Ni Butarque reactiva al Legan谷s
Segundo tropiezo consecutivo del Legan谷s desde el retorno de Garitano. El Castell車n luce una firme versi車n defensiva. Primer empate del curso en Butarque.
El efecto Garitano comienza a ser un recuerdo del pasado. La inercia optimista que eyect車 al Legan谷s tras el retorno de su entrenador milagro suma ya dos tropiezos consecutivos que amenazan con devolverlo, de nuevo, a la periferia del privilegio que son los puestos del play-off. Primero fue la derrota ante el Cartagena y ahora un empate frente al Castell車n (primero que ve Butarque esta temporada) con mucho m谷rito visitante, aunque tambi谷n altas dosis de dem谷rito local. Porque no ejerci車 el Legan谷s en su rol de equipo grande hasta la segunda mitad, cuando (a tirones) luci車 algo de empuje, aunque no el suficiente como para poner en apuros a los de Garrido, equipo blindado, solidario e intenso que jam芍s sinti車 peligrar la inviolabilidad de su meta. El choque se cerr車 sin ocasiones claras y con las dudas regando de incertidumbre el sur de la capital.
Iba vestido de verde oscuro el Castell車n. Y lo que parec赤a ser una mera elecci車n crom芍tica a fin de no coincidir con la zamarra rival, se transform車 una declaraci車n de intenciones. Verde militar. Verde disciplina. Verde desesperanza para un Legan谷s que en la primera parte naufrag車 a orillas del 芍rea que defend赤a ?scar. Fracaso por m谷rito ajeno y dem谷rito propio. Pero antes de las cr赤ticas, los halagos. Por partes.
El Castell車n arranc車 como un bloque castrense. Una exhibici車n de ayudas constantes. Impenetrable barrera en un ejercicio de solidaridad sostenida que hac赤a magia sobre el c谷sped de Butarque. No parec赤an once futbolistas, sino una cohorte que se mov赤a a la par de las 車rdenes que infund赤a con pasi車n Garrido, C谷sar imperial en este primer acto sin noticias locales. Porque el Legan谷s fue muy poco Legan谷s.
Lo intent車 al inicio acaudillando el bal車n en una posesi車n est谷ril. Los de Garitano se fueron al descanso con el 60% de la tenencia esf谷rica, pero sin saber muy bien qu谷 hacer con la pelota. Ni desborde, ni remates, ni achique al rival. Tampoco le sirvi車 para defender, porque en un par de robos a Perea (especialmente gris) lograron los orellut plantarse en las inmediaciones de Cu谷llar. Sin generar peligro, pero avisando que estaban ah赤. Acechantes. Esperando. Conclusi車n: el primer acto termin車 sumido en un bostezo del tama?o de Butarque y s車lo cuatro ocasiones (por llamarles algo). Aquello era la nada. Por eso Garitano lo estremeci車 todo.
Borja y Sabin salieron por Eraso y Miguel. Doble cambio al que el t谷cnico a?adi車 dosis de Garitanina en el vestuario hasta transmutar al Legan谷s en un equipo m芍s intenso y con m芍s presencia en el 芍rea. Aunque fuera por acumulaci車n. La revuelta rompi車 en otro partido como el que descorcha una botella de champ芍n (gaseosa esta vez): potente al inicio, ins赤pido despu谷s. Apenas 10 minutos le dur車 el empuje al Legan谷s, que retorn車 a las andadas hasta el final del partido, incapaz si quiera de rematar a puerta y sin si quiera blindar en su 芍rea al corajudo Castell車n.