De Hiddink a Diakhaby, de la bandera nazi al plante en C¨¢diz
El Valencia ha vuelto a ser protagonista de la lucha contra la xenofobia en el f¨²tbol espa?ol. En febrero de 1992 Guus Hiddink, su entrenador, orden¨® quitar una esv¨¢stica de la grada.
El Valencia ha vuelto a ser protagonista de la lucha contra la xenofobia en el f¨²tbol espa?ol. Un representante del club blanquinegro se ha erigido como ejemplo del ¡®basta ya¡¯. El primero fue Guus Hiddink, el segundo Mouctar Diakhaby y el resto de compa?eros que decidieron respaldarle y marcharse del terreno de juego del Ram¨®n de Carranza tras sentirse el franc¨¦s insultado por su raza. El caso Diakhaby est¨¢ en estudio por la Liga y la RFEF, que buscan pruebas audiovisuales del ¡°negro de mierda¡± que dijo el central que hab¨ªa escuchado y que atribuye a Juan Carla, quien niega la mayor, una denuncia que incluy¨® Medi¨¦ Jim¨¦nez en el acta del partido detallando que ni ¨¦l ni ninguno de sus asistentes ten¨ªan constancia.
La sola retirada de toda la plantilla del Valencia del c¨¦sped del Ram¨®n de Carranza, hito nunca visto hasta la fecha en el f¨²tbol espa?ol por un tema de racismo, ha servido en el menor de los casos para encender el foco en la lucha contra el racismo en la Liga. ¡°Algo pas¨® y hay que aclararlo¡±, coment¨® Javier Tebas en primera reflexi¨®n sobre el asunto. El Valencia cree sin titubeos la versi¨®n de su jugador y el club ha cogido la bandera para que el caso Diakhaby, m¨¢s all¨¢ de su desenlace, sirva como pilar para crear unos protocolos en el f¨²tbol espa?ol para futuros casos similares en los que la ¡°v¨ªctima no se sienta desprotegida¡±.
La imagen de Diakhaby sentado en la grada mientras el partido se reanudaba dio tambi¨¦n la vuelta al mundo. El Valencia insta ahora a las instituciones, Liga y RFEF, a que se contemplen l¨ªneas de actuaci¨®n para, en el supuesto de futuros casos de denuncias de racismo, la decisi¨®n de suspender, moment¨¢nea o definitivamente, un partido no recaiga en la reacci¨®n de los jugadores e incluir excepciones a la norma de penalizar por incomparecencia la retirada de un equipo por supuestos casos de racismo.
El d¨ªa que Hiddink orden¨® quitar una esv¨¢stica de la grada de Mestalla
Guus Hiddink, en febrero de 1992, tambi¨¦n hizo despertar al f¨²tbol espa?ol, a la sociedad en general, en los pre¨¢mbulos de un Albacete-Valencia. El entrenador holand¨¦s, cuando salt¨® al c¨¦sped para ocupar su asiento en el banquillo, vio colgada una esv¨¢stica en una de las vallas de publicidad apoyada en el c¨¦sped. La bandera estaba ubicada en una zona de la grada en la que se situaron aficionados visitantes, si bien, nadie hasta la queja de Hiddink hab¨ªa dicho nada.
El t¨¦cnico holand¨¦s pidi¨® a un empleado del club que retirada la bandera o, de lo contrario, sus jugadores no saldr¨ªan a jugar. Su decisi¨®n fue respaldada por la plantilla del Valencia, como tambi¨¦n por la del Albacete y el trio arbitral. "Yo estoy seguro de que los chicos no saben lo que representa para mucha gente ver un bander¨ªn con estos s¨ªmbolos", coment¨® entonces Hiddink. "Cuando veo estas cosas, no me puedo callar (¡) yo s¨¦ que lo hacen sin mala intenci¨®n, pero no me puedo estar quieto (¡) Cada hombre tiene que pensar en todo esto y adoptar una actitud. Es malo permanecer pasivos. Actualmente son grupos peque?os, y realmente no creo que pase nada. Pero, como persona, quiero tomar partido y lo rechazo", recalc¨® el holand¨¦s.
Tras la denuncia y decisi¨®n de Hiddink, hab¨ªa una historia personal. Su familia form¨® parte de la resistencia holandesa en la Segunda Guerra Mundial. Como desvel¨® el propio Hiddink en un reportaje de #Vamos: ¡°Mi padre apoyaba a los pilotos derribados con sus amigos. Era peligroso" y prest¨® ayuda y refugio a las familias jud¨ªas¡±. El gesto de Hiddink en Mestalla contribuy¨® a que se tomara conciencia del peligro de ese tipo de simbolog¨ªa en los estadios de f¨²tbol, porque aunque ya estuviera en vigor una Ley del Deporte que las prohib¨ªa, no fue hasta que se aprob¨® en 2007 la Ley contra el Racismo y la Xenofobia en el deporte cuando realmente se endurec¨ªa la normativa al respecto.