Piqu¨¦ se encara con Gil Manzano y Modric le vacila: "Est¨¢s esperando para rajar, eh..."
El central, que no disput¨® ning¨²n minuto, salt¨® al c¨¦sped al final del encuentro para recriminar al ¨¢rbitro el tiempo extra que a?adi¨®. Iturralde Gonz¨¢lez considera que debi¨® ver la roja por esa acci¨®n.
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Gerard Piqu¨¦ no disput¨® ning¨²n minuto en el Cl¨¢sico de este s¨¢bado, pero protagoniz¨® una de las im¨¢genes del encuentro. Una vez se?alado el final del partido, el defensa azulgrana se fue hasta el centro del campo para recriminarle a Gil Manzano que s¨®lo hubiera a?adido cuatro minutos de descuento. "Ha habido cambios y ah¨ª han estado un minuto m¨¢s. Lo he mirado. Y cuatro minutos. Es acojonante", le critic¨® el central. El colegiado amonest¨® al azulgrana, como recogi¨® en el acta: "Gerard Piqu¨¦ fue amonestado por realizar observaciones de orden t¨¦cnico una vez finalizado el encuentro y dentro del t¨²nel de vestuarios". No obstante, el ¨¢rbitro de As y de la Ser, Iturralde Gonz¨¢lez, entiende que el central debi¨® ver la roja. Modric tambi¨¦n aprovech¨® para hacerle un comentario a Piqu¨¦ cuando ambos se saludaron y justo antes de que el defensa se dirigiera hacia Gil Manzano. "Est¨¢s esperando para rajar ahora, eh...", le dijo el croata al azulgrana, seg¨²n las c¨¢maras de Movistar y recogi¨® Carrusel Deportivo.
¡°Le tiene que expulsar. Le tiene que mostrar la tarjeta amarilla o la roja, pero no puede permitir que vengan a comerle la cabeza. Te puedes equivocar en un mont¨®n de cosas, pero un ¨¢rbitro no puede perder su personalidad y tolerar actitudes fuera del reglamento", se?al¨® Iturralde Gonz¨¢lez, quien adem¨¢s a?ade que Gil Manzano cometi¨® un error en el apartado del acta relativo a la amonestaci¨®n a Piqu¨¦, porque "la regla 5 faculta a amonestar a los jugadores despu¨¦s del partido, cuando no hayan abandonado todav¨ªa el terreno de juego, pero una vez que ya han alcanzado el t¨²nel de vestuarios, el ¨¢rbitro no est¨¢ facultado para amonestar. Lo que puede hacer en ese caso, es recogerlo en las incidencias, pero no amonestar". Seg¨²n explica Iturralde, la amonestaci¨®n debi¨® ser p¨²blica y dentro del terreno de juego.