Luis Landero: "De otra forma los madridistas vamos a ganar"
A sus 72 a?os, el autor de 'El balc¨®n en invierno' o 'Lluvia fina' mantiene por el f¨²tbol la pasi¨®n que tuvo en la infancia y analiza el Cl¨¢sico, v¨¦rtice de su temporada.
Luis Landero, extreme?o de 72 a?os, artista de la guitarra y de la literatura, uno de los grandes escritores espa?oles, autor de libros de la excelencia de El balc¨®n en invierno, Lluvia fina y El huerto de Emerson (todos en Tusquets), mantiene por el f¨²tbol la pasi¨®n que tuvo en la infancia. El Cl¨¢sico es el v¨¦rtice de su temporada de madridista, y desde ese punto de vista blanco atiende a AS.
?Qu¨¦ lo llev¨® al f¨²tbol?
El patio del colegio, con ocho a?os. Nos llevaban un domingo al Metropolitano y al otro a Chamart¨ªn. No olvidar¨¦ nunca al final del domingo la retah¨ªla de los resultados. Era el anuncio de la tristeza de que el lunes ya estaba all¨ª. Hab¨ªa un cura que pon¨ªa la radio cuando ¨ªbamos a cenar. De adolescente jugaba en el Clesa, de blanco, como tiene que ser. Compet¨ªamos con otras empresas. Ah¨ª me hice del Madrid. Era un poco del Bilbao, como casi todos, pero a esa edad pens¨¢bamos en fichar por los juveniles del Madrid.
?Qu¨¦ le transmit¨ªa la pertenencia al Real Madrid?
La fascinaci¨®n de los nombres. Un compa?ero uruguayo que se llamaba Arguedas me hablaba de los nombres. Amancio asomaba por ah¨ª. Ya era historia Di St¨¦fano. Esos nombres alcanzaban una resonancia m¨ªtica, como los h¨¦roes de los Cantares de Gesta¡ Los idealizaba: eran maravillosos. En mi pueblo, Alburquerque, mi padre me hac¨ªa retransmitir partidos, ?y ten¨ªa ocho o nueve a?os! Me met¨ªa en la alacena, porque me daba verg¨¹enza, y me inventaba los pases de Di St¨¦fano y los disparos de Puskas¡ ?Y todos me aplaud¨ªan, orgullosos! ?Rial, Kopa, Santamar¨ªa¡ todo eso era la leche!
?Percibi¨® que el f¨²tbol era de perder y ganar, de envidiar o congratularse?
Eso ya fue un poco m¨¢s tarde. Me dediqu¨¦ a la guitarra y a otras far¨¢ndulas y dej¨¦ el f¨²tbol a un lado¡ En casa no hab¨ªa televisi¨®n. Pero me acuerdo cuando en el 66 el Madrid gan¨® la Sexta. 2-1 al Partiz¨¢n de Belgrado. Araquistain porque Betancort estaba lesionado. Sanch¨ªs, De Felipe, Pach¨ªn, Vel¨¢zquez, estaba Pirri, claro, estaba Zoco, y al frente Amancio, Serena, Grosso y Gento¡ Amancio ha sido de los grandes del Madrid, y no recuerdo por qu¨¦ ahora est¨¢ tan olvidado. ?Fue el verdadero sucesor de Di St¨¦fano! ?Una clase, una elegancia! Lo llamaban El Brujo, y era en efecto un brujo.
?C¨®mo vivi¨® las despedidas de los grandes de su equipo?
Con mucho cari?o. La llamada generaci¨®n Ye-y¨¦, con mucha nostalgia. Segu¨ªa sus vidas. Pirri se cas¨® con Sonia Bruno, Zoco se cas¨® con Mar¨ªa Ostiz¡ Uno de aquellos a?os me encontr¨¦ en Atocha con Vel¨¢zquez. Iba paseando, estuve a punto de decirle qu¨¦ feliz me hab¨ªa hecho. Era tan elegante, c¨®mo jugaba ese hombre. Y me acuerdo de los dos primeros extranjeros: Netzer, ?scar Mas¡ Todos est¨¢n incorporados como personajes de novelas maravillosas.
?Reacciona ante la victoria y la derrota de la misma forma, como aconseja Rudyard Kipling?
No, en absoluto. ?Ni yo, ni t¨² ni nadie! Ha habido derrotas que me han dolido para siempre, como aquellas Ligas que perdimos en Tenerife. Afortunadamente esas penas pasan pronto, pero hay d¨ªas muy jodidos. De tomar tranquilizantes.
?C¨®mo es su relaci¨®n con el Bar?a? El s¨¢bado quieren que usted pierda, personalmente¡
?No creo que quieran que pierda yo! A la hora de jugar, claro, la amistad queda entre par¨¦ntesis¡ ?Es un juego! Adem¨¢s, est¨¢ la masa, las peleas, y eso no me gusta nada¡ ?Este partido? Lo veo con cierta calma: los madridistas vamos a ganar de cualquier manera. Si ganamos, pues mira qu¨¦ bien. Y si perdemos¡ Pues tambi¨¦n bien: tenemos que renovar el equipo, nuevo entrenador, nuevos jugadores. ?Un verano muy prometedor! ?Un nuevo ciclo! Todos los futboleros tenemos un momento en que decimos: "?Mejor haber perdido!" ?Y c¨®mo vamos a echar de menos a los Modric, los Kroos, los Ramos¡! Los futboleros no cumplimos a?os, siempre vivimos ansiando y luego extra?ando a los h¨¦roes. Somos los ni?os que fuimos, sobre todo en el f¨²tbol.