OCTAVOS (IDA) | BARCELONA 1-PSG 4
Piqu¨¦, reaparici¨®n de pesadilla
El central aguant¨® casi todo el partido, pero se vio desbordado por el PSG, fue inmortalizado persiguiendo a Mbapp¨¦ y se pic¨® con Griezmann en una noche dura.
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Piqu¨¦ quiso jugar a toda costa contra el Paris Saint Germain. Acort¨® los plazos de recuperaci¨®n de su lesi¨®n en la rodilla derecha y, all¨¢ por su cumplea?os el 2 de febrero, atisb¨® que pod¨ªa llegar a tiempo. Fue uno de sus deseos para su 34 aniversario, pero el sue?o de llegar a medirse al PSG termin¨® en pesadilla.
Con aspecto inmejorable y sin s¨ªntomas de secuelas de la lesi¨®n, Piqu¨¦ se present¨® extramotivado al partido. Con ganas de coger r¨¢pido sensaciones, de hablar y de ordenar. De darle un aire de m¨¢s nivel a la defensa del Bar?a, que demandaba jerarqu¨ªa a gritos. Pero tambi¨¦n se dio cuenta pronto de que la noche presentar¨ªa dificultades. El PSG fue m¨¢s agresivo que el Bar?a, especialmente cuando hab¨ªa equilibrio (cuatro faltas el Bar?a en la primera parte, diez el PSG). Y arriba ten¨ªa tres demonios en Kean, Icardi y, especialmente, en Mbapp¨¦
A Piqu¨¦ se le vieron las primeras costuras en el 1-1. Lleg¨® tarde al toque de Verratti y le puso la alfombra roja a Mbapp¨¦, a quien tampoco fren¨® Lenglet. Minutos despu¨¦s, lleg¨® el episodio con Griezmann. Piqu¨¦ reproch¨® a los volantes y los delanteros que no tuvieran m¨¢s el bal¨®n para protegerse con posesiones largas. El franc¨¦s le replic¨® advirti¨¦ndole de que todos estaban corriendo y sufriendo. No dej¨® de ser un episodio de tensi¨®n l¨®gico en un partido, pero s¨ª el mejor s¨ªntoma de que el Bar?a se sinti¨® desbordado despu¨¦s del empate. En las transiciones del PSG, pero tambi¨¦n en los balones parados. Piqu¨¦ defendi¨® los c¨®rners como eje de la defensa, sin marcar al hombre y en el centro del ¨¢rea chica. Lleg¨® tarde a un remate de Icardi, que se fue fuera de milagro.
La segunda parte fue un suplicio para el Bar?a. Y tambi¨¦n para Piqu¨¦, que qued¨® inmortalizado en esa foto agarrando de la camiseta desesperadamente a Mbapp¨¦, que se le marchaba. Una imagen simb¨®lica de un tiempo nuevo que record¨® a la del central, arrastr¨¢ndose detr¨¢s de I?aki Williams y agarr¨¢ndole la camiseta en los cuartos de final de Copa el a?o pasado en San Mam¨¦s. Con la diferencia de que el altavoz de la Champions es mayor. Y de que la imagen quedar¨¢ inmortalizada por esa portada hist¨®rica de L'Equipe, que quedar¨¢ para el recuerdo despu¨¦s del impactante 1-4 que el PSG firm¨® en el Camp Nou.
A menos de un cuarto de hora para el final, Koeman decidi¨® dar carpetazo a la reaparici¨®n de Piqu¨¦ y le sustituy¨®, como ¨¦l mismo admiti¨® al final, para minimizar riesgos en vista de lo que todav¨ªa le queda por delante. La reaparici¨®n hab¨ªa terminado en pesadilla.