo de su padre, Alf-Inge Haaland. Pero antes de conocer el veredicto, el delantero deseado por todos los grandes de Europa quer¨ªa tener su ¨²ltima baile de la temporada en la que viene siendo su competici¨®n fetiche (deja la Champions League 2020-21 siendo el m¨¢ximo goleador con 10 goles). Templanza a la hora de entrar en el Signal Iduna Park y sonrisa p¨ªcara mientras sonaba el himno que acelera las pulsaciones. Listo para el Rock and roll.
Con el objetivo de la remontada y volver a dejar en la estocada a los skyblues, Edin Terzic repiti¨® el mismo XI (y plan) que en el partido de la ida. Por tanto, con la todav¨ªa ausencia de su mejor socio (Jadon Sancho), Marco Reus se erig¨ªa de nuevo como el protagonista para intentar cubrir la ausencia del futbolista ingl¨¦s. El tridente lo complet¨®, de nuevo, el precoz y sorprendente Ansgar Knauff. Fue en los primeros minutos cuando Haaland ¡°baj¨® al barro¡± para pelear cada bal¨®n en fase defensiva, liderando la presi¨®n. Mientras, cuando tocaba atacar, el noruego era el primero en bajar a recibir y ayudar en la salida de cuero.
Esas intentonas tuvieron su fruto en el primer cuarto de hora de juego. Haaland hizo lo que mejor sabe: corri¨® al espacio para pelear un bal¨®n en largo. Lo gan¨®, pivot¨® cual jugador de baloncesto para buscarse su espacio y dejarle de cara un caramelo a Dahoud suyo que llegaba en segunda l¨ªnea. Precisamente, ese bal¨®n termin¨® saliendo rebotado para que Jude Bellingham, desde pasado el pico del ¨¢rea, colocase el bal¨®n con mimo en el fondo de la porter¨ªa defendida por Ederson. El Borussia Dortmund comenzaba mandando y poniendo la eliminatoria de cara. El City estaba fuera. ?El culpable inicial? El androide del gol que, en esta ocasi¨®n, cocin¨® la jugada clave del tanto a fuego lento.

Una vez abierta la lata, el plan ¡®negriamarillo¡¯ se mantuvo intacto. Por tanto, Haaland consolidaba su posici¨®n de boya del equipo, para ayudar a salir en cuanto fuese necesario. Sin embargo, con el paso de los minutos el City amas¨® la posesi¨®n y cre¨® numerosas ocasiones de peligro. Esto no significaba otra cosa que la figura del noruego tornase a casi ser un fantasma en ataque, sin apenas rascar bola (aunque registr¨® un 100% de acierto en el pase). Eso s¨ª, defensivamente cerraba como uno m¨¢s para torpedear lo m¨¢ximo posible la circulaci¨®n de bal¨®n de los chicos de Pep. Un pilar m¨¢s del muro de cemento armado que form¨® el Borussia.
Foden se agiganta ante Haaland
Ni el descanso, ni las peticiones de m¨¢xima revisi¨®n de Emre Can por su penalti por mano, evitaron lo que se ve¨ªa venir. Y es que, como reza el dicho, ¡°tanto va el c¨¢ntaro a la fuente que al final se rompe¡±. Eso sucedi¨®, con un Mahrez que igualaba el partido desde los once metros, desequilibrando la balanza a favor del City. As¨ª, al cyborg no le quedaba otra misi¨®n: marcar, marcar y marcar. Con el Borussia Dortmund eliminado, era necesario un solo tanto para forzar la pr¨®rroga. Era el momento para que Haaland diese el paso adelante y vestirse de h¨¦roe. Sin embargo, el noruego no estaba teniendo su mejor noche. Desde que interviniese en la jugada del 1-0, su participaci¨®n fue en picado.?La mayor¨ªa de sus toques ten¨ªan lugar fuera del ¨¢rea rival, una muestra de la extrema vigilancia que ten¨ªan sobre ¨¦l. La dupla Stones-Dias no dejaba un m¨ªnimo respiro al noruego, al que encimaban cada vez que entraba en contacto con el bal¨®n, oblig¨¢ndole a recibir cada vez m¨¢s lejos.
Los minutos segu¨ªan pasando y el Dortmund estaba en plena contrarreloj. La asfixiante presi¨®n del City no dejaba respirar al cuadro local. Ni la entrada de Reyna o Hazard bast¨® para dar un m¨ªnimo de ox¨ªgeno. Y, por si fuera poco, en la que ten¨ªa que ser la noche de Haaland, como en la ida, Phil Foden emergi¨® con luz propia. Si marc¨® el tanto clave del 2-1 en los minutos finales en el Etihad Stadium, el internacional ingl¨¦s volvi¨® a ser el h¨¦roe. Zapatazo directo al fondo de la porter¨ªa del Borussia. El cyborg noruego dijo adi¨®s a la Champions League tras una aciaga noche: apenas dio 25 toques al bal¨®n y ni siquiera dispar¨® a puerta (ya encadena siete partidos seguidos sin marcar). Quien sabe si es la ¨²ltima edici¨®n con la camiseta ¡®negriamarilla¡¯, y si en un futuro cercano es de color blanco, azulgrana o la propia celeste de su verdugo esta noche, el City.