El Bar?a se apunta al cambio
Victoria de un Bar?a solvente en Pamplona que mete presi¨®n al Atl¨¦tico y al Madrid antes del derbi. Ilaix, otro tesoro de La Masia, que se apunta al proyecto.
Como previa a las elecciones que deben de marcar el inicio de una nueva era en el Bar?a, el equipo blaugrana sum¨® una victoria que abre un nuevo horizonte para los cul¨¦s. El triunfo por 0-2 contra Osasuna (que supone la octava victoria consecutiva del Bar?a fuera de casa, la decimosexta jornada sin perder en LaLiga y el cuarto partido dejando la porter¨ªa a cero) permitir¨¢ al Bar?a ver el derbi entre Atl¨¦tico y Real relajado y con palomitas. El Bar?a complet¨® una semana fant¨¢stica en la que se ha clasificado para la final de Copa con remontada ante el Sevilla y duerme segundo a dos puntos del Atl¨¦tico y dejando al Real Madrid a tres.
Enganchado al momento an¨ªmico que vive su equipo, Koeman, que lleg¨® a Pamplona con tres centrales, apost¨® de nuevo por la defensa de tres y compuso una zaga con Mingueza, Lenglet y Umtiti, una l¨ªnea defensiva que su cardi¨®logo le tiene m¨¢s prohibida que el tabaco.
Ya de entrada, Osasuna le puso las cosas claras al Barcelona. Los navarros iban a explotar la intensidad de su juego convirtiendo cada palmo de El Sadar en un campo de minas. A ¨ªmpetu, el equipo de Koeman, que lleg¨® al partido cansado, no ten¨ªa nada que hacer m¨¢s que apelar a la calidad de sus jugadores y tratar de aprovechar los espacios que pod¨ªa dejar Osasuna a su espalda en los momentos de asedio a la defensa catalana.
Y nadie como Messi para leer este tipo de cosas. El argentino diagnostica los partido como nadie y viendo que se perd¨ªan todos los duelos individuales, retras¨® su posici¨®n para lanzar a sus compa?eros cuando los rojillos se destaparan. Gracias a un pase del argentino a Alba, el Bar?a se adelant¨® en el marcador con un gol del lateral que rompi¨® por su banda. De esta forma el Bar?a tomaba ventaja en un partido en el que Osasuna estaba haci¨¦ndole sufrir y en el que sobreviv¨ªa gracias a la actuaci¨®n de Ter Stegen. El portero alem¨¢n se luci¨® ante un disparo a la escuadra de Barja primero y repiti¨® milagro ante Rub¨¦n Garc¨ªa para evitar el empate. El marcador era del Bar?a, pero el partido era de Osasuna.
Con Umtiti amonestado, Koeman afront¨® la segunda parte cambiando su dibujo. Umtiti se qued¨® en el vestuario y sali¨® a jugar Demb¨¦l¨¦. Tampoco es lo que recomendar¨ªa el cardi¨®logo, pero es que es lo que hay.
Para tranquilidad del t¨¦cnico cul¨¦, el Bar?a sali¨® en la segunda parte con la idea de conservar m¨¢s la pelota aferrado a un Pedri escandaloso, que con 18 a?os soluciona situaciones de peligro con una normalidad impropia de su edad. Ya puestos a confiar en los j¨®venes, Koeman apost¨® por Ilaix, que volvi¨® a pasar por delante de Riqui por tercer partido consecutivo. Tambi¨¦n ingres¨® Braithwaite por Griezmann, que tras tres suplencias de inicio volvi¨® a desaprovechar otra oportunidad para reivindicarse.
La insistencia es una exigencia para Osasuna, que en el tramo final del partido acorral¨® al Barcelona a base de saques de esquina y faltas laterales, donde Calleri y Budimir, que entr¨® por el argentino, fueron un dolor de muelas constante para la zaga cul¨¦.
El Bar?a, que no estaba fino, supo sufrir en esos minutos de asedio navarro y a falta de siete minutos cerr¨® el partido en una jugada en la que dos adolescentes, Pedri e Ilaix, se asociaron con Messi. Rob¨® Pedri, que habilit¨® a Messi, el argentino se asoci¨® con Ilaix, que con la calma de un veterano se cambi¨® el bal¨®n de pierna para batir a Herrera y estrenarse como goleador en LaLiga.
En el Bar?a, renace la esperanza y el equipo se punta a un cambio de era que ma?ana debe de confirmarse en las urnas.